PÁGINA 64

 

 

<                    >

<      >

DANIELA CAROLINA PADILLA TORRES -MÉXICO-

Daniela Carolina Padilla Torres, (Dany Cooper) nacida el 21 de enero de 1984, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León México. Es Psicóloga Clínica de profesión. Trabaja actualmente como Psicoterapeuta Psicodinámica en consulta privada.
 
Publicó su primer poemario “Metáfora del Deseo” de Oficio Ediciones en el 2017. También es Promotora cultural y organizadora del evento literario La Noche Roja desde el 2012. Ha participado como lectora en voz alta en el año 2013 en el Encuentro de escritores nudistas, Escritores en su Tinta, Letras y Performance 2da Temporada. En el año 2014 leyó algunos de sus poemas en el encuentro de Escritores Emergentes y durante el 2017 participó en la Semana de la Literatura Regiomontana y en el encuentro de Escritores Marcianos. Recientemente colaboró con un cuento corto en el podcast Oscuro Mundus de la plataforma Spotify.
 
Actualmente trabaja en su segundo poemario.
 

Debajo de las sábanas
 
 
 
Debajo de las sábanas se esconden tesoros,
cuevas, osos, serpientes y monstruos.
Tú y yo nos encontramos:
amantes, amigos y desconocidos.
Somos niños, adultos,
fantasmas o espíritus flotantes.
Jugamos a explorar,
a buscar, a crear.
Nos perdemos en el abismo de los besos,
las caricias
y la profundidad de nuestros cuerpos.
Gobernamos la melancolía,
la alegría, la ternura y el calor.
Debajo de las sábanas
somos nosotros de formas naturales,
sin marcas y sin tintes.
 
 

 *     *     *

 
 
Ausencia
 
 
Hoy me desperté buscando tu cuerpo.
A ciegas olfateaba tu aroma cercano a mí,
necesitaba el calor de tu piel,
lo terso de tus manos.
Mi espalda fría ansiaba tu cálido abrazo.
Mi sexo palpitante exigía tu dureza,
y aprisionarte entre mis piernas
Tenía sed de tus besos,
los busqué en mi boca.
Al abrir los ojos
descubrí tu ausencia:
sólo estabas en mi recuerdo.
 
 

 *     *     *

 
 
Lo que somos
 
 
Seguimos siendo lo que fuimos al principio:
un par de extraños en la obscura noche,
intercambio de miradas,
palabras escuchadas.
Dos personas ausentes
en la misma alcoba.
Dama y caballero a la distancia,
par de poemas inacabados,
la carencia de un abrazo.
Somos un alma rota y un hombre frío.
El calor de un beso escondido.
Dos cuerpos anhelantes y vacíos.
Seguimos siendo
nosotros mismos.

 

 

*     *     *

 
 
 
Poema en pausa
 
 
Me alejé de ti
para no verte más.
Clausuré mi corazón
y reparé lo destruido.
Mi cuerpo sigue vacío,
sintiéndote en cada
roce de mis manos.
Estoy atrapada
por las letras
de este poema triste.
Detenida en la última noche
que pasamos juntos.
No regresaré a la indiferencia
que tenía a tu lado.
Eres un poema en pausa
que continúo leyendo.
 
 
 

*     *       *

 


 
Restos de ti
 
 
Alejaré tu recuerdo de mi mente,
quiero librarme
de tus besos ardientes.
alejar el aroma de tu cuerpo,
la textura de tu piel.
Dejarás de besarme los sueños,
ya no serás mi fantasía,
mi locura.
No serás quien me toca con mis manos.
Renuncio al color de tu recuerdo
Desde mañana
dejaré de sentirte,
desde hoy
dejaré de soñarte.
 
 

 
*      *       *

 
 
  
Año trece
 
 
Coexistimos en la piel,
dentro de los huecos,
en las letras prohibidas;
eras de mis manos
y con ellas casi toqué el cielo.
Estabas en el firmamento
en las calles vacías,
junto a los libros sin leer.
Jamás volviste por las noches elevadas,
los maratones de besos
dulces y salados.
Si nunca hubo amor,
¿por qué lo real de tus besos?
Te llevaste el tiempo
de aquel año trece
y junto con ello
una lista de momentos
sin fecha ni recuerdos.
 
 
 

*     *      *

 
 
Punto final
 
Ya no habrá más días contigo,
se acabaron la poesía y las caricias;
tu aroma de hombre intelectual
se irá de mi cuerpo.
Tu mirada profunda
se posará en otros ojos,
las palabras dulces
se volverán insípidas.
Tu boca de este mundo
conquistará otros planetas,
ya no habrá lluvia sobre mi piel;
tu lengua curiosa
no jugará en mis rincones.
Mi entrepierna extrañará
tu pelvis salvaje.
Tus manos no escribirán en mis senos;
mi cuerpo es el que más sufrirá,
pero mi mente estará en paz.
 
 

*     *      *


 
Ya no te quiero
 
 
No te quiero, le dije,
mientras recuperábamos el aliento
enredados en las negras sábanas.
Sólo ayer pensé en ti, continué.
Ahora mis letras poseen otros tintes y formas.
Sonrió mirándome a los ojos.
Su silencio me gustó.
Mi adiós
se sumaba a su doloroso recuerdo.
Me abrazó y me pidió la vida pasada.
Me besó y me mojó con lágrimas absurdas
No,
yo no vivo en tu pasado;
eres ayer,
yo el presente.