PÁGINA 58

 

<                    >

RONNIE CAMACHO BARRÓN -MÉXICO-

Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México, 1994) Escritor, Lic. en comercio internacional y Adunas, y Técnico analista programador bilingüe.
                                                   
Autor de 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020), también 10 libros infantiles  "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey", "Los Guardianes del bosque", "Erika otra vez", "José lo vio todo", "Una Amiga de las Estrellas", "Las Rivales", "Los Campeones" y "Los Trillizos mágicos", todos con la  editorial Pathbooks y traducidos en 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos de terror, fantasía, y ciencia ficción titulada "Entre Nosotros" (Amazon 2021). 
 
Colaboró en 10 antologías, Taller Alquimia De Palabras: Antología De Cuentos y Relatos (Amazon 2019), Cuentos Cortos Para Noches Largas (Editorial Kaus 2019), Zona De Cuentos (Editorial Kaus 2020), Horas de Extravío (Editorial Awen 2020, Venezuela), La sonrisa del abismo (Amazon 2020), Cyber Terror (Speedwagon media Works 2020, Perú),  Lustro: Antología de Poesía y Narrativa (Editorial Monarca 2021, E.U.A), Microcuentos de Terror (Crónicas en Llamas 2021),  360 Días de Historias (Pluma Revista Literaria 2021, Argentina), Las historias del centinela (Sentinel editorial 2021, Ecuador)
  
También muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 80 revistas y blogs tanto nacionales e internacionales, entre ellas: Revista Palabrerías, Revista Literaria Ibidem, Espejo Humeante, Katabasis, Polisemia, El Narratorio, La Versh literaria, Collhibrí, La Gualdra (Zacatecas) Revista Alcantarilla (Sinaloa), Alas Blancas (Tabasco), Hoyloleo.com (Colima), Literatos (Michoacán), Revista Unus (Puebla) Mares de tinta (Baja California),  Perro Negro de la Calle (Jalisco), Poetómanos (Nayarit), Awita de Chale (Guanajuato), Delatripa (Tamaulipas), Cósmica Fanzine (Tlaxcala) La Nación Alien (Estado de México), Fóbica Fest (Jalisco), Revista Literaria Pluma (Argentina), Teoría Omicrom (Ecuador), Clan Kutral (Chile),Revista Literaria Ouroboros (Colombia), Revista Kametsa (Perú), Herederos del Kaos (E.U.A), Revista Culturel (El Salvador), Revista Almiar (España), Literatura.si (Eslovenia), etc.
 

Entre nosotros


“El fin del mundo siempre está a la vuelta de la esquina”, ese, es lema del Buró de Prevención Profética, la organización a la que pertenezco.
Desde el principio de la historia, hemos actuado bajo las sombras para proteger al mundo de las constantes amenazas que se ciernen sobre él y que sin duda alguna llevarían a la raza humana a su extinción.
Con éxito prevenimos el regreso de los Atlantes de las profundidades del mar, la ascensión del Anticristo al papado, la incursión alienígena de Roswell, la rebelión de las máquinas del 2000 y la tercera guerra mundial que sería provocada por las armas biológicas bajo el poder de Bin Laden.
La razón de todo nuestro éxito se ha debido a la familia Allard, un largo linaje de videntes franceses que generación tras generación, heredaron a sus primogénitos su mística capacidad.
Fungiendo como nuestros profetas, ellos nos guiaron de la manera correcta en contra de cada apocalíptica amenaza.
En tiempos actuales, dicho rol ha recaído sobre los hombros de Levi Allard, mejor conocido por su nombre clave como “El vidente treinta y tres”.
Al igual que con sus ancestros sus predicciones siempre son correctas, pero a diferencia del resto, él no cuenta con la fuerza mental necesaria para cargar con dicha responsabilidad.
Han pasado semanas desde la última vez que supimos de él, pero hoy, por fin hemos encontrado su cuerpo en la sucia habitación de un hotel en Praga.
La causa de la muerte no es ningún misterio, se arrancó los ojos con sus propias manos, seguramente impulsado por una visión, pero, ¿Qué sería tan terrible que orillaría al último de los profetas a matarse? 
Por primera vez en siglos estamos a ciegas y cada una de nuestras divisiones alrededor del mundo se encuentra en alerta máxima.
La única pista que tenemos es la nota que nos dejó y en la cual solo escribió lo siguiente:
“El fin, ya está entre nosotros” 
No tenemos idea de lo que significa, ni tampoco de cuando fue que la escribió, solo espero que cuando llegue el momento…estemos preparados.
 
 

*     *      *

 
 
 
Profundo


Desde niño, soñé en convertirme en biólogo marino, me encantaba pasar horas frente a la playa recogiendo pequeñas conchas, tomando como mascotas a los cangrejos y observando ballenas en el horizonte.
Sin embargo, mi padre se opuso, quería que estudiara ingeniería aeroespacial y siguiera sus pasos en la NASA diseñando cohetes, traté de hacerle entender que el mar era mi vida, por su parte, él aseguró que el océano ya no tenía nada que ofrecernos y que era en el espacio donde se encontraba el futuro de la humanidad.
Discutimos por horas, hasta que harto, puso un ultimátum, estudiaba lo que él quería o me iba de casa, escogí la segunda, fue difícil, pero no me rendí y aunque no pude convertirme en biólogo marino, como buzo del ejército, pude estar tan cerca del mar como siempre quise.    
Pasaron diez años antes de que me reencontrara con mi padre, fue durante una misión en el triángulo del diablo, después de un despegue fallido, un componente radiactivo se hundió en la zona y era deber de mi unidad recuperarlo.
Cuando me vio, pensé que se alegraría o que al menos se mostraría sorprendido, pero en su lugar, se acercó a mí y me susurro al oído lo siguiente, “Ahora entenderás por que el futuro está en el espacio”, después de eso y sin más explicaciones, se marchó y yo me sumergí.
Todo fue normal hasta los novecientos metros, apenas vislumbramos el objetivo, lo enganchamos con un cable que lo subiría a la superficie, pero cuando estábamos por alar de este, algo sucedió.
Un colosal ser blanquecino, con cuerpo de serpiente, rostro de hombre, seis ojos de cabra y un conjunto de cuernos asimilando una corona, apareció ante nosotros y sin previo aviso, nos atacó, perdimos a tres elementos antes reaccionar y en venganza, le hicimos retroceder a base de arpones y pequeños explosivos.
Iracunda por nuestra osadía, la criatura abrió la boca y lanzó un potente gruñido que aún debajo del agua, reventó nuestros tanques de oxígeno, matando al resto de mis compañeros en el acto.
Con las pocas fuerzas que me quedaban me aferré al cable y tiré de este con la esperanza de que también me subieran, mi plan funcionó y mientras ascendía, la bestia trató de alcanzarme, pero le disparé una bengala que al impactar uno de sus ojos, le hizo volver a la oscuridad del océano.
Al llegar a la superficie, mi padre y su equipo me sacaron del agua junto al objetivo, encendieron motores y de inmediato nos fuimos de ahí, mientras me recuperaba pude ver como todos me miraban consternados, pero no por mi estado, sino porque estaba ahí, entonces lo entendí, ellos sabían de aquella cosa desde el principio; “eso”, es la razón por la que exploramos los confines del espacio y nos olvidamos de las profundidades del mar, después de descubrir lo que se encuentra allá abajo, comenzamos a buscar una ruta de escape. 
 
 

 *      *      *

 
 
Memento Mori


Mi abuela solía decir que “La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja”, nunca supo cuánta razón tenía, pues cuando ella murió, vi como el negro ángel de la muerte vino por su alma.
Fue así, que a sabiendas de que nada importaba y de que eventualmente mi destino sería el mismo, abandoné el rancho que por generaciones había pertenecido a mi familia y salí en busca de la gloría que nunca tuvimos.
A base de plomo y sangre, me hice de una reputación y pronto fui conocido como Javier “Tiro Certero” Murrieta, uno de los bandidos mexicanos más grades del Salvaje Oeste, temido e idolatrado por todos los gringos a la vez.
Durante años y a lo largo de mis atracos volví a encontrarme con la muerte, ella aparecía ante mí con cada hombre que mataba y aunque siempre intenté entablar una conversación, la parca nunca me dijo nada, hasta hoy.
Hace poco, mientras dormíamos, un coordinado grupo de Sheriffs y alguaciles se adentró sigilosamente en la guarida de mi banda y mató a todos mis hombres, yo no corrí con tanta suerte.
A mí me han aprendido y encerrado dentro de una jaula, tirada por caballos y rodeado por los cadáveres putrefactos de mis compañeros.
Llevamos horas de trayecto, apenas si resisto el aroma y desde que salimos de mi guarida, la muerte nos ha estado siguiendo sin dejar de recitar las siguientes palabras “Memento Mori, recuerda que morirás”.
Supongo que cuando lleguemos al pueblo, será el fin de mis aventuras.
 
 
 

<      >