OLGA MARY VARGAS -ARGENTINA-

PÁGINA 46

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Docente, escritora y busca de llegar a los sentimientos de las personas mediante poemas, cuentos, reflexiones, novelas…
Nacida en Victorica. Fue el primer pueblo fundado en el actual territorio de la provincia de La Pampa una vez finalizado la “Conquista Del Desierto” Actualmente reside en Santa Rosa; Capital de La Provincia (República Argentina)
*Maestra Normal Nacional-
*-1-Realizó cursos de Psicología; Sociología y Didáctica de La Educación; de Proyectos Estrategias didácticas innovadoras para la educación primaria entre otros muchos. -
Autora de dos libros físicos a saber:
*_” Trozos de mi alma”-
*_” Conciencia”-
*Participación con obras escritas en “Cancionero de Los Ríos” Editado por La Cámara de Diputados de La Provincia de La Pampa.
#-El primero es un compendio de poemas netamente romántico.
#-El segundo, como su nombre lo indica, presenta de manera clara y concisa una lucha social y comprometida para despertar Conciencia de los diferentes problemas en todos los niveles: Naturales, geográficos, sociales económicos, políticos y culturales.
Ha participado en más de 25 Antologías: “Ni una más ni una menos”, Antologías editadas por la Biblioteca de las Grandes Naciones...,
*Antología: Bety Cariño- (México)
*Antología: Normalistas: Los 43.-
*“Unamos voces por nuestros cuarenta y tres (43) Normalistas desaparecidos
*Antología: Ni Una Más: Argentina. - (Varias)
*Antología: Diversidad Literaria-: “SENSACIONES Y SENTIDOS”- España- (11/7/2.016)
*DIVERSIDAD LITERARIA
*GRITO DE MUJER En yo amo las letras en Masradio.net - Mérida, México 2016
 por BIBLIOTECA DE LAS GRANDES NACIONES
Libro del Festival Grito de Mujer en Mérida México. Realizado en el programa radial: Yo amo las letras en Masradio.net. Dirigido por Rosario Salazar. Con la participación de 18 poetas de diversos países. Ilustrado por Pola Maulén. Edita: Biblioteca de las Grandes Naciones.
* Antología: Grito de mujer Año :2017
*-Antología Internacional: “Grito de Mujer: Ni Una Más Ni Una Menos “
*-Antología a Susana Chávez
*- Antología “Niños pobres” Año 2018.-
*Escritura de Prólogos en libros físicos de tres amigos poetas. -
Participación en varias Revistas locales como Internacionales. - (Revista Azahar; Crazzi Mate; Mimeógrafo)  
*- Ganadora del 2° lugar en el concurso Internacional de Poesía: “El Molino” con el Poemario: “Trozos de mi Alma “. - (enero de 2.018.-) Organizado por el Escritor; Poeta y Editor Miguel Rubio Artiaga.
*- Rapsoda y locutora en Acrópolis Radio, y actualmente en Andrómeda Radio. -
*Actuante como Jurado en dos Grupos Literarios en tres (3) oportunidades. -
“¿Por qué escribir? ¿Para qué nombrar? ¿Para qué contar? Para entender. Para amar y que te amen. Para saber, para conocer. Por miedo, por necesidad, por vocación, por el placer de la lectura, porque no se elige, como un amor, para hacer surgir los recuerdos y las imágenes, para ser parte del tiempo y quedar entre “su tiempo”.
 

“Vivir se escribe en presente”

 
Cumbre Vieja
 
Un gran estornudo rasga la cima del volcán,
la cicatriz se extiende entre gritos de furor,
escupe infiernos, lanza rayos de lava rabiosa.
Grita, vocifera, se eleva entre vapores hirvientes.
Bocanadas de fuego arrasan la tierra,
descontrolado, el líquido hirviente avanza…
Arden los bosques, los valles…,
se estrella matando, desguazando, desertificando;
caen como castillos de arenas los edificios,
huyen espantados los pájaros y los animales.
Ruge la tierra, demostrando su poder, aniquila ciudades,
mientras la ceniza cae como lluvia en polvo;
un manto impiadoso y gris se filtra en los ojos,
en la boca, se dificulta respirar, oculta las formas
detrás de un infierno negro y caliente.
Furibundo y violento el río de lava avanza,
grita su libertad aprisionada por tantos años,
le hace burla al sol, escondiendo su esplendor.
La tierra, muestra dantesca escena, araña,
rasga con dentadura de fuego en furibundo juego.
En torbellinos de fuego rueda por las laderas;
avanza palmo a palmo, centímetro a centímetro
aullando como un ejército de soldados vengadores.
Retumba en ecos redobles de estruendos agigantando
 los nudos de temores expectantes y primigenio.
En el ojo de la entropía se despliega azarosa
acechando criminal desde las alturas…
El sol caldeo y un infierno de roja sangre extiende sus fauces
zumbando entre los bananeros…
Sucumbe el solaz paradisiaco tras el brutal aluvión ardiente.
Impetuoso y dantesco final para una isla,
La Palma, muere en estertores de infiernos.
¿Así comienza el final de los tiempos?

 

 

*     *      *

 
Te has ido Alejandra 
 
“Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta”.
 
Tanta angustia acumulada,
tanto amargor en la garganta,
siempre el miedo agarrotando tus entrañas,
y ese andar inquieto aplacando las miradas.
Tus dedos; mariposas inquietas; vuelo de letras
tus manos, destinos de alma en pena.
Las que ruegan sin rogar derrotando a tientas
el sufrimiento antiguo, tanto como el mundo mismo.
Hay un fantasma rondando luctuoso en tus aposentos,
un dolor que aprieta tu garganta como chorros venenosos
regando ácidos pensamientos.
Una luz entra a tu ventana, diáfana en su llegada,
vuelca en tus mejillas encendida lumbre clara y mansa.
Se desliza tristemente entre hojas y cuadernillos…
Tú ya no la vez, has partido junto a la luna cansada.
Te has ido y llora el alba tu partida, te has ido paloma herida,
como parten las estrellas en la alborada…
Te has ido alma dolida; dejando tu verbo glorioso
encadenado al tiempo de todos los tiempos.
 

                       *     *      *

 
Destino incierto
 
Migrantes obligados, corredores tras un destino incierto. Desheredados, arrancados de raíz, deshojados; con miedo y hambre de una tierra nueva.
Atrás quedan las vivencias, el pueblo, las callejas polvorientas, la tierra que en un manojo te llevas, el sol cansino que quema, y ese cielo tan amplio, azul en un horizonte viejo. Con ese calor perenne, intenso entre el reflejo ondeante como un mar en movimiento.
Corres y el miedo atenaza tus piernas, late el corazón, se desboca al rasgar el tiempo, tus ojos son brasas troncados en esperanzas, con la avidez del refugio, un asilo bueno y seguro.
Corres, apretando muy fuerte ese montoncito dulce y tierno, ese pequeñito que no entiende del destierro, no sabe qué tan difícil es la vida. No entiende de guerras, ni de invasores, traficantes y mercaderes. No sabe del anhelo y del penar, y de una esperanza buscando el Norte; de una tierra fértil brindando abrigo, donde no quepa el desamor, el daño y el tomento.
El día despierta con un alba sonrosada, apacible lumbre del sol afable, una leve brisa pliega las ansias de los refugiados derramando lágrimas de libertad soñada. -
 

 

*       *        * 
 

 

Divague
  
Cae la tarde en gotas de lluvia gimiendo.
Se diluyen las formas, se elevan como volutas
de humo en el espacio azul cielo.
Junto a esas gotas caen recuerdos, suspiros rotos…
Llega lentamente tu cuerpo, tu boca, tus ojos.
Urgen tus manos, ardientes, quemantes
como alcohol de caña; manos obscenas
ligeras, tiernas, vuelan y se detienen
vuelan y se hacen brasa, leña que quema.
Se detienen en mi boca, dibujan mis labios;
labios abiertos al beso… húmedos, ardientes...
Y recuerdo, despierto a esas manos
recorriendo mi cuerpo, las evoco, las quiero,
deseada condena se vuelven quimeras.
Dulce tortura mi cuerpo columpian,
soy arena, soy agua que corre y se moja,
soy yesca que arde y se quema, soy mar
que ondea y arquea…
Como una flor madura, cuyos lozanos pétalos
caen, así; desnudos, en borrascas,
tu carne se deshoja, y el grito de tus manos
acariciando mi piel en polvo se vuelan.
Vacía, rota, vencida mi alma es un ente que pena…
La noche se quiebra, se rompe en jirones
y caigo en la tristeza de tenerte…, y perderte.
 
 

 

*      *      *

 


El viejo pescador
 

Relato corto basado en la imagen.

 
Llovía copiosamente esa noche sobre el mar encrespado, las olas se agigantaban y caían con golpes de estruendo hasta chocar con la barcaza como un mazazo; un látigo de espuma blanca relucía en la oscuridad y los relámpagos serpenteaban hasta hundirse en ese mar negro y tenebroso.
Los brazos del viejo pescador se tensaban agarrotados de frío y por la fuerza desarrollada para sostener su bote dentro de ese oleaje enloquecido.
En esa lucha tenaz, su mente volaba a los recuerdos, lo que hizo y lo que dejó de hacer por ese amor al mar; a quién dedicó casi toda su vida. Se tejen y entretejen mil historias en sus pupilas azules; tantas tormentas pasadas, tantas noches con su soledad a cuestas, tantas lunas y medias lunas alumbrando el mar; titilando como mil luciérnagas abriendo el camino.
Amores perdidos, hambrunas de cosechas malas, y ese afán de volver, siempre volver a los abrazos del mar. A los sacudones bravos, a la paz infinita de una alfombra azul y calma, al vientre inmenso creador de vida. A la compañía silenciosa de los delfines en descarado nadar, las gaviotas, en laboriosa porfía de robar la pesca del día; los pelícanos y su desparpajo de posarse sobre la quilla en búsqueda de algún pez rebelde, saltando y buscando la vía de escape.
La tormenta amainaba, se aplacaba el mar, las olas danzaban en un mar ya calmo. La noche se alejaba con la carga pesada de las tempestades.  El viejo pescador, exhausto, desgastado y delirante por la fuerza de sostener su vida y la de su barcaza, comenzó a tranquilizarse, las venas, aún azules de sus manos, iban adquiriendo la tonalidad normal dentro de su piel desgastada y arrugada.
Esa noche no fue su mejor noche, fracasó la pesca, y casi es devorado por ese mar que tanto amaba. Esa noche solo fue un pescador silencioso y solitario atrapado en un mar de sensaciones y la bruma salobre salpicando las orillas del tiempo.
Su semblante se tornó más sombrío, sus ojos azules, desteñidos por la tristeza, revelaban el cansancio de su alma otoñal, que lentamente declinaba como la tempestad zozobraba en el oleaje.
 
 

*      *        *

 


En algún lugar.
 
En algún lugar, se pierde la brillantez del sol en el ocaso
tachonando el cielo de estrellas en el manto azul negro.
En algún lugar un hombre solo junto al camino se queda;
perdió sueños, ilusión y encantamiento de amor…
En algún lugar las tinieblas serán borrascas de un pasado,
con huellas marcadas siguiendo un destino mejor.
En algún lugar se conjugan labios, frenesí de pasión,
tropezando en suspiros y cayendo en grietas calientes.
Una procesión de besos complacientes cae encadenada,
subyugados por unos ojos negros en secreta languidez.
En algún lugar una lámpara se apaga, y una muchacha
se abraza a su almohada llorando por un amor que ya no está…
En algún lugar; tras siglos señalados, se pierden las sonrisas,
la tierra heredada, la familia, los hijos, la honradez destripada
por culpa de otros hombres inflados de rigor y dureza.
En algún lugar un niño nacerá…, y con él, la redención.
En algún lugar del mundo; alguien espera a la vera del camino,
Alguien lucha contra el desaliento, alguien ruega por la Paz;
alguien se planta junto a la huella con la angustia que quema,
con la tristeza de quién confía y espera… En algún lugar…
 
 

*       *       *

 


Ida sin retorno
 
En el cristal de una lágrima
fugitivas las cenizas se desnudan
como un ave cambiando sus plumas.
El fuego, en su calor se agota derretido,
se escapan las esperanzas, se pierden,
cómo se pierde el tren en la distancia.
Encarcelados, alejados en tiempo y espacio,
desposeídos de la palabra, con angustia
de un abrazo perdido y un beso no dado…
Y los ojos; ¡ohhh esos ojos que ya no miro,
a los que sólo veo con los ojos del alma!…
Hambrientos los brazos, hambrientos los besos,
la eternidad vaga en la oscuridad sin esperanzas.
Luces y sombras y esa realidad desconcertante.
Huecos los ojos, incesantes pasos de extraños,
pasajeros fugaces con un mismo itinerario…
Solo queda vestir los recuerdos de nostalgias,
Solo, el hambre voraz de tocarte y tenerte.
Una despedida sin estar, un beso no dado,
y ese sinsentido de una ida sin retorno…
 
 

*       *       *

 


Paloma herida
 
Mi alma se desgarra en hondo quebranto,
el tiempo se detiene como un ocaso lento,
Se interrumpe, se fragmenta entre ayes y suspiros.
El día se vuelve noche, negro y frío, inútil y vacío.
Te vas, como se va el río entre las piedras,
te marchas dejándome el alma muerta,
la sonrisa quieta y ardiente la angustia.
Te vas; y quedo con mi amor dolido,
con mil besos ardientes amordazando mis ansias.
Sucumbo torpe entre mi tristeza,
caigo y no hay consuelo, caigo convertida en niebla.
Caigo entre la despedida como paloma herida.
Me deshojo como un árbol mecido por la brisa.
¡Ya no habrá más amor en mi vida!
 
 

*    *      *

 


Tiempo de hastío
 
Cada día de mi vida, en esta vida loca y absurda
me veo a mí mismo mirando a través de la ventana.
Peleo con mis sentimientos, esos que duelen de tan lentos.
La vida se transformó, el tiempo se quedó dormido
en un amargor rítmico, como oscilando sin saber,
como en un sueño decadente que ha perdido su rumbo.
Se volvió confuso, se difuma como humo de tabaco
deshilachado, burdo y complejo, acuchillando mis ojos…
Las calles son una sombra del pasado, sola y oscura
en un momento estancado conjugando el presente
con recuerdos del pasado pleno de brillos…
¿Te has dormido mundo?
¿Dónde se ha guardado el tiempo?
Tiempo de correr, de abrazar, de reír
Tiempo de amar, de cantar y jugar.
Tiempo de ganar, de perder de besar…
 
Solo puedo ver el tiempo de morir, el del miedo,
de la confusión y el hastío…,
tiempo doliente y vacío ¡tiempo perdido!
 
 

*      *       *


Delirio
 
¡No te vayas!
Déjame soñarte un poco más…
Mi cuerpo ansía tu cuerpo,
allí, donde se acurrucan tus besos…
En letargo profundo se abren recuerdos; 
se descuelgan en cascadas
desde el portal de los sueños …
Y me hago agua
Y me hago río
Y me hago sangre ondeando
entre fluidos.
Y me hago tea goteando brillos
de amor prohibido.
Tus labios pulsando los míos,
brasas de fuego arden clandestinos.
Danzan; centellean furiosos,
candentes, tormentosos…
Silencioso…, caliente vibra el cuerpo,
se mece cual mar
en el obscuro filo de la noche…
 
¡Quédate!
Tempestad y sombras, sueño y rito 
hurgando hambriento; húmedo aliento
estámpame en tu fuego.
Ardor que se cuece, arcano, sentido.
Se precipita y cae rasguñando el deseo.
Mariposa nocturna ahogada en tus brazos
me entrego vencida, etérea, ondeante…
En noche de fuego soy prisionera
delirio ardiente en ritual delicioso
en suspiros agonizo fundida en tu hoguera.