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LA AGONÍA DEL AMOR
Nos deleitamos al mirarnos a los ojos
y siento que tu mirada es mi hogar
Pero en la agonía del amor
quien te ama es tu remedio
Se convierte en un refugio
un lugar sagrado
dando abrazos que recuerdan
un caluroso ritual
Que renueva la esperanza
de un futuro no letal
Con amor en la vejez
Para sentirse inmortal
* * *
Bosque de recuerdos
Por la ventana se va mi mente
en este melancólico mediodía
Algunas ideas cruzan un bosque
donde cada árbol es un recuerdo
Y en ese bosque
mi mente choca y choca
me retrotrae sentimientos
algunos bellos, otros no tanto
Y mi mente tropieza
con la raíz de tu recuerdo:
tu cara de cristal
tu piel de cuero
Tus abrazos de fuego
Tu lengua filosa
tu pelo castaño
* * *
Cavando la tumba
¿Cuántas veces
creí haber llorado
por última vez?
¿Cuántas veces
fui cavando la tumba
de este gran amor
con cada equivocación?
Y ahora, que ya no estás
me siento solo,
vacío y triste
cerca del final.
* * *
Como la arena entre los dedos
Hora a hora
día a día
se deshoja
nuestro amor
Se va apagando el fuego
se va quedando sin luz
sin calor
Sin nada
Ya no es más
que una unión, una convivencia
producto del acostumbramiento
nada más, nada más
Duele afirmarlo
Duele asumirlo
pero mis ojos
ya no se iluminan con tu presencia
Mi corazón
ya no se acelera con tu llegada
Tu cuerpo ya no enciende mi llama
Tu cuerpo ya no me genera nada
Es que con el correr del tiempo
se va perdiendo el encanto
y se esfuma la magia
como la arena entre los dedos
* * *
Como una estaca
Desde el mar de la playa hacia la arena
me muevo en este sendero de placeres
en una noche oscura repleta de vaivenes
de mujeres colombianas de tez morena
Ningún amigo me salvará del naufragio
ni de que remplace tu calor
con mujeres de otro color
Aunque eso quizás no sea un buen presagio
Es que después de tanto alcohol
me he dado cuenta que nada en este mundo
reemplaza los beneficios de tu amor
ese amor tan cálido y profundo
Y en esta mañana de resaca
me he dado cuenta que al despertar
es tu voz lo primero que quiero escuchar
y es el silencio el que se clava en mí, como una estaca