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PÁGINA 32

SOLANGE DÍAZ MARCOS -CHILE-

(Buenos Aires, 1976) chilena-suiza de ascendencia palestina. Vivió en el exilio en Chile y Suiza. Es pintora, ilustradora y poeta, inscrita a los derechos de autores chilenos “Crea Imagen Chile” desde 2019. Presentó en 2019 en Chile una jornada cultural “Palestina”, su exposición “Mujeres” en la tarde de arte “Diferentes pero Iguales”, en 2020 “Mujeres y resistencia” en Chile, participo en las exposiciones “Telling the Palestinian Story” del museo de Palestina en el Connecticut, EEUU, “The impossible dream” en Washington D.C., EEUU, “Movimiento global feminista” en Leipzig, ALEMANIA y en 2021 “11th Grido di Donna” en Venecia, ITALIA.
Actualmente, prepara su primer libro en forma de diario.
 
Revistas, portada, publicaciones y entrevistas:   
Washington Post – mención de una obra
Soleil Hirsute – portada de la revista, publicación y entrevista
Aldamir – entrevista
Federación Palestina Chile – mención
Noktivaga – publicación
Carcaj – publicación    
 
Instagram
Ilustraciones @solange.d.marcos
Escritos @solange_d._marcos
 
Contacto
Solange.diazmarcos@gmail.com
+56986254776

 

 

XI MANDAMIENTO: HONRARÁS A TU MUJER
 
Sexo débil, nómada
Mi espíritu revolotea
Desligado
Mis pasos me acarrean
Dondequiera
 
Menos a mi meta
           Menos a mi morada
                     Menos a mi destino
 
Zigzagueo entre ciudades
Viviendas me albergan
pero no me amparan
Sus puertas me enclaustran
Silencios incómodos
De reglas forzosas
 
¡No te distingo, mi adulta, mi niña ingenua, mi adolescente esperanzada!
 
Mis aspiraciones
Son sepultadas
Bajo el agobio
De la inmaculada
Nieve helvética
 
Crueldad, vanidad
Egoísmo, racismo
Violencia verbal diaria
Llave censuradora
Desdeña
Oprime el cuerpo
El espíritu se desprende
Forjando alas ceñidas
Por un silencio resignado
Desarrollo usurpado
Compañera esposada
Palabras afiladas se cuelan
Caja torácica comprimida
Lacerada
Por verbos putrefactos
 
Sangre
          debilitada
Camino
          marchitado
 
Bultos de machismo trepan
Por los tobillos expuestos
Se instalan en las caderas
Asfixian el útero inútil
Secan la fuente materna
 
Verbo, palabras, cinismo
Verbo, palabras, mansedumbre
Verbo, palabras, puño
Puño cobarde,
 
Útero sacudido. Despierto.

 

 

*     *      *

 
 
CUERDAS
 
Cuatro.
 
Bajo el cierre, larga melodía
Que me impacienta
Colgada a mi respiro
 
Tomándolo con mis manos ansiosas siento
su vibración, su calor,
esa textura de raso suave, lisa, perfecta.
 
Seis.
 
No son suficientes.
Cierro los ojos y abro la puerta a ese lejano llamado
para saciar esta sed y atracción.
Lo aprieto con ardor contra mi seno
Mi cabello y un poncho nos cubren.
Me sorprende la perfección de nuestras curvas.
 
Diez.
 
Mis dedos sudando lo aprisionan, acarician el mango,
descubren su relieve, se resbalan por sus cuerdas.
Tímido, él susurra un gemido,
un casi inaudible sonido.
 
¿O la tímida seré yo?
¿Estará desafinado?
¿Seré capaz de sacarle aunque sea un murmullo?
 
Empieza la lucha interna.
Las dudas que desestabilizan, interfieren y devoran.
Los temores que desvelan.
El miedo al machismo.
Mi corazón se aferra a esa única nota y a ese deseo refrenado.
 
¿Una mujer tocando charango?

 

 

*     *      *

 
 
LIBERACIÓN DE UNA MUJER
 
Liberación de una Mujer
Espejismo de un camino
De piedras afiladas
Forjada en la arena movediza
De una playa reservada
Para rejas con bisagras
aceitadas con
Testosterona oscura
Amarradas por correas
Hechas de emancipación
 
Senos cargados de una Mujer
Pezones con la materia prima
Del mundo
Lienzo de cuero tallado con
Estrías
Que cuenta cada logro
Como una historia con fisuras
Perlas de Éter
Como conductos auditivos
Que eliminan o celebran lesiones subcutáneas
de una violencia cotidiana invisible
Brutal
 
Cortina de zumbidos en los oídos
Como una sola palabra:
AscensoSilencioDietaSonríePerraHablaCaféCerdaCeloLimpiaPensiónIgualdadCasaBrujaBellaViejaHijosLocaCorreHystericaSonríeEstasConlaReglaKilosPromociónLabiosPiernasMadreZorraCocinaCuloSonríePutaReclinateRicaSilencioNoSilencioNOPromiscuaMalamujerMentirosaIgnoranteAsíteGustaMigranteArribistaMinifaldaTaconesNoTeTocóAyer

 

 

*       *       *

 
 
SOLTAR
 
Parpadear
apretar
cerrar
Los ojos
 
Abrir
soltar
liberar
Esa mandíbula
 
Soplar esa distancia
en un suspiro
prisionero del
timbre de tu voz
 
Estirar
apretar
cerrar
Las manos
 
Abrir
soltar
liberar
Esas piernas
 
Devorar ese instante
en un sonido
ahogado por mi soledad
 
¿Duermes?
 
Mover
apretar
cerrar
Los dedos
 
Abrir
soltar
liberar
Esas caderas
 
Huérfanas de tu sexo
consumidas por
mi propio ardor
Incendiadas
 
Guiar
apretar
juntar
Esos muslos
 
Abrir
liberar
entregar
Mis gemidos
 
Víctimas de tu ausencia
compañeros
de una corriente lancinante
exploradora de mi
ciático insaciable
 
Escucharte
Guiarme
Mojarme
Susurrarme
Amarme
Resbalarme
 
Fuerte
 
Más fuerte
 
Gemir
Gritar
Correrme
 
Contigo. Sin ti.

 

 

*     *      *

 
 
EL MUSO
 
Si debo caer
 
que sea por haber gozado el ascenso por mi sendero marginado, Surco de fuego, comarca desconocida e incomprendida.
 
Si debo caer
 
que sea desde su cumbre por haberme corrido en la cima de la locura, aspirada por una tormenta anónima, un torbellino ajeno.
 
Si debo caer
 
que sea por haberme arriesgado a vivir un idilio a plena luz del día, ardor atrapado en una coraza de contradicción sumergido en sus palabras.
 
Si debo caer
 
que sea doloroso, que mi condena me ate a una pluma, que corra mi tinta, que el pergamino de su piel nutra mis orgasmos, mi memoria, mi olfato, mis labios.

 

 

*     *      *

 
 
LLAGA DE CÓNDOR
 
Bailaba alrededor
Alrededor de mi alma moribunda bailaba
Sus chasquidos profundos y tristes
gritos adoloridos de amante
me atrapaban
me embriagaban
Bailaba frente a mis ojos ávidos
Su antifaz de ave doméstica se apoyaba
sobre una cresta dominante
puerta de una mente brillante
de un cerebro brutal
Miraba de reojo
escondiendo los rasguños bajo sus párpados
Su cuello desnudo era revestido de collares de ardor
envueltos en tela de vanidad
Un plumaje profundo y denso cubría sus tajos lamidos por su ego
Su impertinencia ahogaba la mía en el vino que nos alimentaba
Soltaba plumas para desvestir mi pudor
Extendía su cuello para alcanzar el mío
para resolver el enigma de mis gemidos
Y alimentarse de mi carne descompuesta
Mi mano izquierda despejaba su rostro
Mientras mi mano derecha
jugaba con la muerte
A la puesta del sol se alejaba
víctima de mi amor, de mis necesidades
Extendía sus alas para devolverse
a su propio infierno
y castigarme por el peso de su dolor

 

 

*     *      *

 
 
UN ENSAYO PARA TI

 

A Javier Llaxacondor,
quien editó este poema

 
Palabras una tras otra esparcidas en el bajo vientre
esqueleto de un ensayo, su solapa resumen de lo que es
sus páginas aglutinadas por una savia oscura
brillante, pescadora, que se rehúsa a soltarlas
 
Dedo índice llevado a mi boca, humedecido por una lengua impertinente
saliva del espacio se resbala entre los muslos de mi filosofía
en las huellas, labios curadores soplan sobre las cicatrices, en el hueco de las ingles que alojan el perfume metafísico de quien crees que eres
 
Lomo de cuero caramelo marcado con sello de fuego en letras doradas, rasguñado por mi ansia de leerlo todo, de follarlo todo, letrinas de un rojo sangre entregadas al lector ignorante, expuestas a la crítica, al oxígeno, a tu maldita poesía
 
Manchas de sabiduría
 
Lignina salvaje
 
Vanilla del despojo
 
de mi espalda puesta a disposición de la burocracia.