NÚMERO 13

MAYO DE 2017

EN ESTE NÚMERO:

AÑO III - NÚMERO 13 - MAYO DE 2017 - DIRECTOR: MARIO BERMÚDEZ - EDITOR MÉXICO: CARLOS AYALA

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LA IRRESISTIBLE MAGIA DE LAS LETRAS

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La irresistible magia de las letras

PÁGINA 2

ARTURO HERNÁNDEZ FUENTES -MÉXICO-

 

LOS ÚLTIMOS RECUERDOS DE UNA VIDA PASADA”

 

-*77 –

 

 

 

 

 

 

Cuando miras hacia atrás después de pasar por tantas cosas, el presente parece prometedor. Pero si en esos momentos difíciles alguien te dijera que al final todo saldrá bien, no lo creerías… porque sabes que te oculta cosas de las que difícilmente podrás recuperarte.

 

 

- Capítulo I –

*No estoy muerto

 

Eran las 4:03 de la mañana y ya me preparaba para empezar un nuevo día, le prometí que lo intentaría y se lo estaba cumpliendo.

   Parecía mentira pero llevaba una semana ejercitándome, y realmente no me sentía tan mal; después de todo correr tres vueltas en un eje vial me revitalizaba… quizás es cierto lo que dicen en los infomerciales “mente saludable, en cuerpo saludable”.

   Caminaba hacia el lavabo pensando en lo que ella me dijo, me esforzaba por creer que las cosas podían ser diferentes y que por más problemas que enfrentáramos, al final siempre habría una salida.

   Al lavar mis dientes no pude evitar mirar al espejo y volver a mi realidad. A veces me sentía más viejo de lo que era y lo que viví durante esos últimos 7 años hacía que me fuera más difícil reconocer la imagen que se me reflejaba, aunque en ese entonces sólo tuviera 23 años.

*Primera vuelta - 4:16 a.m.

Correr antes de que amaneciera me daba la soledad y tranquilidad que necesitaba, y el casi lo digo porque mi compañía eran los empleados de la gasolinera de la esquina y algunos conductores que me volteaban a ver como si fuera un fantasma.

   Sabía que lo normal era correr en el parque a cierta hora, cuando lo hacían todos, en vez de hacerlo en un eje vial, pero simplemente no soportaba la cercanía de otras personas, recuerdo que lo intenté durante 2 días, pero no pude seguir.

   Recorrer ese camino solitario por la madrugada me hacía sentir muy bien, algo que era complicado en ese tiempo. Pero se lo había prometido a Megumi y no podía fallarle, al menos me esforzaría por estar bien y me dejaría de preocupar enfocándome en otras cosas, y la verdad es que hasta ese momento estaba dando resultado.

 

*Segunda Vuelta - 4:37 a.m.

 

A la mitad de la segunda vuelta, me encontré con un lobo que comía desperdicios de una bolsa tirada en medio de la avenida. Al principio pensé en dejarlo pasar, pero cuando vi que un tráiler casi lo arrollaba y él no reaccionó, decidí detenerme.

   En realidad estaba un poco cansado y me iba a parar de todos modos, sólo necesitaba una excusa y esa era muy buena, ni siquiera alguien como yo cargaría en su conciencia dejar morir a un lobo cuando pudo hacer algo para evitar su muerte… bueno en realidad no era un lobo, era un perro de esos que parecen lobos y que jalan los trineos en Alaska.

   —¿Y tú que estás haciendo comiendo en medio de la calle amigo? —le dije en voz alta, como si me entendiera y pudiera contestarme.

   En ese momento pensé en elevar mi karma haciendo una buena acción, después de todo estaba tratando de ser una buena persona y ese debería de ser un gran comienzo, sólo tenía que pensar en cómo quitarle la bolsa de basura de sus fauces sin que me mordiera, antes de que pasara otro tráiler y nos arrollara a los dos.

   Como pasa con la mayoría de los perros, para distraerlos sólo tienes que lanzarles algo que llame su atención y ellos irán detrás, pero si lo que quieres es intimidarlos sólo recoges algún objeto del suelo y haces como que les vas a pegar y se van corriendo. Al ver que había una botella de plástico tirada preferí la primera opción, la cual me dio el tiempo suficiente para poner la bolsa de basura en la banqueta.

   Cuando el perro volvió con la botella en su hocico, observó que la bolsa había cambiado de lugar y notó que todo había sido parte de una distracción, así que perdió el interés y regresó a devorar el contenido de la bolsa.

   —Entonces ¿Cuál es tu historia amigo, estás perdido o te abandonaron?—Le dije mientras terminaba su desayuno.

   En ese momento el perro dejó de comer y me miró directamente a los ojos, sin moverse... era como una mirada amenazadora, sus ojos bicolo-res parecían paralizarme, podría decirse que fue como ver dentro de su alma, me imaginé lo que él habría visto y vivido durante su vida.

   Cuando empezó a avanzar hacia mí, olvidán-dose de los desperdicios de la bolsa en la banqueta, me di cuenta que era el momento adecuado para volver a lo que estaba haciendo y continuar mi camino.

 

*Tercera Vuelta - 4:57 a.m.

 

Después del encuentro con el lobo observé que en mi reloj ya iban a ser las 5 y aún me quedaba una vuelta, pero sentía que mi cuerpo pesaba más de lo normal debido al cansancio y recordé que solo faltaban unos cuantos días para salir de esa maldita ciudad, y como no quería viajar con un tobillo jodido, decidí regresar caminando y sin hacer tanto esfuerzo.

   Llegando a la mitad de la última vuelta, volví a ver a mi “amigo”, esta vez se encontraba en medio de la banqueta y muy a lo lejos se veía la bolsa sin desperdicios volando por el aire.

   Al detenerme por completo, empezó a caminar lentamente hacia mí y aunque nunca le había tenido miedo a un perro, éste era diferente, imponía respeto, sus orejas me llegaban un poco arriba de la cintura, si él hubiera querido saltar y atacarme, su hocico fácilmente me alcanzaría la yugular.

   Pero nunca sentí que reflejara ninguna amena-za, sólo se acercó a lamerme la mano y siguió su camino, quizás fue su forma de agradecerme o algo así.

 

*5:15 a.m.

Esa mañana me preocupaba que las cosas no salieran como estaban planeadas, en verdad lo único que quería era que ese día fuera especial para Megumi, después de todo era su cumpleaños.

   Tenía tantas ganas de verla, ese era el último día en su trabajo y en unas horas ya iba ser ofi-cialmente una doctora. Recuerdo que cuando estaba lejos de ella, parecía que las horas avanzaban demasiado lento.

   Era extraño que cumpliera años el mismo día en el que quedaba libre para irnos y empezar de nuevo, en otro país, con diferente ambiente y un destino distinto… bueno en realidad todavía debíamos esperar 3 días, pero se sentía casi lo mismo.

   Para evitar dejar algo pendiente, ya había ha-blado con mi contacto en bienes raíces y todo estaba arreglado para que me depositara lo de la venta de la casa lo más pronto posible. A pesar de que tenía el dinero necesario para vivir algunos años sin preocuparme demasiado, sabía que un extra no le hacía daño a nadie y mucho menos si íbamos a cambiarnos de continente.

   El tiempo había pasado tan rápido y aunque parecía que no teníamos ninguna posibilidad de estar juntos, al final lo logramos. Durante esos últimos 2 años había sentido las ganas de ser alguien diferente, quería una vida normal, ella hacía que algo en mí cambiara y con su ayuda lograba apreciar las cosas que antes no podía.

   En realidad creía que era la última esperanza para no convertirme en algo que quizás me arrepentiría de por vida. Nunca entendí cómo, pero ella me comprendía y me ayudaba a darme cuenta de que la vida realmente tenía un significado más grande, y cuando tienes a alguien que es tu soporte y te impulsa a realizar cosas que nunca pensaste alcanzar, supongo que debía ser amor verdadero, porque en realidad, nunca había amado a alguien tanto y menos de esa manera.

   Lo único que me importaba era demostrarle que tenía futuro y que juntos podríamos tener una vida muy diferente.

 

*5:30 a.m.

Durante el regreso me dediqué a caminar, a escuchar música y a revisar en mi mente las cosas que debía hacer para dejar todo en orden y no regresar por cualquier detalle, hasta que una voz me interrumpió gritándome: “¡Esta chido tu perro!”.

   —¿Mi qué? —Le contesté.

   —Tu perro —me dijo un gasolinero muy joven que no pasaba de 17 años.

   Y ahí estaba junto a mí el lobo, al parecer me había seguido desde el eje vial y es que en medio de mis reflexiones y la música de la mejor banda de Punk de todos los tiempos, ni siquiera lo había notado, hasta ese momento.

   —Eh... no, no es mi perro, creo que me siguió desde el eje.

   —Pues como quiera esta chido… lo han de es-tar buscando sus dueños porque la neta se ve fino, hasta parece salido de una película me cae que se les ha de haber escapado.

   —Yo creo que sí, deja ver si encuentro a su dueño o algo, ahí nos vemos.

   —Ya estás.

   Me alejé de la gasolinera y regresé hasta al final del eje vial, que quedaba a 8 minutos caminando; al llegar hasta ahí, lo espanté, le grité, lo corrí e hice como si le fuera a pegar... pero no tenía caso, el lobo aún continuaba siguiéndome.

   Como nada funcionó, decidí regresar a la casa pensando que ya estando allá lo más seguro es que se aburriría y se marcharía solo.

   Entrando a la cuadra por donde vivía, trate de que no me viera pero era inevitable, ya había cometido el error de hacer contacto visual y con el lobo detrás de mí, era difícil pasar desapercibido.

   —Buenos días Miguel —me dijo doña Esther, mientras barría su casa que quedaba casi frente a la mía.

   —Buenos días —Le contesté y seguí caminan-do.

   —Qué bonito esta tu perrito, Miguelito.

   —No es mi perrito.

   —Pues viene contigo.

   —Mire, si me bajo de un autobús y de repente dos personas me siguen, esa gente no es de mi propiedad ¿verdad?

   —No... ¡Pero vienen contigo! —Me dijo con su tono de señora metiche.

   A pesar de eso decidí continuar e ignorar el último comentario de doña Esther, pero al llegar a la casa, el lobo seguía detrás de mí, al momento de cerrar la puerta, alcancé a ver como se echaba junto a la llave de agua en el patio frontal. En ese momento tuve un mal presentimiento, pero ya iban a ser las 6:20 y si quería bañarme y dormir un poco, no tenía tiempo para un mal presentimiento.

 

Arturo Hernández Fuentes es un escritor independiente, nacido en Monterrey, Nuevo León en 1982. Estudió la Licenciatura en Educación Primaria en el Centro de Estudios Superiores La Salle, en el 2004 empezó a escribir historias breves para cumplir con los trabajos de la escuela y se fue formando la idea de en un futuro poder escribir algo que eventualmente se convertiría en su primer libro.

Tres años después empezó colaborar y publicar con revistas y periódicos locales como La Rocka, Común y La Nave, generalmente con textos de opinión social, reseñas de conciertos (Aerosmith, Café Tacvba, The Cranberries, Moby, Los Fabulosos Cadillacs, entre otros) y cine.

Poco a poco le fueron surgiendo posibilidades de colaborar con sitios deportivos como “Pasión Rojiblanca” y “Pasión Sports”, en donde realizo escritos y coberturas sobre el Necaxa en el fútbol mexicano y el AC Milán de la liga italiana.

Desde el 2008 con ayuda de amigos colaboradores creó una Revista Online (-*Mensaje 77-) en la que comparte textos de cine, música, deportes, etc., logrando conseguir alrededor de ciento treinta tres mil visitas de lectores de ciento veinticuatro países diferentes.

En el 2011 el escritor y periodista rumano Daniel Dragumirescu lo invitó a formar parte de Horizonte Literario Contemporáneo una revista intercultural europea en la que participan periodistas, poetas y escritores de diversas nacionalidades. En el 2013 fue nombrado colaborador externo honorario en México por sus columnas de opinión y reseñas literarias.

En agosto de 2013 comparte capítulos de 77 en la plataforma de lectura Wattpad recibiendo buena aceptación por parte de los lectores. Un año después recibiría la invitación de Ivan Buchanan para vender su libro en la plataforma Papyrusly (StoryPop).

En enero del 2015 finalmente sale a la venta de manera independiente “77 Los últimos recuerdos de una vida pasada” en Papyrusly logrando convertirse en el libro de la semana y manteniéndose en el primer lugar de los libros de suspenso, desde su salida hasta la fecha.

En marzo del 2015 es invitado por Martha Santos-pedraza a inaugurar la 1° Feria Literaria de la Escuela Secundaria # 41 y ahí conoce a Julio Jaubert que posteriormente lo invitaría a presentar su libro “La Guerra Sin Fin” en la XXV Feria Internacional del Libro de Monterrey.

A finales de 2015 es invitado al Encuentro de Escritores: “TODAS LAS PALABRAS, TODA LA POESÍA”, por Alfredo Cisneros DeJesús y posteriormente a le extiende la invitación a formar parte del colectivo “De Carne y Verso” con los que se encuentra participando en eventos literarios frecuentemente.

Actualmente está trabajando en su segunda novela y en un libro de historias cortas, además de dos proyectos literarios que se encuentran en el primer lugar en la categoría de ensayos en la plataforma de Storypop en donde se actualizan periódicamente: “La inmortalidad del cangrejo y sus derivados” (Antología de columnas de opinión) y “La colección de Flash presenta” (Selección de reseñas musicales).