Revista Literaria Trinando - No. 15

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PÁGINA 27

BRISA BEATRIZ RAMÍREZ CONTRERAS -MÉXICO-

Brisa Beatriz Ramírez Contreras es contadora público egresada de la Universidad Metropolitana de Monterrey, empresaria y escritora mexicana. Actualmente cursa un taller de dramaturgia impartido por la escritora Thelma Sandler, organizado por la dirección de cultura de Monterrey en el Museo Metropolitano de Monterrey. Ha participado en el colectivo Pájaros en el Alambre, Las plumas del Gallo y Letras con Historia Café Literario. La autora nos comenta que en sus ratos libres gusta de vender bollos y tostadas con salsa de la que no pica.

Mi despertar

En esa enseñanza que habían impuesto sobre mí, me propuse cambiar las estrechas líneas de mi mente que a menudo se torcían en ángulos caprichosos y decidí caminar en línea recta para desenmarañar mi verdadera esencia… lo que soy… lo que creo.

Debo confesar que no siempre tuve éxito, me perdí irremediablemente como se pierde el sol al final del día… es imposible caminar en línea recta sin encontrar obstáculos inflexibles, pero no podía retroceder.

Fueron necesarios muchos tropiezos, muchas angustias y pruebas, pero poco a poco fui avanzando, fui creando un diario en mi interior, con un nuevo lenguaje que no conocía… pero que fluía y emergía con naturalidad, como si siempre hubiera estado ahí… De pronto y sin pensarlo, el mensaje se estaba escribiendo, era cuestión de darle forma, de darle sentido y comprender que aquello no era una simple construcción mental, era la médula de mi conciencia… el despertar de mi esencia.

Me encontré

Era una forma hueca, utilizada para transportar un alma sin vida… era a enterradora de mi propia alma… la llevaba difunta dentro de éste horrible estuche que tanto odiaba, guardando todo lo que quería ser y no me lo permitía.

Consiente siempre de mis límites mentales, nunca me lo permití.

Fue un largo camino cargando con eso que tanto pesaba, tardé mucho en encontrar la energía para revelarme… No contra quienes apagaron mi sueños, sino contra mí misma.

De pronto detuve mi camino, ese que me llevaba a ninguna parte y pensé: ¿Quién seré en algunos años?... La pregunta fue como un pequeño oasis en un desierto infinito.

Me colmé de esperanza y aunque sabía que el mundo seguiría siendo cruel, por primera vez pude ver frente a mí dos alternativas: o me convertía en cómplice asesina de mis propios sueños, o me encerraba en mi mente transformándola en fortaleza.

Opté por lo segundo y entonces… me encontré a mí misma.

Los sentires del despertar.

Quizás hoy te sientas tan extraño a este mundo, desencajado, transitando casi invisible ante los demás, como si hablaras un idioma distinto y pareciera que nadie te entiende, sientes la profunda necesidad de explicarlo pero parece que no te escuchan, pero déjame decirte que no es que sea así… lo que sucede es que los demás no están en la misma transición por la que tu estas pasando, es imposible que te comprendan.

En ocasiones te sentirás solitario, aun cuando estés en compañía. Comenzaras a apartarte de ciertos círculos que te hacen sentir estancado… pero no te sientas culpable… es porque existe en ti la inevitable necesidad de avanzar, de llegar a eso que te está llamando.

Comenzarás a observar las cosas con más detalle… cada amanecer, cada sonido, cada acontecimiento en el universo… ese es el despertar de tus sentidos, de tu conciencia.

De pronto te invadirá la tristeza y llorarás sin razón alguna porque tienes tantas preguntas profundas y no logras encontrar la respuesta… y es que las transformaciones son dolorosas, inconscientemente nos negamos al cambio y más aún cuando son radicales… en el fondo sabemos que viene un acontecimiento inimaginable, un conocimiento que superior que trascenderá tu alma... No tengas miedo, permite que suceda, deja que todo fluya, ten paciencia… estás por encontrarte.

Después de mucho tiempo

Vivía encerrada en mi cráneo, flotando a la altura de un colgado, tenía conciencia de mi misma como una multitud de pensamientos desordenados… pensamiento que al final carecían de sentido, convirtiéndose en una masa de palabras vacías, sin esencia. Era un pantano donde no florecía nada, solo flotaban enredaderas sin raíces que formaban tejidos angustiosos. Sabía que yo estaba en alguna parte detrás de mi mente, pero me era imposible encontrarme y decir quién o qué era yo.

Fueron necesarias muchas vidas para aprender cómo callar los murmullos, detenerme en el silencio de mi interior y por fin, después de tanto tiempo encontrar mi esencia… encontrarme a mí misma.

Somos eternos

Lo único que envejecen son nuestros cuerpos,

El espíritu permanece trascendiendo a través de los tiempos.

Porque somos eternos… infinitos.

Después de tantos siglos… y después de tantas vidas,

Nuestros ojos al fin comienzan a abrirse, para recordar lo que siempre fuimos.

Está en ti

Fue casi mágico...

mirar aquellos ojos salvajes,

sin miedo, y tan llenos de libertad.

Los había buscado con tanto añoro...

y fue en el espejo donde los vine a encontrar.

Nada cambia sin voluntad

No se puede recorrer dos veces el mismo rio

Pretendiendo que llegue a diferente lugar.

El agua como la esencia busca su cauce,

Es difícil que lo puedan cambiar.

Podrán transformarlo por momentos, obligados quizás,

Pero siempre sigue su naturaleza… nada cambia sin voluntad.

Vive

¿Cuál es el sentido de la vida?, a menudo me hacía esta pregunta… ¿Se trata acaso tan sólo de nacer, crecer y morir?... Nunca creí semejante cosa. Habemos quienes en nuestro afán por darle sentido a nuestra existencia, buscamos una definición más profunda. Después de mucho aprender a observar la vida, aprendí que lo verdaderamente importante no es hacia dónde vamos… lo más importante para mi… es el camino.

Sucede que de pronto nos concentramos demasiado en lo que hay al final del camino y nos olvidamos de vivir el trayecto… Decía mi padre: “Hija, vive intensamente, aunque sean solo instantes, observa la vida, pues nadie más la verá con tus ojos, nadie sentirá con tus manos, es tu trayecto” y entonces aprendí a vivir a flor de piel.

No sé cuál sea para ti el sentido de la vida… tal vez se trata de terminar proyectos y lograr objetivos personales, pero sea cual sea, disfruta el camino… porque muchas veces al cruzar la meta, no siempre encontramos lo que estuvimos imaginando, así que, de vez en cuando observa lo que hay a tu alrededor, bueno o malo es parte de tu búsqueda… Si al final del camino no encontraste lo que esperabas, al menos fuiste feliz en el trayecto.

Encontrar aquello que nos apasiona, servir con nuestros dones y capacidades, nutrir el alma, alcanzar la conexión con nuestro interior, trascender en espíritu, amar, crear, compartir… vivir.

Ese…. Es el verdadero sentido de la vida.