EDGARDO LUDUEÑA -ARGENTINA-
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En los últimos 30 años, Edgardo Ludueña se ha desempeñado como Arquitecto especialista en planificación y patrimonio histórico (Universidad de Morón, 1992). Entre los años 1999 y 2021 ha participado en el rescate de restos fósiles en barrancas del Río Reconquista (Merlo e Ituzaingò), recuperación de bloques del Tajamar del Molino Harinero de Paso del Rey (Víctor Davout,1859),rescate tangible y fotográfico de bases originales del puente del F.C.O. en Paso del Rey (1859), relevamiento histórico arquitectónico del antiguo Puente Márquez y Catacumbas de Ituzaingò, relevamiento arquitectónico, recuperación y fichado de la Chacra Romero a orillas del río Reconquista (Benoit,1860), relevamiento histórico arquitectónico de la Iglesia Nuestra Señora de la Merced (Benoit,1860), relevamiento histórico arquitectónico de la Casa Correa, segunda mitad S XIX (Merlo), trabajo arqueológico en los terrenos de la actual Iglesia Nuestra Señora de la Merced en la ciudad de Merlo (Benoit,1860), recuperación de material histórico en el pórtico del Cabildo de Luján, Plaza Belgrano de Luján y maderas duras del primer puente de la Provincia de Buenos Aires.
Ha recibido los Premios: “Heraldo Siglo XXI, Merito Comunitario” (Luján, 2015), “Notable de la Comunidad” (Luján, 2018 y 2019) , “Premio Internacional Iberoamericano a la Trayectoria Nevado Solidario de Oro” (San Rafael, Mendoza 2019, 2020, 2021), “Premio Nacional e Internacional Gaviota de Plata” (Mar del Plata 2021), “Premio Nacional e Internacional Obelisco de Oro” (Buenos Aires, 2021) , también ha sido invitado a dictar conferencias, participar en congresos, documentales y muestras.
Sus libros de patrimonio e investigaciones históricas “Viajeros y Juntahuesos en Merlo 1730 / 2005” (1° y 2° edición, 2005), “Pilares de Fe” (2007),“La Casa de los Ameghino” (2011) y “Huesos y Túneles de Luxán 2022”, se encuentran en las siguientes Bibliotecas Nacionales:
1 Biblioteca del Laboratorio de Arqueozología “Ticul Álvarez Solórzano”, Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico Instituto Nacional de Antropología e Historia (Ciudad de México)
2 Colección Nacional de Paleontología, Instituto de Geología, Universidad Nacional Autónoma (Ciudad de México)
3 Museo Nacional de Historia Natural (La Habana, Cuba)
4 Bibliotheca Alexandrina (Alexandria, Egipto)
5 Biblioteca Nacional de Chile (Santiago, Chile)
6 National Library of Korea (Seúl, Korea del Sur)
7 Biblioteca Nacional de Uruguay (Montevideo, Uruguay)
8 Biblioteca Municipal de Cusco (Cusco, Perú)
9 Biblioteca Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia)
10 Biblioteca Bartolomé Calvo (Cartagena de Indias, Colombia)
11 The National Archives and Library Ethiopia (Addis Ababa, Ethiopia)
12 Biblioteca Zenobia del Instituto Cervantes (Nueva Delhi, India)
13 Johannesburg City Library (Johannesburg, Sudáfrica)
14 Bulawayo Public Library (Bulawayo, Zimbabwe)
15 San Ignacio Public Library (San Ignacio, Belize)
16 Biblioteca Nacional de Guatemala L. Cardoza y Aragón (Guatemala)
17 Biblioteca Nacional de El Salvador Francisco Gavidia (El Salvador)
18 Biblioteca Nacional del Paraguay (Asunción, Paraguay)
19 Biblioteca del Congreso de la Nación (Buenos Aires, Argentina)
CONTACTO : arquitectoedgardo@hotmail.com
FACEBOOK EDGARDO LUDUEÑA
FACEBOOK MERLO PATRIMONIO
Tesoro es concentración de riqueza en materiales preciosos que tienen por finalidad servir de depósito de valor económico, pero los que busca Edgardo Ludueña tienen características singulares, no se depositan en cajas de seguridad ni en paraísos fiscales, ni sirven para fondos económicos de familias u empresas. Adquieren valor cierto cuando el hallazgo, a partir del rigor científico y técnico y a través de la confirmación académica pasa a ser patrimonio de la sociedad humana que dispondrá de él para conocimiento y para instrucción de la gente. Entonces podremos apreciar la magnitud del tesoro en cuestión. Una vieja moneda, un trozo de cerámica, un hueso, un instrumento corroído por los siglos; elementos que sin catálogo alguno sirven para componer un cuadro demostrativo de hechos, personas, cosas vinculadas a acontecimientos que trascienden a sociedades y culturas. El valor agregado de estas iniciativas del arquitecto Edgardo Ludueña se da en que sus empeñosas búsquedas ocurren en lo que llamamos “la tierra de uno”: esa tierra querida que tiene por límites el viejo camino real por un lado y los ríos Luján y Reconquista. Estos dos ríos de llanura desaguan casi juntos en la desembocadura del río Paraná sobre el río de La Plata. En este triangulo de unas 5 leguas de lado, indios y gliptodontes, piratas, conquistadores, libertadores, fundadores de pueblos, sacerdotes de fe, dejaron huellas y objetos que motivan hoy los sueños de Edgardo Ludueña. Al fin de cuentas, la sociedad de las personas es la medida de todas las cosas, sus tiempos de años, siglos, milenios, eras, años luz . Los hombres de fe con sus creencias y esperanzas como el que suscribe este prólogo, sumamos a los sueños del buscador de tesoros arqueológicos, arquitecto Edgardo Ludueña.
En el cruce de nuestros dos ríos de llanura con el viejo camino real nos iluminan nuestra patrona, la Virgen de Luján y la Virgen de La Merced, patrona del pueblo de Merlo.
Con sus manos, con la tierra nuestra, una vieja pala, saldrá Edgardo Ludueña a buscar sueños. Que tenga suerte. (1) (1) Prólogo Doctor Aldo Capece , Historiador de la ciudad de Merlo.
1742 FRANCISCO LUDUEÑA
A unos 45 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en el año 1722 toma posesión de unas tierras, Francisco Javier de Merlo y Barbosa, oriundo de Sevilla, España, y construye una capilla en tierras cercanas al río de Las Conchas, que fue nombrada el 23 de octubre de 1730 sede de un curato.
El 10 de Julio de 1742, por certificación expedida por el escribano José de Esquibel, se computaron las familias avecindadas en el lugar donde Francisco de Merlo levantara esta primera capilla y fomentara la fundación de un pueblo, y a las cuales, había repartido algunos solares y casas. Por ser iniciadora, esta fecha es fundamental para comprender el desarrollo de nuestra ciudad hasta nuestros días:
1 Francisco de Leiba, con su mujer y siete hijos
2 Sebastián Sánchez de Balderrama, con su mujer y dos hijos
3 Bartolomé de Sosa, con su mujer y cuatro hijos
4 Pedro Álvarez, con su mujer y dos hijos
5 Andrés Benítez, con su mujer y tres hijos
6 Nicolás Arias, con su mujer y cinco hijos
7 Cristóbal de Izarra, con su mujer y tres hijos
8 Pascual Galban, con su mujer y dos hijos
9 Bernardo de Sosa, con su mujer y tres hijos
10 Francisco de Arévalo, con su mujer y cuatro hijos
11 Domingo de Enrriquez, con su mujer y dos hijos
12 Bartolomé Pereira, con su mujer y cuatro hijos
13 Andrés de Torres, con su mujer y tres hijos
14 Manuel Ramírez, con su mujer
15 Francisco Ludueña, con su mujer y un hijo
Quince familias, que sumaban en total 75 personas, acompañaban por entonces al fundador de nuestro pueblo Don Francisco de Merlo, y con mucho orgullo puedo decirlo, ahí estaba Francisco Ludueña en el inicio mismo de nuestra historia.
En esa época no debían ser más de cinco las casas que habian sido construidas con techos de tejas para los vecinos, los restantes debieron cobijarse en simples ranchos de adobe con techo de cañizo o de paja. (2)
(2) “El pueblo que está fundando en el Pago de las Conchas”, Escribano José de Esquibel. 10 de Julio de 1742. Los Orígenes y la Fundación de la Villa de San Antonio del Camino. Jose Torre Revello. P.27. 1932
Cabe recordar que ninguno de los 15 vecinos empadronados en el censo de 1742 , aparecen registrados en el siguiente padrón de agosto de 1755.
Deducimos entonces que Francisco Ludueña emigró buscando un nuevo destino junto a su familia con anterioridad de la fundación de la Villa de San Antonio del Camino, efectuada el 28 de agosto de 1755 por Don Francisco de Merlo, autorizado por cédula real de su majestad borbónica Fernando VI. Para ese momento estas tierras pertenecían al Virreynato del Perú.
Entre 1730 y 1776 la capilla de Merlo y su Hospicio de Padres Mercedarios ejercieron predominio real y efectivo sobre la zona oeste. Desde 1776 hasta 1864 las tierras ocupadas por las autoridades de la Villa de San Antonio del Camino fueron absorbidas por las autoridades del Partido de la Cañada de Morón.
Estas tierras siempre fueron conocidas con las denominaciones: capilla de Merlo, oratorio de Merlo u HOSPICIO DE LOS PADRES MERCEDARIOS.
Sitio histórico: En este sitio fue levantado un oratorio en 1730 que funcionó como sede del Curato de “La Matanza y parte de Las Conchas”. En el año 1771 fue reemplazado por una capilla, porque amenazaba ruinas. Esta capilla de 1771, fue reemplazada en 1864 por la actual Iglesia de Nuestra Señora de la Merced. Fotos 2021
1942 JULIO ANTONIO LUDUEÑA
“Nací un martes 13 de enero de 1942 en un sitio ubicado geográficamente en el corazón de Córdoba, Achaval Rodríguez y La Cañada (pleno arrabal cordobés, barrio Güemes y el abrojal). Mis abuelos maternos, Manuel Ferreyra y Amalia Maldonado, mi abuelo paterno Jesús María Ludueña al igual que mis padres Julio Héctor Ludueña y Yolanda Benita Ferreyra, fueron oriundos de la provincia de Córdoba, en tanto mi abuela paterna Juana Acosta Oro era nativa de la provincia de San Juan. Tuve una infancia feliz: normal para la época y dentro de la humildad de mi familia, me pude educar en uno de los mejores colegios de la ciudad; el Colegio San José ubicado en Caseros e Independencia. Después de un breve paso por el colegio Deán Funes, mi adolescencia transcurrió en las filas de la Fuerza Aérea Argentina.
Buscando nuevos horizontes y con la confusión de cualquier joven abandoné la Fuerza Aérea para recalar en la Provincia de Buenos Aires en lo que hoy es para mí, la ciudad de mis amores, Merlo. Llegué como cualquier emigrante que sin ser extranjero, emigraba de mi provincia natal para buscar nuevos horizontes en la gran ciudad. Siempre recuerdo con mucha nostalgia y alegría las caminatas realizadas por la calle Falcón, hoy Irigoyen, y de Perdriel a la estación de trenes de Merlo. Caminatas que realizaba a la sombra de viejos eucaliptos que ya no están. Me había ubicado a 32 Kilómetros de capital federal, donde trabajaba, en una zona muy tranquila, placentera y pujante. Poco a poco fui cosechando amigos y con sacrificio como cualquier provinciano que llegó a la gran urbe, comencé a construir mi futuro.
Más conocí a Merlo y más comenzaba a quererlo ¿Sería tal vez que después de muchos años iba a descubrir que Merlo, posiblemente fuera el origen de mis raíces constituidas por el apellido del legendario vecino autóctono de 1742, Francisco Ludueña?
Contraje matrimonio con Graciela Elizabeth Navoni en la Iglesia Nuestra Señora de La Merced ubicada en la zona fundacional de Merlo el 5 de Junio de 1965. Mis hijos: Julio Edgardo Ludueña (1967) y David Fernando Ludueña (1971)”.
1947 GRACIELA ELIZABETH NAVONI
Nací un 22 de enero de 1947 en mi casa ubicada en María Oberti de Basualdo 280 de la ciudad de Victoria, Entre Ríos. Mis abuelos maternos, Venecia Bernardet y David Rocha, oriundos de la provincia de Entre Ríos, mi abuela paterna, María del Carmen Navoni, oriunda de Piamonte, Italia.
Tuve una buena infancia junto a mis queridos 8 hermanos. Concurrí a la Escuela Guillermo Brown de Victoria y concluí mi educación primaria en la Escuela N° 1 de Merlo. Mi casa estaba ubicada frente al Hospital Principal de Victoria, donde viví hasta los 14 años cuando emigré a Buenos Aires. Recuerdo de Victoria con mucho cariño, las Siete Colinas, el Puerto, la Plaza San Martín, los naranjales en el fondo de mi casa, mis amigas de infancia.
Llegué a Merlo a los 15 años con toda mi familia en busca de nuevos horizontes, vivimos en una primera etapa en la calle Perdriel y Falcón y en una segunda, en la calle Monteverde. Conocí a Julio con 15 años recién cumplidos y a los 18 años nos casamos un 3 de Junio de 1965 por Civil y un 5 de Junio por Iglesia. En estos 56 años de matrimonio, hemos pasado por momentos de lucha, felicidad, tristezas, perdida de seres queridos, pero por sobre todas las cosas, juntos y unidos siempre, en forma incondicional. Agradezco a la Virgen de La Merced, estar hoy reunida con mis hijos, nietos, amigos y familiares luego de 60 hermosos años vividos en Merlo.
Potrerito de mi Barrio. Historias en Merlo Norte
“Recuerdo que al conocerte comencé pateando tachos. Nos fuimos juntando una barra de chiquitos del barrio. Ninguno pasaba los 10 y formamos un equipo. En nuestro primer debut recibimos una goleada, de a poco tu campo chiquito te fuimos agrandando y se agrandó mi alegría porque en las tardes de invierno calenté con la garganta todo mi cuerpo y mis sueños hasta transpirar la camiseta.
Potrerito cuanto te quiero, siempre te voy a recordar y así como pasé mi infancia, en las tardes por tu campo, con amargura, algunas con alegrias también, así pasaré mi vida y siempre te recordaré.
Edgar, Guayu, Ale, Piraña, Bochi, Carlitos, Centu, Yonca, Mata Cuco, Beto, El Gordo Gramajo, Pena, Moroco, Mata Cuco chico, Conejo Fernando, Pistola, Pistolita. Diablos Rojos Vs. Los Calaveras.
Don Julio” (3)
(3) Escrito inédito de Julio Antonio Ludueña realizado el 27/12/78
Julito, quien será el protagonista de una nueva investigación volcada a formato de libro, llegó a Merlo el 17 de septiembre de 1961, y hacia 1978, escribe sobre nuestra infancia en un potrero o baldío de tierra, que se ubicaba enfrente de su vivienda en la calle Dorrego 523 de Merlo Norte. El producto de una creciente proliferación urbana, hizo que este potrero, o cancha de futbol de tierra, hoy no exista más, como tantos potreros, como la vida misma de Julito, que se apagó a los 79 años y 7 meses de vida, el pasado 17 de agosto de 2021.
La investigación será también un homenaje a los miles de adultos mayores con problemas típicos de sus edades: salud, falta de tiempo para continuar viviendo, soledades y temores propios que nos deja la actual pandemia.
Relacionado a la parte más importante de su vida (60 años en Merlo Norte) hablaremos sobre temàticas de actividades sociales, culturales y deportivas, además de describir hitos patrimoniales destacados de la localidad de Merlo Norte.
