MARTHA MENDOZA -MÉXICO-

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Nací en Guadalajara Jalisco. Actualmente me dedico a la Administración. Soy creadora y conductora del programa Tlamantli (arte y cultura) en Televisora Jalisco.
He publicado de manera independiente en el año 2020, un libro de historias cortas al que llamé “El Aislamiento”, enfocado al amor universal, como hija, madre y el amor que podemos brindar como pareja.
Participé en la antología “Mujeres en campo Minado” con la editorial Proyección Literaria.
Participe en la antología “Homenaje a la literatura contemporánea” Muestrario Nacional Jalisco 2021 con las editoriales Ave Azul y Maya Cartonera.
Participaré en la FIL 2021 “Feria Internacional del Libro” con un título llamado “Mila – El Descanso”
Me gusta resaltar los aspectos positivos de las relaciones entre hombres y mujeres conviviendo en armonía en distintos momentos de la vida cotidiana.
 

CAMINOS CRUZADOS

 


¿Cómo creer en el destino? ¿Las personas crean su propio destino o éste ya está trazado desde el momento en que nacemos? En muchos casos en cierta edad nos hacemos estas preguntas, Natalia Escandón tenía apenas diecinueve años, sin embargo, era una mujer para muchos madura y equilibrada, estudiante en la carrera de Psicología Clínica con un dominio casi perfecto del idioma inglés, se sabía hermosa y a pesar de que en ocasiones era un poco coqueta nunca daba pie a que los chicos se sobrepasar con ella, tenía muy claro que jamás seria el juguete de nadie. 
Carmen era su mejor amiga desde la primaria y a pesar que eran muy diferente siempre andaban juntas para todos lados, en muchas ocasiones se quedaba a dormir una en casa de la otra, se disfrazaban y jugaban a ser princesas y casarse con un príncipe, sin embargo Carmen no espero al príncipe indicado, besaba a cuanto sapo se le ponía enfrente sin importarle nada más que disfrutar el momento, Natalia en cambio era virgen y muy romántica, esperaba que cuando le pidieran para novia seria sobre un caballo blanco y un ramo de rosas rojas.
 

—Hoy es el cumple de Rodrigo, anda vamos, hará una fiesta increíble, alcohol, sexo y rock, anda vamos por favor — le suplicaba Carmen a Natalia
—No lo sé, mañana tenemos examen y la verdad preferiría estudiar — Le contesto Natalia casi sin voltear a verla
—Te prometo que solo será un ratito, algo tranquilo, a las doce nos vamos como la cenicienta
—Mira te voy a acompañar, pero si a las doce no te vas te prometo que ahi te dejo
—Si, ¡perfecto que chido!  — le contesta Carmen eufóricaLa noche llegó, Natalia se veía hermosa en un vestido corto de color rosa pastel, su cabello largo y ondulado se dejaba acariciar por el viento, su piel morena clara brillaba al paso por las luces de colores que adornaban la casa, llego hasta la barra dándose cuenta que varios chicos la miraban, al sentarse en uno de los bancos se acercó un muchacho que nunca antes había visto…
—¿Hola por que estás tan sola?  — le pregunto como una manera de acercarse a ella
—Hola, no estoy sola, hay mucha gente aquí, ¿tú quién eres? No te había visto antes
—Me llamo Alberto Gutiérrez, vine con mi primo Rodrigo, el cumpleañero
—A que bien tu si eres de casa, me da gusto conocerteIniciaron una larga conversación, Alberto era un chavo educado y se veía formal, vestía con un pantalón de gabardina y camisa azul, no andaba como todos fachoso y mugroso, eso le gustó mucho a Natalia, era muy blanco casi transparente, con los ojos azules y el cabello café claro, le parecía tan guapo como un príncipe, había estudiado contabilidad, ya trabajaba y se mantenía el solo sin ayuda de sus padres, comenzaron una muy bonita amistad y al cabo de los meses por fin le pidió ser su novia, así como en el cuento que ella había soñado.
Una noche los padres de Natalia habían salido de la ciudad y no había nadie en su casa, decidió junto con Alberto pasar la tarde viendo películas, con palomitas y helado; sin embargo, los juegos, los besos y las caricias un tanto descontroladas comenzaron a brotar, para Natalia era novedad todas esas sensaciones, su cuerpo se estremecía por primera vez cuando Alberto pasaba suavemente su mano debajo de la falda, ella lo detenía y con la respiración contenida le decía NO espera por favor, él soltaba un poco pero en cualquier oportunidad que tenía lo volvía a hacer, forcejeando suavemente ella se separó de él …
 —Espera, mira yo nunca he hecho esto, la verdad me da un poco de miedo toda esta situación, yo quisiera esperar un poco más, me gustaría mucho casarme y formar una familia.
—Pero mi amor así será, nos casaremos y formaremos una familia juntos, yo no te pienso abandonar, también soy un hombre formal y responsable nunca te defraudaría — se lo dijo abrazándola tiernamente dándole una total confianza de que todo estaría bien.Esa noche dejaron desbordar toda su pasión, la ansiedad por entregarse era tan grande que no pudieron detenerse, el calor de los cuerpos paseándose entre sí estremecían los sentidos, las manos acariciando sus cabellos con la fuerza de un huracán, los besos y mordiscos desesperados por poseerse daban al momento dolor y lujuria al mismo tiempo, al terminar el grito unísono los dejo devastados, tumbados en el sofá de la sala, así abrazados se juraron amor eterno, sin saber que el destino tenía preparado algo más para ellos.
Natalia no quiso volver a tener un encuentro igual con Alberto, se sentía culpable por no haber respetado sus propias convicciones, ella le pedía que se casaran, pero él tenía planeado viajar y formar un patrimonio con clientes y dinero en otra ciudad, una noche Natalia le llamo por teléfono…
 —Hola, ¿cómo estás? Necesito hablar contigo de algo urgente, ¿tienes tiempo para escucharme? — se lo dijo Natalia con voz sollozante
—¿Si claro amor dime qué pasa?
—Es algo muy serio y grave, no me ha llegado mi periodo en todo este mes, estoy preocupada ¿Qué tal si estoy embarazada?
—No lo creo, solo fue una sola vez, si quieres vamos al doctor para que te revise, veraz que solo es un mal presentimiento.A la mañana siguiente muy temprano fueron a visitar al doctor y les confirmo lo que ya temían, los resultados de los análisis han dado positivo, esto les cayó como un balde de agua fría, salieron del consultorio aturdidos y Natalia fue la primera en iniciar la conversación…
 —¿Qué vamos a hacer? Se lo dice casi llorando
—No lo sé, perdóname, pero yo no puedo detener mis planes, el próximo sábado me voy a Monterrey a iniciar un trabajo que me han ofrecido allá y no sé cuándo voy a regresar, además yo ni quiero ser papá aun, ni me gustan los niños, ni nada de eso.
—¿Pero me vas a dejar sola en esto?
—En verdad lo siento, pero si le digo a mis padres me van a hacer que me case contigo y yo no me quiero casar aun, ¿además cómo pudo pasar? ¿Solo fue una vez?  No lo entiendo
—Si te comprendo, ve y haz lo que tengas que hacer
—Solo te pido tiempo para acomodarme y voy a volver por ti
—Si claro, te creo y te voy a esperar — le contesto Natalia entre lágrimas y así con un abrazo se despidieron para nunca más volver a verse.Ella trató de seguir con su vida normal hasta que fue imposible disimular el bulto del embarazo, desgraciadamente fue severamente rechazada por sus padres, aunque intento ir a la universidad no le fue posible por las complicaciones que esto le ocasiono, en todo momento fue señalada y los hombres se burlaban de su situación, hacían ver que Alejandro era un héroe, ya que había logrado lo que nadie más pudo, domar a la mojigata; Natalia nunca se rindió y aunque sus padres le dieron opciones como abortar, dar al bebe en adopción, encerrarla y decir que ellos eran los padres, se mantuvo firme y tuvo a su hija con la frente en alto, la registro como hija natural con solo sus apellidos y siéndose fuerte y valiente se fue a vivir aparte, sola ; para criar a su hija en un ambiente sano y libre de habladurías, se volvió una mujer fría, no volvió a creer en los hombres y las pocas amigas que tenía solo las trataba por cortesía, se apartó del mundo y no volvió a tener vida social, nunca se avergonzó por ser madre soltera y lo planteaba con mucho orgullo, su hija creció sin ningún prejuicio, se casó y le dio tres nietos, a los que disfruto enormemente, murió a los sesenta y siete años de edad; una tarde mientras la hija de Natalia regaba el jardín que tenían frente a la casa, apareció un hombre mayor, delgado pero fuerte aun…
 —¿Disculpe señora aquí vive Natalia?
—Si señor,  aquí vivió Natalia
—¿Cómo vivió? ¿Acaso ya no vive más, se cambió de casa?
—No señor, ella murió hace dos semanas aproximadamente
—A caray he llegado tarde — dijo el hombre con un suspiro de sorpresa
—¿Pero dígame en que le puedo ayudar? Yo soy su hija
—¿Usted es hija de Natalia? Entonces le platico que usted es mi hija señora
 —A caray  — lo voltea a ver con un poco de asombro en sus ojos —  pues no puedo decir que me da gusto conocerlo señor, en realidad ni gusto ni disgusto usted me es totalmente indiferente, no se a que vino hasta aquí, si está buscando perdón de mi parte ya lo tiene, aunque de mi madre no lo sé, me hubiera gustado que llegara usted a tiempo para que ella alcanzara, aunque sea a mentarle la madre, pero la vida es así, usted asumirá solo su culpa y hay dos opciones, o se reprochara por el resto de sus días o seguirá disfrutando vivir sin remordimientos — La hija de Natalia se dio media vuelta y quedo de espalda al hombre, sin expresarle ningún sentimiento.Alberto se retiró sin pronunciar palabra alguna, agacho la cabeza y lentamente se fue alejando, tal vez algún día encuentre la paz que necesita para poder morir tranquilo, o tal vez ni siquiera le dio importancia al no haber encontrado a la mujer que perdió todo por él, su buena reputación, sueños, planes y proyectos.
Aquí se ve reflejada claramente esta ambivalencia que se tiene con respecto a la mujer, en donde si se considera que una mujer es seductora se le cataloga como negativa, mala, traicionera; y, por otra parte, la mujer que es vista como sumisa, receptiva, dócil a la voluntad de alguien más, es considerada como buena. También de aquí podría desprenderse la idea que popularmente “corre” entre los hombres de que “hay dos tipos de mujeres: con la que se divierten y con la que se casan”, decidiendo la personalidad de la mujer y negando la posibilidad de que pueda ser “buena” socialmente hablando y al mismo tiempo pueda disfrutar de su sexualidad mostrándose sensual o seductora.
 

Autora: Martha Mendoza