AÑO II - NÚMERO 10  - OCTUBRE DE 2016  - DIRECTOR: MARIO BERMÚDEZ - EDITORA COLOMBIA: PATRICIA LARA - EDITOR MÉXICO: ABRAHAM MÉNDEZ

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SOMBRILLAS AL VUELO

Portada de Sebastián Romero Cuevas

La vajilla

 

Recuerdo cuando a la vivienda de la mamita María la O. llegó esa caja de madera enorme.  Fue para un día de la madre.  Casi se hizo fiesta en esa casa humilde.  Tan humilde que fue una novedad para nosotros y para los vecinos que llegaron en romería unos y otros de a poquitos durante varios días después.

Recuerdo la admiración y el cuidado con que se fue abriendo como si de un tesoro se tratara, y es que en realidad lo era.  Y de su interior sacaron primero paja y luego envueltos con sumo primor y uno a uno, platos, tazas, pocillos, salseras, teteras y demás primores de porcelana.

 

Las miraba con asombro y sin atreverme a tocar, por el temor de hacer un daño irreparable.

 

En aquel pueblo nadie tenía semejante tesoro.  Y yo me sentí no sólo maravillada sino también muy rica.

Hoy por hoy pienso que la comida amorosamente preparada, pero pobre; que confeccionaba mi dulce mamita debía verse y sentirse extraña, al ser servida en semejante vajilla.

Los claros, los frijolitos, el sancocho, los huevos con cebolla y tomate, el tinto de olla, la aguadepanela con limón y demás humildes ricuras... La comida más humilde, servida en la más elegante vajilla  del pueblo.

 

 

Obscuridad

 

Obscuridad total

Silencio absoluto.

Y de pronto la luz…

Se hace.

Me doy cuenta

Que he errado el camino.

Que no reconozco

absolutamente nada.

Estoy perdida.

Irremediablemente,

Irreparablemente.

Me dispongo…

A comenzar de cero.

A olvidar la que fui

Y a reconstruirme.

Cambiar de nombre

y de color de pelo,

adelgazar un mucho,

O engordar un poco.

Cambiarme el apellido,

El nombre de los padres…

La familia.

Jurar que nunca tuve un hijo.

Reconstruirme

Y empezar de nuevo.

 

Y

Y me volví poeta

Y filósofa

Y cuidadora de cuerpos

Y de almas

Y descuide el mío

Y la mía

Y me perdí

Y me encontré

 

 

Y me perdí de nuevo

Y

Sigo en esa búsqueda

De ser y de no ser

y no saber quién ser.

 

 

Abandono

 

Pensado o no

Me abandonaste.

No sé si te sobre-valoro;

Si deposito en ti mi fe, en tu inteligencia.

O sólo fue la suerte la que actuó a tu favor;

Pero me abandonaste.

Me dejaste crecer sin conocerme

Sin reconocerme.

En vida me lo negaste todo

En tu muerte la vida actuó en contra tuya

Y fue ella misma quien me reconoció.

Inteligente fuiste

Sólo que no contaste con tu muerte

Y la vida ganó

Y tú perdiste.

 

 

Ensoñación

 

Me metí en tu cama

Pegada a tu cuerpo

Mezclados tu calor con el mío

Aspirando tu esencia

Tu ausencia.

 

 

Martica

 

Martica la más bonita

Ojos negros pizpiretos

Carita de porquecito

Mirada de yo no fui.

Sobriamente elegante

Delgada, veloz infante

Que un día como al descuido

Un chanclazo recibió.

Ni pío pudo decir

La pobre Marta querida

Pues siendo lo que ella era

Una triste cucaracha

Recibió su merecido.

Siendo totalmente justos

Hoy debo yo admitir

Que la pobrecita Marta

No logró cumplir su fin

Que era adueñarse del mundo

Para hacerlo más feliz.

 

Tuve que hacerlo

 

De eso dependía el poco de salud mental que me quedaba.

Dejé de seguir un montón de personas.  Me tenían harta, me ahogaban, me sofocaban.  Se creían los dueños de la verdad y a lo mejor lo eran; pero yo no pude entender sus razones.

 

También di muerte a algunos.  Muerte virtual por supuesto. Esa gente que se expresa de manera humana con algunos aspectos.  Que de palabra es buena y en las acciones es mala. Esas personas que se creen más cuando en realidad son menos.

Después de eso me he sentido mejor, más livianita.

Y como siempre yo cuerpo y alma.

 

 

Patricia Lara P. me quedo pensando cosas que mejor me guardo para no despertar odios innecesarios.

 

Debo aclarar por supuesto que soy totalmente humana.  Por lo tanto no soy santa.  Claro que al momento de mi partida, me iré directamente al cielo y en Cuerpo y alma.

 

 

A una estrella fugaz

 

Vi al cielo de repente

Y una estrella me miró;

Y se asustó ella tanto

Que solita se cayó.

Muchos al pasar la vieron

Y un deseo le pidieron;

Ella con todos cumplió.

A mí no me concedió nada

Pues de todo me culpó.

Como bien el dicho dice;

Para otros trabajé.

Yo me doy por bien servida

Aunque yo nada gané.

 

 

A unos ojos

 

Se le apagó la luz

Y un suspiro afloró

De unos labios aún color de rosa

La palidez le fue cubriendo el rostro

Estático quedó mirando al cielo

Lo había intentado todo

Y no tuvo que hacer nada

Pues cada quien se va

Cuando le toca.

 

Amaneciendo

 

El otro día cuando me desperté y después de estirarme como gata, después de frotarme los ojitos, después de mirarme un buen rato las manos como si pensara pero en realidad sin hacerlo.  Logré bajar las piernas al suelo.  Ambas al tiempo; por delicadeza y elegancia y además cuidando no levantarme con el pie izquierdo.  Metí las paticas en las sandalias y observé mis pies con lindas uñas rojas y vi que las sandalias las tengo hace tanto, que ya deben hacer parte de mi cuerpo.  Logré estirar las piernas lo suficiente como para poder levantarme.  No sé si crují pero lo cierto del caso es que fue duro el proceso. Logré llegar al baño y ahí al fondo; el espejo me devolvió el reflejo de una mujer greñuda y muy cansada.  A lo mejor no es la realidad sólo que con el tiempo me he dado cuenta que con frecuencia me maltrato.  Me lavo los dientes con un cepillo rosa y poca crema.   Ya luego y con los dedos; intento peinarme un poco, me acomodo las gafas y me miró de nuevo.  Me gusta la forma de mis ojos, amo mis cejas.  La textura de mi cabello me encanta aún a pesar de que las canas se asoman de nuevo.  Le sonrió a mi reflejo y me saludo.  Me deseo un día magnífico. He intento iniciar el día plenamente identificada con la mujer que soy.

 

Patricia Lara P. 

PATRICIA LARA PACHÓN  -Colombia-

 

Patricia Lara Pachón. Nació en agosto 17 de 1963 en Manizales Caldas, profesional en desarrollo familiar pero dedicada al hogar y radicada en Santa fé de Bogotá, escribe por placer y locura uno que otro cuento o poema. En los que da rienda suelta a esa imaginación plagada de personajes reales o ficticios que cobran vida un instante y duermen muchos más.

 

En esta publicación presentamos tres relatos cortos de nuestra editora.

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