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ADRIANA CLAUDIA ROCHA -BOLIVIA-

Adriana Claudia Rocha Gómez nació en Bolivia, es de profesión psicóloga. Actualmente trabaja como docente de inglés en las carreras de Administración de Empresas, Odontología, Medicina y Enfermería en la Universidad Privada de Oruro, Bolivia. Tiene una especialización en Educación Superior por Competencias y le apasiona los idiomas, la poesía, la fotografía y la psicología de la educación. Su amor por las letras comenzó el año 2019 y desde entonces ha estado escribiendo sus sentires en diferentes encuentros y espacios literarios por Latinoamérica.
 

Esta navidad será diferente
 
Esta navidad será diferente,
mi casa estará vacía,
es posible que
comparta la mesa con extraños,
es posible que no tenga apetito,
es posible que también tenga frío,
pero el amor de mi familia
será mi mejor abrigo.
 
Cuando llegue navidad,
no tendré a mi familia frente a mí,
pero recordaré
los consejos de mi madre,
las palabras de mi padre,
y la compañía de mis hermanos.
 
La distancia y ausencia
me recuerdan la potencia
de su presencia.
Voy a llamarlos para
decirles que los amo.

 

 

*     *     *
 
 

El deseo de viajar al pasado


Diana deseaba viajar al pasado para decirle a su amado tío que no tome esa decisión, necesitaba con mucha urgencia hacerle entender que aún había fuerza en su alma y que aún quedaba esperanza para un mejor mañana. Ella se puso unos tenis blancos y viejos, corrió desesperadamente a la casa de su tío, al cruzar la puerta de su habitación, él ya había hecho su elección. Diana al verlo se desplomó de dolor, maldecía y gritaba junto al cuerpo de su ser amado.

 

 

*     *      *
 

Beso de muerte


Ella era en apariencia sencilla y ordinaria, pero una parte de su cuerpo la hacía una mujer letal para los hombres sedientos de lujuria que acudían a sus servicios sexuales. Yo siendo periodista, decidido a conocer los hechos, la noche de octubre me escondí para investigar porque sus clientes nunca más eran vistos después de una noche de fuego. En aquella fría y horrenda habitación donde estaba dispuesto un colchón y una silla, al filo de la media noche estaba ella desnudándose frente a uno de sus clientes, este hombre la deseaba con fervor, sus ojos al ver su figura femenina sentían una fogosa excitación, ella se acercó lentamente a besar a este impaciente hombre, tras el intercambio de unos besos, el hombre simplemente se desplomó en el suelo. Su boca parecía estar infectada, estaba roja y supuraba un líquido amarillo, se quejaba en el suelo, trataba de levantarse, pero sus músculos simplemente no respondían, la infección se extendía por su rostro y su cuerpo, convirtiendo en polvo todos sus tejidos. Los labios, carnosos, rosados y jugosos de esa mujer poseían el don de matar al besar. Nadie jamás hubiera creído lo que mis ojos vieron esa noche, al ver la tremenda escena, sólo me petrifiqué. Ella percibió mi presencia, se arrastró hasta mi escondite y me dio un beso de muerte.

 

*     *     *

 
Encuentro


Escucho su voz, se humedece mi razón. Miro sus labios, se acelera mi emoción. Cuando él me toma por la fuerza, me deslizo entre sus piernas, el tiempo se detiene al estar sumergida en una absoluta pasión. Usualmente merodeo en el infierno, pero cuando estoy con él, viajo al cielo. No nos da vergüenza decir que él es mi ángel y yo su diablo. Nuestro fogoso encuentro provoca la molestia del cielo y del infierno. La verdad es, que cuando devora mis labios, deja un exquisito sabor a miel que me eriza la piel. 
 
¿Será que ha llegado mi momento?
Siento que se me acaban las fuerzas. Quiero renunciar, pero mis ganas de salir de aquí son más fuertes, tan fuertes que potencian mi cansado y agotado espíritu. En las noches apoyo mi cabeza sobre la almohada y lo único que deseo es dormir. A las cinco de la mañana, abro mis ojos, una vez más con la idea de salir, me levanto de la cama, dispuesta a intentarlo una vez más, pero todo se complica en el último minuto. Ha pasado tanto tiempo y me pregunto constantemente si ha llegado mi momento de salir de aquí. Me siento atrapada en mi propio hogar, no respiro, solo vivo para cumplir esta meta. Parece que solo yo soy la única que se ha desgastado con los meses, llega un mensaje de esos que necesito leer y me doy cuenta que alguien más espera con ansias este cambio. Tengo miedo, tengo nervios, pero mis ganas de salir de aquí son más fuertes. ¿Será que ha llegado mi momento?
 

*    *     * 
 
Yo vi


Mientras caminaba por
las calles sosas de este lugar,
vi a una niña llorar,
tenía una caja de dulces en sus manos,
su ropa era sucia y vieja,
su semblante parecia cansado.
Se quedó en esa esquina ganando unas
cuentas monedas.
 
Mi corazón se detuvo en ese momento,
ardía mi pecho de rabia,
quería acompañarla con mis lágrimas.
 
En las siguientes dos cuadras
 estaba un grupo de niños limpiando los parabrisas.
Sus rostros
estaban secos como las hojas de otoño,
su ojos eran pequeños
rubíes que brillaban
al recibir un poco de dinero o su
pequeña fortuna del día.
 
Sólo me alejé y tragué  mi impotencia.
Seguía preguntando
¿Qué hacen estos niños trabajando?
 
Dos calles al sur
encontré a otros niños lustrando zapatos.
Sus rostros estaban cubiertos por vergüenza,
una vergüenza necesaria
para calmar su hambre y sed,
niños sentados en el frío
asfalto esperando ganar
unos centavos.
 
Almas tan jóvenes
trabajando en las calles
de esta indiferente ciudad.
¿Por qué?
 
Este mundo es muy extraño,
ángeles que están aprendiendo a ser humanos,
almas nobles que
han iniciado su
propia batalla por la vida,
una vida que desde una
temprana edad ha
puesto sobre sus hombros
el peso del trabajo.

 

*     *      *
 
 
Te necesito


La distancia entre nosotros
se convierte en
condena.
Tengo sed de tí,
tengo hambre de tí.
te quiero cerca de mí,
pero estás tan lejos.
 
Tu creatividad
me asombra,
tu carisma me inquieta,
tu personalidad
me domina
y estoy dispuesta a ceder
ante tu voluntad.
 
Yo te quiero aquí,
te quiero conmigo,
te quiero así
cómo eres
y cómo me tienes.
 
Lo único que te reprocho
es que no estás aquí
junto a mí.
Te necesito conmigo,
te necesito como
el aire que respiro,
te necesito como el
sol con el que brillo,
te necesito como la tierra
por dónde camino.