ROLANDO REYES LÓPEZ -CUBA-

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Rolando Reyes López. (Pedro Betancourt. Matanzas. 1969).
Miembro del Taller Literario “Placido Valdez desde 1995.
Resido desde el año 1971 en el Municipio de Jovellanos. Matanzas. Cuba
Graduado de Bachiller. Actualmente es jubilado por Baja Visión. Numeroso relatos breves y poemas míos han sido publicados en revistas y antologías de varios países de Europa y Latinoamérica.

 

Correo electrónico: poetadecuba@gmail.com

 

... puedo ver el horizonte al otro lado,
compruebo que detrás de los muros
un pequeño le sonríe al amanecer;
descubro la primavera;
mis manos buscan los viejos poemas de infancia;
retomo la canción tierna del anochecer;
distingo a la golondrina buscando;
no hay lejanía posible
entre las cartas de amor de mis hijas y yo.
Olvido la muerte;
le digo a todos el sitio maravilloso
donde las hadas moran para bien del soñador;
las oberturas sinfónicas llegan para ofrecer serenatas
mientras las jóvenes obedecen con sus cuerpos
el ritmo calmado de su acorde;
la orilla rescata los versos náufragos;
las campanas gozan;
los orfebres conspiran en secreto
para labrar en oro tu nombre de mujer;
la nocturnidad se repleta de luces.
Los mercaderes suspenden la venta
en toda la nación;
los novios fijan la fecha de sus bodas;
los ángeles de la creación
viene en picada para acompañarme;
los directores de cine reajustan el guión;
¿y los niños?,
ellos no preguntan por los relámpagos,
saben que no queda otra opción
que parar el juego vespertino
para unirse a la gracia que tu risa propone.
 
 

*    *      *

 
 
 FECHA DE VENCIMIENTO
 
Si insistes en besarme
cruzaré la avenida con el tráfico a tope,
pero no quieres que cruce la avenida,
en su lugar optas porque te mire,
y que llore ante la aurora.
 
Cruzar la avenida es lo que deseo,
quiero desafiar el tráfico,
mi alma está del otro lado,
en el lugar prohibido;
o sea, donde estás parada.
 
Dices que cruzar la avenida es una blasfemia,
que en el Padre Nuestro
no aparece la palabra Avenida.
 
  
De este lado no hay sombras vigilando,
amarte me obliga a estar en el abismo
que se abre rodeado de pájaros y flores.
 
Nunca oculté mi amor por tu amor,
si llego a amarte
olvidaré la quietud nocturna,
tomaré con mis manos las mariposas vírgenes
y el aire que la madrugada ardiente
levantó del abismo.
 
Sufro por la ausencia de tu corazón,
por el impreciso lenguaje del tiempo;
suplico por las dulces imágenes de tu cuerpo
que junto a las hiedras custodian mi alma,
desde entonces sueño con ser de mármol.
 
El día que me beses
no habrá tráfico,
habrá sido inútil la sensualidad de las libélulas.
 Seré tuyo sin límites
aunque estés en contra
y el cielo sobre la avenida
se teñirá del puro color de tu boca
eternizada en la estrella.
 
 

 *      *       *

 
 
TÚ ANTES QUE YO
 
Te recuerdo cercana como a lo más distante;
tu intenso perfume de oasis rodeando mi corazón;
a nosotros protegidos por la estrella viva;
a las hojas secas
y los temblores que vienen del fondo;
nuestro pasado y sus objetos inusuales;
la fórmula de tus preguntas inocentes
los amores inquietos con secretos fogosos;
la mirada vacía
en los márgenes de un rio soñoliento,
y la juventud
con que tomaste esta edad de medio siglo.
 
Recuerdo la sonrisa silenciosa de un ave;
la ciudad avergonzada
por el duelo del reloj;
y mi lentitud de movimiento;
a través de la noche que otros destrozaron.
Hiciste bien
en enamorarte de un enamorado de ti;
mira el contorno,
a los gendarmes de la perdición
no les importó el llanto de los ciegos;
a ti si.
 
 

 *     *      *

 
 
TIEMPO DE SOL
 
Quédate, conmigo sólo puede mecerse
el llanto de un beso que te aguarda
mientras el mundo retorna
sobre el vientre que nadie pesquisa.
 
Deseo como grieta la mañana,
tus pasos sin cuerdas ni límite
tus manos de romanzas en vida,
un tanto de cintura
y hacer que la arena me trague entero.
 
El auditorio aplaude,
le importa el cierre de fachadas,
prohibir que vuelva el precipicio
donde todos miden la diferencia de tu huella
con el intervalo de una luz
despierta en días de reposo.
 
Tus lágrimas son amigas
de prohibir la mañana
en el amanecer de juventud
oculto de la cascada
del hundimiento y la mudez
luego de volver al punto insondable.
 
Soy el fragmento que queda
luego de besar el lenguaje del tiempo
y convertirme en sedal rendido frente al sol.
 
Deja que pida la totalidad
y quítame el tributo de rogar
por la paciencia de otras.
 
 

 *     *      *

 
 
 
ORACIÓN ENAMORADA
 
Mira alrededor,
verás el aire nuestro
y al futuro, esperándonos.
 
Súbete en mis hombros;
más allá hay puntos luminosos,
son nuestros también.
Son tuyos y míos
el sol que veremos mañana,
la anchura del firmamento y sus estrellas,
las cosas que no mueren,
el balcón del enamorado,
el sereno con lunas,
la mejilla casta de un niño,
las nubes limpias del Invierno,
la lluvia monumental
y el cielo alto.

 

 

*      *      *

 
NUEVA ADQUISICION
 
No ambiciono que renuncies a la luz,
al carácter irresistible de tu cuerpo
ni a ser la única autorizada
para abrir los ventanales.
 
No pretendo que digas mentiras o verdades,
no son palabras lo que necesito.
 
Antes de seguir,
tampoco ansío que me necesites más que a nada
la tarde negra me quiere solo a mí
y aunque estoy distraído con esta soledad
sé que franqueas, con tus ángeles,
las fronteras de mi casa.
 
No persigo que por estar conmigo
dejes de romper el corazón de otro.
 
No escojas
entre la criatura aferrada a lo que no serás
y yo;
no me juzgues por no saber lo suficiente;
en algún rincón tuyo
está la razón que podría reunirnos;
quizás esté en el escondite
donde guardas la noche
o en ese otro, donde aislaste el alba
y el ocaso.
 
No quiero canciones
ni la mejor foto que atesoras
en la profundidad inédita;
no busques en esta vida
ni en la vida de otros;
si quieres encontrarme
busca en los sueños vacios.
 
 
Desde las estrellas nos ven
quienes apuestan por otro final para nosotros.
 
Quiero que los busques.
Los amigos que llevaste a la cama
desaparecieron;
hoy reina la soledad en el ave virgen.
 
Hoy, quien permanece joven es el espacio,
ese enigma no es para que lo disfrutemos.
 
A ti te corresponde verlo transcurrir,
a mí, este leve gesto poético.