STEPHANY CAPETILLO CABRERA  - MÉXICO-

ES MI GOLPIZA Y USTED NO SE META...

 

 

 

... Que complicado es no hacer nada a veces, en serio, podría afirmar que es mucho más duro que buscar una solución, recopilar mil quinientos pretextos para quedarse en una situación donde para salir solo necesita querer hacerlo, debe ser bien complicado...
... Llegan a nuestras manos miles de denuncias de lesiones, las desarrollamos, las acreditamos, le buscamos un albergue a la pobre víctima, le damos terapia y un día desaparece...
... No podemos presionar a estas personas a despabilarse, porque entonces nos volvemos igual de abusivos que la situación en la que se encuentran, es cansada hastiante y desesperante y te dan ganas de caer en modismos como "pues ella se lo busca " " es la vida que le encanta" "así es feliz y que le vamos a hacer"...
... No, ellas nos son felices y no porque yo lo digo, sino porque han caído debajo de un represor aún más peligroso que quien las abusa, han caído en un temible estado de ceguera...
... Rendirnos con las mujeres que sufren abuso, con los niños que sufren abuso y por qué no decirlo con los hombres que también pueden sufrir abuso, es darles la espalda...
... Cuando una víctima te diga es mi golpiza déjame... No la dejes, no le insistas, pero no la dejes, no la obligues a salir, pero no la dejes sola...
... Hacer que alguien acepte que eligió un criminal como pareja es algo complicado, lo siento señores, pero para mí el abuso en cualquiera de sus formas: físico, metal, emocional o sexual es un acto criminal, un antisocial pues...
... El primer paso para salvar a alguien de una situación de abuso es conseguir que acepte que está siendo abusado, empoderarlo y hacerlo tomar una decisión... Usted no puede salvar a una víctima que no desea ser salvada... Usted no puede hacer nada con la gente que voluntariamente y porque no conoce otra cosa, se pone en manos de victimarios... Usted tiene que ofrecer su mano, pero no puede obligar a nadie a tomarla.
 

 

*   *    *

 

EL COMEDIANTE.
 

Una novela de Male Capetillo...

 

 

"Había llegado el día del que nadie quiere hablar, mamá ha muerto, me han avisado por la mañana, debo de ir donde el abuelo y juntos tratar de recoger la mierda humana en que se ha convertido mi padre, viajar hasta Seattle con su clima gris y sus lluvias de todo el día, ya somos tres putos viudos, ir en un auto con un niño de tres años que no para de preguntar por su abuela y por su madre, vaya pareciera que fue ayer cuando rezaba con su madre para que hablara y ahora solo puedo pensar en que se calle, el día empezó más o menos así."
 
- ¿Alo? -
 
- ¿Daniel Morrigan? -
 
- Al habla -
 
- La señora Morrigan ha muerto -
 
El tono del teléfono perdió sentido y no fue necesario decir más, apagó el televisor que reproducía las fantasías animadas de ayer y hoy, subió apretando los dedos en la barandilla de la escalera, se sintió mareado, confundido, se sintió solo, abrió la puerta de madera de la que colgaba el dibujo de un niño pequeño. Dos personas de la mano y una persona en el cielo con alas, medio escrito "i love u mom".
Caminó tambaleante hacia la cama de su hijo como quien busca a tientas un madero que flota en un naufragio, al sentirla se subió y se acurrucó buscando el consuelo que debería de proporcionar, lo abrazó tan fuerte que esa pequeña masa humana preguntó:
 
- ¿Tuviste un susto papá? -
 
- Mmmm -
 
- Apestoso te protegerá -
 
Daniel miró al oso de peluche que su mujer había tejido mientras esperaba paciente el proceso de la quimio, era un osito café disfrazado de superhéroe, su logotipo era una amarilla D en el pecho, un modo que su mujer eligió para recordarle que debía ser un super papá para su pequeño cuando ella muriera. Cerró los ojos e intentó no pensar en la morfina que había en el botiquín, lo despertó el teléfono, hubiera querido no contestar, miró el reloj y eran ya las cuatro de la tarde, recordó que tenía un hijo y lo buscó entre las sábanas, no estaba.
 
- ¿Pequeño Jhon dónde estás? -
 
El teléfono sonaba.
 
- ¿Pequeño Jhon, Apestoso dónde están? -
 
Bajaba las escaleras frenéticamente y el teléfono aun sonaba.
 
- ¿Pequeño Jhon? -
 
El sonido de un plato haciéndose pedazos contra el piso y el sonido del teléfono de casa.
 
- ¿Ho- la...? -
 
-No contestes pequeño Jhon... -
 
- Hola Gran Jhon -
 
Daniel apretó sus labios hasta que perdieron el color y vio a su hijo responder inocentemente.
 
-Aquí está, sí, estaba dormido, se me ha caído el plato, sí el de arriba, sí tengo hambre, sí dímelo; jajajaja eso no es cierto Gran Jhon, los peces no se orinan yo sé otro: había un patito, se llamaba pegamento, se cayó y se pegó, papá dice Gran Jhon que te va a llamar. -
 
- Sí hijo, te puse las caricaturas en la sala ¿Puedes ir a verlas en lo que te llevo la comida? -
 
- Estás enfadado papá -
 
-No-
 
- Sí lo estás porque cuando estás enfadado me dices hijo. Vamos señor apestoso que aquí no nos quieren -
 
El pequeño Jhon se fue con el pijama mojado de orín y su oso percudido arrastrando una caja de cereal a medio llenar, se sentó en el sofá y fingió no escuchar los gritos en la cocina.
 
Suena el teléfono.
 
- ¿Para qué te quedaste al niño Daniel? -
 
Silencio
 
- Te estás tomando el botiquín de tu mujer seguramente eres igual que tu padre, ya te he depositado una cantidad decente, contrata una niñera por amor de Dios, haz algo de tu vida, ¿Quieres ser un mediocre alcohólico como tu padre? Tú tenías talento, tú eras alguien Daniel, tú no eras un fracaso al que contrataban por pena, ¿Supiste que está abriendo los stands ups de jóvenes de tu edad? Lo único que da risa es verlo caerse de borracho entre las mesas y fingir que no pasó nada. Menudo pedazo de imbécil. -
 
" Seguro aquí te estás preguntando si soy una mierda de papá con el pequeño Jhon, quizás te preguntes porque carajo no le cuelgo el teléfono, pero tengo que decirle que mi mamá acaba de morir, lo que va abrir toda esta historia sobre los tres mejores comediantes."
 
- ¿Ya terminaste Gran Jhon? -
 
- No, yo nunca terminó, siempre tengo algo espectacular para cerrar, no te anticipes...-
 
-Mamá murió, tengo que...-
 
- Corre, te veo ahí -
 
El pequeño Jhon había subido a su cuarto y metió en su back pack la bolsa de cereal y a su señor apestoso, igual su cobija predilecta, tomó un libro de cuentos y un sobre manila media carta. Fue al baño se subió en su banquito rojo de tortuga y se lavó la cara; en su espejo estaban pegadas las afirmaciones que hacía con su madre, él no sabía leer, pero las había aprendido a fuerza de repetirlas, pasando su dedo índice como hacía con ella repitió: "sé bueno, da gracias y pide perdón, nunca olvides que ¡Mamá te ama!". se metió al baño e intentó asearse solo, cuando su padre subió y entró se le formó un nudo en la garganta.
 
- Ya empaqué mis cosas papá -
 
- ¿Para qué has empacado? -
 
-Porque me vas a llevar a la casa hogar -
 
Daniel se sintió del tamaño de un guisante solitario, su pequeño hijo pensaba que iba a abandonarlo, las lágrimas se le subieron de golpe y corrió a arrodillarse junto al pequeño.
 
- Tú y yo qué -
 
- Solos solitos contra el mundo -
 
- Jamás pequeño Jhon, jamás te voy a llevar a una casa hogar y si algo pasara, Ivette se haría cargo de ti y apestoso, pero te prometo que voy a estar contigo hasta que tengas novia y no quieras que me quede con ustedes -
 
- Papá qué es una novia ¿Es una enfermedad? -
 
Daniel se dio cuenta que la infancia de su hijo se reducía a un universo de medicinas, hospitales, enfermeras, pláticas de qué pasaría con él, se dio cuenta de que la infancia del pequeño Jhon había sido miserable los últimos meses y cuando recorrió el asco en que se había convertido la habitación, sintió un escalofrío: se estaba convirtiendo en su propio padre.
 
" Bañé a mi hijo largamente, le lavé el cabello, detrás de las orejas, le corté las uñas, le cepillé los dientes, lo miré hacer burbujas tratando de ignorar la voz que me llamaba como canto de sirenas al botiquín lleno de todas las drogas posibles, me imaginé preparándonos una malteada especial y terminando con todo esto de una vez por todas, pero su risa, su risa de bebito que aún conserva me sacudió los demonios. Tengo que ir por mi padre, tengo que enterrar a mi madre, tengo que sacudirme el olor a morgue y criar a mi hijo."
 
- Vamos a hacer maletas -
 
Notó que las risas del niño se apagaban y bajaba la mirada.
 
- Mírame bien pequeño Jhon, no te estoy engañando no vamos a una casa hogar -
 
- ¿Y a dónde vamos papá? -
 
- Vamos a ir por tu abuelo -
 
-A gran Jhon no gusta que me lleves a los bares -
 
-Gran Jhon es mi abuelo, vamos a ir por mi papá, el hijo de Gran Jhon. -
 
- Pero yo no lo conozco -
 
- Casi nadie le conoce hijo, pero tenemos que irle a buscar -
 
-Pero tenemos que recoger -
 
- ¿Recoger qué? -
 
- La casa papá, sino cuando mamá venga como fantasma se va a poner muy triste, sus flores están tristes -
 
- Te prometo que antes de irnos todo estará en orden, pero ahora salte del agua porque ya no te voy a poder diferenciar de Gran Jhon con esas arrugas. -
 
Seattle. 11:30 pm
 
- Vamos suelten esos jodidos teléfonos, dejen de masticar, pongan sus malditos cerebros a funcionar, ¿Facebook tiene
que decirte qué opinas? ¿Facebook tiene que decirte que decir para que no seas políticamente incorrecto? Hey tú la rubia de la primera fila, ¿Muestras mucho las tetas cuando te dan like? ¿Se te paran los pezones cuando te ponen me encanta? ¡Grábame me vale una mierda! ¡Una mierda es lo que vale esta vida y este lugar! ¿Saben que mi padre salió con Johnny Carson? -
 
- ¡Tu padre si daba gracia idiota! -
 
-Ven y dímelo a la cara negro de mierda -
 
- ¿A quién le has dicho negro? -
 
- A ti, negro -
 
Las botellas empezaron a volar por los aires seguidas de las mesas, el sonido del micrófono que cae, lo derriban, lo patean en el piso, le escupen, le machacan las manos a pisada y él se ríe, se ríe a carcajadas escupiendo su sangre y sus dientes.
 
El show de mierda, ese es él.
 
Se arrastra a la licorería sin saber que los problemas que lleva años evadiendo van a tocar a su puerta de una vez por todas.

 

 

ESTA HISTORIA CONTINUARÁ…
Stephany Capetillo Cabrera ©
Seudo: Male Capetillo ©
México D R A
 

Abogada, profesora, escritora, con maestría en derecho penal y constitucional y ¡¡¡Blogger!!! Sus publicaciones como reguero de pólvora están circulando por todo el mundo generando polémica, toca heridas, ofrece el remedio así sencillo y práctico de " lo aceptas o te dejas de quejar" lo mismo escribe a mujeres que a hombres, a padres y a madres, a hijos de su tal por cual y a los caballeros. Así sin máscaras se desnuda y nos deja mucho que pensar, nos irrita por momentos porque sus verdades nos quedan como anillo al dedo, pero no lo aceptamos, por esa moral que es tanta que hasta doble la tenemos, orgullosa de sus ovarios le dice sus verdades al racista, al homofóbico, al acosador cibernético, al corrupto, bueno hasta al güero desabrido del Donald Trump lo dejó como trapeador.
Casada, guapísima, culta, estudiada, viajada, letrada y conocedora de las leyes mexicanas, arremete contra el machista, contra la feminista, contra el sexista, contra el clasista, contra la discriminación y la inequidad de género, ah, pero eso sí, amante de la vida, la buena comida, el buen vino, las buenas costumbres y de una buena taza de café que le endulza sus mañanas. Leerla es arriesgarse a empezar a pensar diferente, a ser nosotros mismos, así, sin etiquetas ni máscaras de la buena, la mala, la otra, la lesbiana, la puta, la santa, la gorda, la flaca.
Nos invita a viajar a nuestro interior y sacar lo que nos pesa, lo que nos estorba, lo que nos apasiona para transitar ligeros y cómodos en ésta incomoda, pero hermosa vida.
Male o Maléfica como la conocen y se da a conocer, no tiene pelos en la lengua, le da lo mismo ser niña que bruja, educada o pelada, su presencia se nota y su ausencia se lamenta.
 

PÁGINA 9