Nací y vivo en la ciudad de Bogotá; escritora, poeta, a veces hago crítica política y social, y además soy criminalista de profesión.
Porque nada está escrito, todo está por escribirse, por relatarse y por contarse, es por eso por lo que me dedico a este bello oficio, para que por medio de mis líneas se transporten a otras realidades y puedan comprender las emociones humanas y no tan humanas.
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Sed de sal
El fondo está seco
El mar juega al otro lado
El cielo se ríe, se burla
Porque en mis pies no se posa la espuma.
El camino es largo
Mi espíritu errante,
No deja de buscarte.
Las espinas del desierto
Son largas y lánguidas
Las ansías se convierten en tortura,
Deseo que la sal enjuague mis heridas.
Ser prisionero del anhelo
Es pésimo castigo
El mar está del otro lado
No lo puedo tocar
La divinidad no se compadece
De está alma rota y cansada
Que solo quiere dormitar
En espuma de arena y sal.
Ya no queda espacio en blanco
La tinta se corta, se riega, se corta
Los versos se convierten en ecos
La poesía es un hermoso sueño
Vívidos son los sonetos
La tinta se corta, se riega, se corta
Si no hay dolor, no puedo sentir.
* * *
LA HORRIBLE NOCHE
Llega sin avisar en una mañana
Donde todo parece normal
El sol se oculta aterrorizado
Detrás de mi horrible tormenta
Apaga las estrellas fugaces
No intentes calmar la mar que se agita
El visitante que no es extraño
Se queda para el té de las cinco
Es mi eterna compañía
Esta interminable desdicha.
* * *
GLASGOW
La melancolía no es una actitud
La melancolía es una máscara
Que arranca sin piedad
La piel de mi rostro
Para dejarme sin belleza
Para dejarme sangrante y dolorida
Para dejarme sin voz de tanto gritar
Dejarme sin luz después
De tanta agonía incontrolable
Para instalarse en mi existencia
Para invitarme a jugar en el filo de la cornisa
La melancolía no es una actitud
No es un viento pasajero
Es mi amor propio que se fuga por la ventana
Es mi desespero por armar una fachada
Una sonrisa falsa, un circo
Para seguir muriendo por dentro
Una y otra vez.
