AZIZ CÓRDOVA -MÉXICO-

PÁGINA 17

<                    >

Aziz Córdova (Agua Prieta, Sonora, México 1995): Actualmente es lavaplatos y escribe poesía en sus ratos libres, pero los papeles se deshacen con la humedad. Cuando se pone el sol es editor en Retina de Gallo. Estas tres cosas las hace con más amor que oficio. Autopublicado hasta el cansancio, pero también publicado en distintos medios digitales e impresos como Pez Banana, Revista Enchiridión y Revista Katabasis. En 2018 publicó su primer poemario "Como siempre llego tarde (o me vengo muy pronto)".  En 2021 presentó si obra en el Congreso Nacional de Creadores Literario III, además se egresó contra todo pronóstico de la Licenciatura en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Sonora y comenzó a impartir el taller de escritura creativa "Cabullona Beach" en la Casa de Cultura de Agua Prieta.
Contacto: azizcoflo@gmail.com
 
 

Al norte del norte


Aquí no hay nada, dicen,
buscan las cosas equivocadas
¿viste?

No han contemplado
tu geometría huraña
hasta caer rendidos sobre tus crines,
ni han exhalado desde tus entrañas
y visto cómo escala
su aliento hacia las nubes
hasta confundirse.

No han escuchado
tu música gruñona de alcohol y hierro
ni probado
los besos con ponzoña
de la estirpe del crudo invierno.

Agua Prieta la de mis sueños
hoy te toco, pero sé
que ya no existes
y que al nombrarte
nombro todos los lugares tristes
y sé que yo, ahora extranjero,
no soy aquel que en esos tiempos
buscó entre tus huesos
la médula misma de los míos.

Ya no somos, Agua Prieta
el tiempo nos ha lacerado
tu monte se aconcreta
con el vómito gris de los abandonados
por ti y por mí
que hemos visto
sentido
y abrazado
el duro corazón que escondes
lejos de cualquier ley
de cualquier mujer u hombre
que no bendiga el frío.

Agua Prieta la del horizonte enjaulado
maquiladora humeante
refugio de un dios arruinado
nada parece llenarte
aunque tu paisaje imperturbable
todo lo ha devorado,
nadie está en tus planes
ni las casas aplastadas por el cielo
ni los entierros de valientes y sultanes
ni nuestros poemas estrellados en el cerro.

Agua Prieta pueblo llano
la memoria nos tiene adoloridos
eso de ciudad te queda extraño
para mí siempre serás,
bajo el sol, un perro extendido
y nos pasará el tiempo por encima
buscaremos otros climas
añoraremos, que ya lo hacemos
lejanos labios amados.

Agua Prieta, mi partida se avecina,
hoy te toco, pero sé
que jamás te he tocado.

 

 

*     *      *

 
Diablo I
 
He visto al diablo
tiene mi nombre y mis ojos
mis ademanes, mi olor
mi desidia
mi tristeza
mi voz
mis manos que arden
al intentar contener su ira
mi sangre marejada
mi crueldad
mi cinismo
mi frivolidad
mi perra cobardía
mi amargura
mi frustración toda
mi ansiedad que desborda
mi andar desquiciado y rabioso
mi miedo
mi desamparo
mi corazón hecho trizas
toda esta soledad
todo este amor que grita
toda mi misma sed infernal
de misericordia.

 

 

*     *      *
 

 
El final fue el principio

Esta noche, bajo las cobijas,
me sostengo el corazón
y me pregunto si tú también lo haces.

Esta noche
con una fuerza desconocida, inexplicablemente
me sostengo el corazón.

Es de noche y tengo noción del universo que me rodea,
de todas las cosas,
lo juro,
hasta la más pequeña,
hasta la más lejana,
de todas las cosas proviene una estática extraña que hace eco en mis costillas.

Es de noche y me doy cuenta de que soy un animal
ciego y herido,
pues todo lo que siento emana como un sonar que se va expandiendo
y va galopando agitado
por todas las calles,
todas las carreteras,
todas las montañas,
reventado, deshecho, sin aliento recorre
todos los bulevares
todas las colonias
todos los rincones hasta llegar a tus pies
donde se derrumba
y muere
sin atreverse a tocarte.

Es de noche
es de noche
es de noche
y me pregunto
por esta noche,
por las que vienen,
por la mano que sostiene mi corazón,
me pregunto si tú también lo haces.

 

 

*     *      *

 
Esta noche tal vez


Quisiera decir mar y brotarlo de los cielos,
lloverlo hasta tus pies y tus risas y tus perlas.
Quisiera tranquilamente morir amaneciendo,
fundirme con la arena que se funda con tus piernas.

Quisiera decir 'vamos' y extenderme y ser camino
llevar tus pies alados hasta rebosantes valles.
Quisiera encarnar dentro la certeza del destino,
saber que será del alba mi luminosa sangre.

Quisiera entre mis dedos tu serena sombra,
tu serena sombra quisiera entre mis dedos.