IVÁN VÁZQUEZ -MÉXICO-
PÁGINA 50
Poeta y ensayista. Actualmente se desempeña como catedrático de la Universidad de las Américas Puebla. Ha publicado parte de su trabajo en revistas como La Otra (México), Círculo de Poesía (México), Buenos Aires Poetry (Argentina), Letralia (Venezuela), Leviatán (Argentina), La Ubre Amarga (Bolivia), América sin nombre (España), Cardenal Revista Literaria (México), Anestesia Revista de Literatura (México), Crítica (México), Graffylia (México), Periódico Poético UNAM (México), Hoyloleo (México), Campo de plumas (México), entre otras. Ha participado en coloquios, congresos y festivales nacionales e internacionales, entre los que destacan Festival Internacional de Poesía, Comala, Pueblo Blanco y I Coloquio Internacional de Poesía, organizado por las revistas Taller Igitur, Anestesia y Fondo de Cultura Económica (México). Fue publicado en la antología de poetas jóvenes De cinco a siete, colección Alejandro Meneses (BUAP, México, 2010). Ha sido incluido en la antología Mexpoet. Muestra de poesía mexicana contemporánea (Altazor, Perú, 2019), selección a cargo del poeta Víctor Coral. En 2020, la editorial Buenos Aires Poetry publicó su primer poemario: Cenizas mi deseo.
[La grieta en el cristal]
El hijo que no he tenido
es mi verdadera obra maestra
Ramón López Velarde
Mi hija viene del colegio.
Su pelo por el aire.
Desde la ventana
sin corazón la aguardo.
Un largo viaje, le digo,
Se detiene,
mira el humo en mis ojos.
Hurga el espejo roto de mi sangre.
Mi hija, agazapada,
busca en mí al padre
que no existe.
* * *
[De la imposibilidad]
Nadie nace solo una vez
Anne Michaels
Cosas que nunca podré hacer:
pisar mi sombra
morder la luz
oler el polvo
palpar la niebla
tocar a Dios
volver a la infancia
recordar mi muerte
escribir un poema
Porque seamos sinceros
esto no es poesía
si acaso
un veneno
el ardor de una lengua extranjera
que muchos ingenuos llaman
nostalgia.
* * *
[Con-su-mar]
De niño
buscaba mi barco
para hundirme
en el eterno
espejo del mar.
Pero todo era tormenta
y cielo raso.
Llovían platos
crujían cristales
sucumbía la luz.
Gaviotas ebrias de aire
iban a morir solas al mar.
De niño buscaba mi barco
y una tierra de espuma
de donde zarpar
huir solo
de las islas de mis padres
y un divorcio
que nunca lograron
consumar.
* * *
[Barlovento]
No nos mata morir: nos mata haber nacido
Roberto Juarroz
No desencadenes
contra mí
tus barcos
enfermos de fuego
Aparta el terso velamen
que palpita en tu blusa sisada
hacia otras orillas inexorables
En esta isla
no hay ningún tesoro que afanar
sólo el profundo olor
de un perfume antiguo
aves condenadas a ahorcarse
bajo sus propias ramas
luz negra
anillos de ceniza
y un extraño aleteo
de palomas en mi boca
que cantan tercas
una y otra vez
el día de tu regreso.
* * *
[Sotavento]
Regreso años después
a la misma quilla
orientado por la rotación
del sextante
con los fardos destruidos
hasta el hartazgo
les digo
Como siempre
me han derrotado los elementos
la historia
escupió una vez más
sobre mis pendones
pero acaso
De aquí en adelante
navegaré distancias cortas
sin jugarme la poca madera
que me queda adherida entre los costados
es decir
Ya otros cantarán
las guerras que perdí en fragata
aquellas tierras a la vista voluptuosas
que ahogaron su grito incandescente
desde lo alto de mi mástil
más tarde
Ya otros escribirán
la cifra de mi pérdida
el latigazo de la muerte
que roe mi rostro
día a día
con la tristeza de miles
de naufragios desahuciados
tan sólo
Por lo mientras
sea yo este barco que se hunde
y entierra su cruel epitafio
en el duro espejo del mar.
Sea.
* * *
[Quemar las naves]
Yo
navegante oscuro
de rostro enmohecido
ser de cenizas
guardo mi último aire
para bramar
¡tierra a la vista!
por si alguna noche
al calor de un recuerdo inusitado
anclo mi nave extraviada
en la durísimas aguas
de una muerte
injusta.
