BLANCA LYDIA MORENO BALDERAS  - MÉXICO-

Nuestro secreto...


Vaya forma de amarnos,
a punto de despedirnos
¡y ya nos extrañamos!
Aprietas mi mano
como pidiendo no irnos,
el reloj sigue su curso
y nosotros sin sentirlo.
Beso tras beso,
te ciñes a mi cuerpo,
con caricias insinuantes
y con todo este cariño.
Tus labios me piden
regarle otro segundo,
el silencio se rompe
con tus suspiros y los míos.
Habrá otros atardeceres 
encerrados tú y yo juntos,
donde haremos de esta historia,
nuestro secreto más profundo.

 

*    *    *

 
Entre tu amor y mi compañía...


Se van las horas...
Se van los días...
va creciendo el deseo
y también las mentiras.
Entre tu amor y mi compañía...
No hay punto de comparación,
ella cree que te tiene consigo,
aunque tus pensamientos
¡vuelan conmigo!
Mi compañía me trata como princesa,
queriendo ganar mi atención,
pues siente que alguien más... 
¡Se ha adueñado de mi corazón!
Entre tu amor y mi compañía...
Tú haciéndole el amor, recordando mis caricias,
Yo, cerrando los ojos, la boca, el alma,
para no gritar tu nombre...
¡Cuando él me besa por la espalda!

 

*   *    *

 
Lunas de soledad...


En el desierto de mis Lunas...
me coquetea la soledad,
viene, me sacude y a veces...
¡Me ha hecho llorar!
Tintinea con un sonido insistente
bajo la profunda oscuridad,
es agudo, frío y vibrante,
¡Ha hecho a mi pecho temblar!
En el desierto de mis Lunas...
¡Nunca, nada es igual!
me ha sonreído la tristeza,
¡Y hasta el silencio suele gritar!
Son tantos los sentimientos,
unos mueren, otros vienen y se van,
lo único que nunca cambia...
¡Es la inspiración de mi versar!
En el desierto de mis Lunas...
Escribo de todo mi suspirar,
de cada línea que culmina
con un nuevo despertar.
Respiro hondo y profundo...
Mientras acaricio a la locura
abrazándome a mis Lunas
¡En el desierto de mi soledad!

 

*    *    *

 
Embrujo de amor...


Ella, lo amaba como el cielo a las estrellas, sus ojos eran dos luceros que iluminaban su sonrisa, buscaba a veces robarle unos minutos, por si el cielo agotaba su existencia.
Él, su fiel compañero, la observaba sin decir palabra alguna, la cubría de besos con cada una de sus miradas, haciéndole el amor a pesar de las distancias.
Ella, jamás intentó retenerlo, pues sabía que el destino les había impuesto diferentes rumbos, más a pesar de no tener futuro, le entregó su corazón, su alma y sus sentidos.
Él, muy rara vez corría a su lado, lo detenía "el qué dirán" muy a pesar de sentirse enamorado; las noches de luna solía al cielo cantar, cual nahual en busca de un amor para robarle el alma.
Ella, con su sonrisa mágica lo hacía regresar, seduciéndolo con su piel acaramelada, sabía bien cuál era su debilidad, y le mandaba con el viento su fino aroma que lo embrujaba.
Muchas noches el ritual se llevó a cabo, ella con su mágica seducción y él con su aroma transformado, quizá será hasta otra vida que ambos puedan ver la luz del sol, y dormir por muchas noches cobijándose con sus carias palmo a palmo.
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*-     *    *
 

Libre como el viento...


Anoche soñé que volaba...
mis alas eran hermosas y con ellas el cielo entero surcaba, 
el viento en mi rostro provocaba tantas sensaciones
como la de estar en libertad y de emoción extasiada.
La bella luna acompañaba mi vuelo cándidamente, 
mientras las estrellas me pedían volar más alto, 
a medida que lo hacía mi cuerpo se iba aligerando, 
la paz me invadió total y plenamente.
¡Era yo en mi máximo esplendor!
con aquellas alas guiándome por toda la cuidad 
mientras la mayoría de las personas dormían, 
y yo, yo estaba feliz planeando por el azul del manto.
Me deleité tanto de ese silencio nocturno, 
que me atreví a ir más allá del horizonte,
rompiendo con las distancias que a veces parecen lejanas,
así sin más ni más viaje entre los continentes.
El océano gritaba ansioso que lo visitara, 
y cuando lo miré desde el cielo, imponente en toda su inmensidad, 
fui bajando lentamente buscando percibir de cerca la cálida brisa, 
mientras ella humedecía mis ojos, los que lloraron al ver tanta belleza ahí postrada.
¿Qué más podía pedir?
si la luna se reflejaba en las suaves olas y en mis alas, 
¡mis bellas alas, que no paraban de aletear!
haciéndome creer que era toda una reina en pedestal
con el poder de frenar el tiempo, para hacer todo más real.
Hubo un momento en que estiré mis manos 
tocando suavemente la superficie del mar,
¡hubiese querido que durara más ese instante!

en que me sentí feliz y dichosa pero a la vez apabullada 
de que el universo me permitiera ese encuentro lleno de magia.
Vi a distancia algunas rocas y decidí plantarme ahí 
en medio del océano, así me mantuve observante, 
hasta que la luna comenzó a darle paso al sol brillante,
justo en ese momento mis alas envolvieron mi cuerpo
y desperté en mi cama con un rayo de sol 
que entraba por mi ventana.
Aún sentía en mi rostro la brisa 
y seguía llorando pero de alegría, 
¡deseando que no hubiese sido un sueño!
y seguir volando con rumbos inciertos
¡Libre como el viento!
sin ser prisionera ni del destino, ni de los tiempos.

 

*   *    *

 
En noches como ésta...


En noches como ésta...
Que no te tengo a mi lado,
observó a la hermosa Luna
e imagino mis brazos
por tu cintura rodeando.
En noches como ésta...
Suelo amarte como nunca
y extrañarte amor hasta el llanto,
delineando tu figura...
¡Aquí pegadito a mi costado!
En noches como ésta...
Mi alma va hasta tu camino,
¡te besa y abraza cual brisa fina!
besando cada parte de tu rostro...
¡Que se ha convertido en mi mayor tesoro!
En noches como ésta...
La luna es mi fiel testigo,
de que hoy te amo más que ayer...
¡Y mañana más que hoy, amado mío!

 

*    *    *

 
En aquel boceto...


Sólo un boceto de mí
ha quedado en tu mente,
que seguro será para ti
un recuerdo hiriente.
De esos que cuando los ves,
sabes que te duelen,
y por más que intentas
de él no puedes deshacerte.
En aquel boceto...
Te dejé mi aroma,
te dejé mis miedos,
te dejé mi amor,
con algunos versos.
Con la transparencia igual
de cuando decía quererte,
mirándote a los ojos
y fingías no verme.
Te he dejado amor
libre como el viento,
el mismo que ayer
te planto un último beso.
Te he dejado solo,
con aquel boceto
para que no olvides nunca
que fuiste tú mi amor...
¡Quien tatuó sus besos, 
por todo mi cuerpo!

 

*   *   *

 
Partida a la mitad...


En esta solitaria mañana,
amanecí sin tus brazos,
sin tu calor a mi espalda,
sin esa forma de ti...
¡Que tantas veces me he imaginado!
Y hago la misma pregunta día a día...
¿Por qué no estás aquí, a mi lado?
¿Por qué la distancia nos ha separado?
¿Qué fue lo que hicimos mi amor?
Para ganar este castigo...
¡De estar tan alejados!
Mis noches, son noches sin Luna,
mis días, son días sin Sol,
pegada a un teléfono esperando a oírte,
y cuando al fin lo haces...
El tiempo parce carrerearme,
y quisiera huir para que no me alcance.
¡Y te amo, como nunca a nadie!
¡Y te extraño mi amor!
No imaginas, no sabes...
¡Como duele este extrañarte!
Tú, sin mí...
Yo, sin ti...
Y una absurda forma de amar,
que me tiene partida a la mitad.

 

*   *   *

 
Aposté por ti mi amor...
Cuando me vi de tu lado,
imaginé que me llevarías al altar, 
tomada de la mano
logrando así completar
mi deseo más soñado.
Sin embargo...
no hubo ningún papel,
ni firmas, ni contratos,
sólo éste gran amor
¡Lo demás se fue ganando!
No todo ha sido felicidad,
ha habido muchos altibajos,
pero la fuerza de nuestro amor,
nos ha ayudado a superarlos.
Y así se fueron acumulando
veintisiete aniversarios,
uno a uno con su propia historia
de este par de enamorados.
Aposté por ti mi amor...
¡Quizá lo hice sin pensarlo!
más en tus ojos hubo algo
que me dijo que eras tú,
tú el indicado.
Logrando edificar un hogar,
para nuestros hijos tan amados,
con quienes sin duda alguna
veremos llegar amor mío...
¡Otro aniversario!

 

*    *    *

 
Muero de celos...


Recordando a diario 
que en tus ojos no me veo, 
que tus labios no los toco, 
ni eres tú quien me da consuelo, 
en esas malditas noches 
que imagino como tu sonrisa 
es a otra a quien le acaricia.
Y me dices...
¡Que tenga calma! 
¡Que ya llegarán los días 
en que pueda despertar junto a ti cada mañana! 
Mientras tanto, me calcinan el corazón 
¡los malditos celos! 
Clavándose como dagas
hasta en mi celeste cielo, 
cuando busco tu mirada en el atardecer 
sin hallar tus dos luceros.
¡Odio amarte! 
¡Porque no te tengo! 
Odio haber caído en el infortunio 
de no tenerte como mi dueño, 
así lentamente muero de celos...
Hasta de tu sombra, 
que se queda con al aroma de tu cuerpo.
¿Hasta cuándo he de amarte? 
Sin que sienta como se agita mi pecho,
tan sólo de pensarte y saberte lejos. 
Me enfermé de amor, mi amor,
me enfermé de celos, 
me enfermé de ti y tú mi amor...
¡Tú, tan lejos!

 


 

lyly
D.R.A.
MÉXICO

 

Seudónimos: Lyly o Blankita Moreno
 
Nacida en un 9 de julio de 1972 en la Ciudad de México, originaria de San Bartolo Ameyalco; actualmente radica en Santa Rosa Xochiac, pueblo aledaño a su comunidad de origen, entre pedacitos de cielo y nubes de algodón (como ella misma lo describe). Es la hija número tres de seis hermanos; amante de la naturaleza, soñadora y muy inquieta; comenzó a escribir desde los siete años, plasmando de la vida todo aquello que a su corta edad, creía extraordinario, situación que le generó tener que ser enviada al psicólogo para tratar de entender que la motivaba a escribir y dibujar de la forma que lo hacía; acto que la motivó, pues encontró en sus letras la forma de expresión que hasta ahora conserva. Autodidacta por naturaleza; siempre fue una estudiante de excelencia, sin embargo la vida no le sonrió profesionalmente, pues tuvo que dejar la escuela a los quince años para dedicarse a trabajar y aportar al ingreso familiar. A los dieciocho años logró entrar a trabajar a los Servicios de Salud Pública, donde se desempeña en actividades de Técnico de Estadística dentro del área médica; irónicamente los números se apoderaron de su existencia por lo que dejó en el olvido sus letras. Su único defecto (que engloba un mundo de ellos) es la sensibilidad que predomina en su ser. Afortunada madre de dos seres increíbles: Ana Karen y Jaziel a quienes ama sobre todas las cosas; trata de mantenerse siempre como un ejemplo para ellos. Sus letras las retomó hasta el año 2013, bajo la influencia de los diversos tintes del amor recomenzando así su vuelo, disfrutando al máximo del tiempo que la vida le ha extendido, publicando en las redes sociales (principalmente en Facebook y YouTube) siendo reconocido su trabajo por diversas páginas poéticas. Sorprendida de lo que sus letras causaban en sus seguidores decidió aventurarse a declamar sus propios textos, así se convirtió en locutora radial por internet, con su programa “Sonidos de Mujer”, actividad que hasta hoy la hace sentir como “pez en el agua”.
Actualmente es miembro activo de la AME  (Asociación Mexicana de Escritores) difundiendo su sentir en los diversos eventos que la asociación organiza.

 

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