SILVIO JOVARNY -MÉXICO-

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PÁGINA 35

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(Tapachula, Chiapas; 1994) Publicó el fanzine de escaso tiraje titulado Todos los reportes oficiales de Silvio Jovarny como Jovany López (Edición de autor, 2018) y el poemario Canto de soledad (Edición de autor, 2018). Textos suyos han sido publicados en revistas como Mimeógrafo Multicopista Cultural, El Narratorio, Antología literaria digital; Poetripiados, Polisemia, Tremolo, Repisa No.13, Tabaquería y la Revista Independiente virtual Unión José Revueltas. También ha colaborado en el periódico El Sol del Soconusco y fue incluido en las antologías Homenaje a la literatura contemporánea “Muestrario Nacional Chiapas” (Ediciones Ave Azul & Maya Cartonera, 2021), Homenaje a la literatura contemporánea “Región Sureste” (Ediciones Ave Azul & Maya Cartonera, 2022) y en la antología de cuentos fantásticos titulada Para que mi voz te cubra (Versoterapia, 2022). Participó en el Primer Festival Internacional de Poesía en Whatsapp (Wasapoesía) con dos poemas y en una lectura de poesía en el festival cultural de Huacart, efectuado en el 2016. Actualmente es integrante de los talleres de creación literaria que forman parte del Consejo Estatal de Fomento a la Lectura y la Creación Literaria en las instalaciones del Centro de Desarrollo Comunitario (CEDECO Estación Ferroviaria Tapachula) y en El Café de nadie en el centro cultural A Puerta Abierta.
 

 

Cortina de humo
(Fragmento)
 
—AYER FUE UN DÍA TERRIBLE…
My princess, te veo triste, te veo con ganas de llorar. ¿Qué tendrás? ¿Te han afectado los sucesos de las últimas horas? No, no bebas el vino como si fuera agua, please.
—Una amiga y su familia fueron asesinados mientras celebraban su cumpleaños. Hoy pensaba invitarla a bailar al Maya Salsa Palace.
El periódico Contracrónica publicó la noticia con un escandaloso titular carmesí: ¡Masacre en fiesta de cumpleaños! La nota, acompañada con las fotos de los cadáveres, decía: Sicarios atacaron a miembros de una familia que festejaba un cumpleaños en el Fraccionamiento Jardines de Tacaná. Quince personas, incluidos menores de edad, fueron asesinados. My sweetheart, no reprimas tus lágrimas. Iría a tu mesa para consolarte si no fuera por la reunión que tengo con unos inversionistas estadounidenses y solamente veo cómo charlas con Míster A. Tu outfit es perfecto, aunque estés pasada de copas. Supiste combinar esa camisa blanca de manga larga, cuya marca todavía no logro reconocer, con tu falda negra. Envidio el Rolex de tu muñeca y tu bolso Gucci. Sí, sweetie, emanas frescura y elegancia formal. Ni ebria pierdes el estilo. Siempre he querido invitarte a salir, pero tu actitud me detiene. Me enferma que trates mal a tus empleados. No me gustó cómo humillaste a la asistente que chocó accidentalmente contigo cuando llevaba nuestras tazas de café en la última reunión de empresarios…
—No mames, los asesinos incendiaron su casa y hasta grabaron un video donde abusan de ella.
Oh, my God! ¿Por qué las autoridades no hacen nada contra los criminales? El periódico La Voz de Tapachula informó que los activistas de Tapachula Seguro y el Frente Feminista del Soconusco critican la incapacidad de la policía municipal para frenar la inseguridad provocada por los enfrentamientos. My love, no tiembles de miedo. Tu carita de niña asustada me desagrada.
—Para colmo, todo el dinero de mi cuenta bancaria fue transferido, sin mi autorización, a una cuenta desconocida.
—¿Y en qué momento te diste cuenta?
—Cuando fui a retirar cinco mil pesos a un cajero automático de Bancemex.
Tal vez me daría un derrame cerebral si alguien roba los ahorros de mi vida. Princesa, contén tu llanto, please. El imbécil de Míster A quiere aprovecharse de ti en un motel de quinta, por eso insiste en que tomes vino. No ves que es un Fucking pervert porque sus ojos destellan de morbo.
—¿Y qué hiciste?
—Entré la sucursal y le pedí una explicación a la cajera que simplemente me quedó viendo como pendeja. Estuve a punto de madrearla, pero los guardias me detuvieron. La gerente me recomendó marcar al número que aparece al reverso de mi tarjeta de crédito. Seguí su indicación y un ejecutivo telefónico levantó un reporte. El problema debe solucionarse, según el ejecutivo, en cinco días hábiles o voy a demandarlos si no hacen algo al respecto. Ahora entiendo porque mi padre decía que Bancemex es una mierda.  
No te agites, my beautiful princess. Cierra los ojos. Respira y exhala, respira y exhala. Cuenta hasta diez. Vamos, inténtalo. Uno, dos, tres…
—Mi papá tuvo un accidente ayer en la tarde. Él manejaba con tranquilidad y otro automóvil fue a estamparse con el suyo por culpa de unos weyes que manejaban como locos en el Par Vial…
El Contracrónica, en sus Páginas 13 y 14, publicó, con otro escandaloso titular carmesí, la nota: Narcopersecución ocasiona graves daños en calles de la ciudad. El resultado fue de 25 heridos, 13 muertos y una docena de vehículos dañados. ¿Tu padre fue uno de esos veinticinco heridos, darling? Has de estar salada para que te sucedan tantas desgracias en un día.
—Unos tíos me prestaron dinero para cubrir los gastos de su atención médica. He sido la única que ha permanecido con él porque mamá ni siquiera lo ha visitado al hospital.
Baby, deja de beber, please. No abuses del vino.
—Casi lo olvido, los amigos de un primo perdieron la vida en ese bar… ¿Cómo se llama ese bar al que vamos todos los jueves?
Hay incertidumbre sobre ese tiroteo. Autoridades y medios de comunicación no han dado información al respecto. Creo que a nadie le importa la muerte de esos chicos. ¿Quién los manda a estar en malos pasos? No nada más los encuentran acribillados en Viva México o aparecen decapitados en Cafetales; no nada más los dejan envueltos con sábanas en la Xochimilco, no nada más los descuartizan y luego los meten en bolsas que luego tiran en las orillas del río Coatán.  
—La muerte está en mi alrededor.
Una lágrima recorre tu mejilla de porcelana. Vamos, dearling, sé fuerte.
—¿Cómo te fue en tu última cita?
No entiendo al imbécil de Míster A. ¿Por qué hace ese tipo de pregunta? ¿Acaso no le interesa tu sufrimiento? Luego, ¿quién es él para saber los detalles de tu última cita? Esa pregunta demuestra que no le interesa tu dolor, baby.
—Fue una mierda. El estúpido quería cogerme después de cenar…
No sonrías como tarada. ¿Cuál es la urgencia de encontrar pareja? Dios santo, deja de mendigar amor.
—…le propiné una fuerte cachetada y le pedí de favor que me dejara en paz.
—¿No crees que lo provocaste con tu vestidito turquesa?
Míster A tiene razón. Tuve la fortuna de verte con ese vestido. Te mirabas tan exquisita, tan sensual. El contorno de tu cuerpo me excitó. Eras idéntica a un ángel y el tipo con el que saliste fue un idiota por no seducirte bien.
—No, todos salen por mi dinero.
Restaurantes, laboratorios, farmacéuticas, tiendas de zapatos, agencias de publicidad y una docena de terrenos a lo largo y ancho de todo el país son ejemplos del poder económico de tu familia, lady.
—¿Cómo vas en tu trabajo? ¿Ya te emocionas cuando ves en chinga a los peones en la pizca de café?
Ahora ríes como retrasada mental y engulles el resto del vino que había en la botella. En serio, vas a terminar en las garras de ese depravado que tienes frente a ti.
Tuviste suerte de que la roya no afectó el cultivo de tu finca.
—Todos dicen lo mismo, ¿cómo te va a ti?
—Fue una grandiosa idea que mi prima haya creado su empresa freenlace de diseño web. Por ese trabajo disfruto los viajes, las fiestas…
—Y termines en la cama con un desconocido. Ya sabes, tus sexosos after party.
Míster A dice la verdad. Eres una chica elegante con tintes de golfa porque a veces escucho tus gemidos en mi habitación. Una noche vi cómo le practicabas sexo oral a un desconocido en tu alberca y hace unos días me enteré de que te fuiste a coger con dos cubanos a Puerto Arista. No entiendo cómo puedes ser tan openmind si eres parte de la familia más conservadora de Tapachula.
—Te pareces mucho a tu madre.
—¡Pendejo!
Pinche comparación que ni viene al caso, wey. My princess explota si alguien le recuerda el parecido con su madre.
—Aprovechando que tocaste el tema, ¿me dirás el motivo de la separación de tus padres?
—Mi papá descubrió a la estúpida de mi madre buscando una clínica en internet para que mi hermana de quince años abortara…Te diré una cosa, me enferma hablar del tema. 
Conque ese es el motivo de la separación, un embarazo no deseado de la pobre Miss G. Por abordar un tema delicado el silencio se apodera de la mesa y resulta tan embarazoso para Mister A, quien desvía su mirada hacia otra dirección.
—¿Eso es tuyo?
El imbécil señala una pañalera azul escondida entre tus pies, ¿de casualidad es tuya, my little heart?
—No es mía, es un encargo de la sonsa de Anacleta.
—¿Anacleta, tu rommie? La que se la pasa llorando todo el tiempo porque su padre murió de un tumor cerebral y está de huevona en el departamento.
—Sí, ella. Curiosamente me la encontré anoche en una camilla de la Unidad de cuidados intensivos del mismo hospital donde se encuentra mi papá. La hirieron de un balazo en la pierna.
—No mames, ¿se encuentra bien?
— Sí. Le pregunté qué había sucedido, pero no me dijo nada. Antes de irme, me dio la pañalera y me dijo que se la diera a una persona que vendría a recogerla aquí, en El Despensa.
—La pañalera se ve casi vacía.
Sí. No me creerás lo que hay a dentro.
—En serio, ¿puedo ver?
—Claro.
La pañalera me parece un poco enigmática. ¿Qué habrá dentro de... ¡Ah, pinche mesero imprudente! ¿Cómo se te ocurre servirme una copa de vino que ni siquiera pedí?  Los meseros de este restaurante son pésimos. De qué me sirven tus disculpas si ya no pude ver el objeto de la pañalera. Ni terminas de hablar y te diriges a la mesa de mi nena preciosa cuando Míster A la ha colocado otra vez en el piso.
—¿Se les ofrece algo más?
Ese mesero y su tosca manera de interrumpir una conversación. Baby, no brinques de susto. Míster A únicamente lo ve de pies a cabeza y no le dice nada.
—Me asustó, joven.
Has bebido demasiado, dear, deberías de bajarle al vino.
—Lo siento, ¿desean algo más?
—¡No y hazme el favor de retirarte porque estoy conversando con mi amigo!
—Lo haré si me das la pañalera.
¿Quién madres te crees, wey? Llamaré a tu capitán y le diré que te corra de aquí por tu pésima actitud.
Te arrepentirás por el resto de tu vida, perra asquerosa.
¡El mesero ha sacado una pistola! ¡Qué horror, esto es un asalto!
—Dame la pañalera o hago mierda tu cerebro.
¡Pinche mesero, no le apuntes! ¡My princess, no mires el cañón del arma y solo dale la pañalera!
—¿No nos lastimarás?
¡Pon la mentada pañalera sobre la mesa!
—Nada más quiero la pañalera, corazón.
Los comensales huyeron despavoridos cuando el mesero sacó la pistola. Míster A se queda paralizado en la silla como el mísero cobarde que es.
—Ves, acabas de salvar tu vida, pen...
¡El mesero ha sido decapitado! Su cabeza rueda sobre la mesa y su cuerpo se desploma. Su nuca cercenada arroja tanta sangre como si se tratara de una fuente y ha salpicado tu rostro. La pañalera se empapa del líquido carmesí que se esparce por el piso de azulejo y el idiota de Míster A vomita. ¡Vamos darling, keep calm! ¡No ganarás nada con alterarte! El hombre que decapitó al mesero tiene una espada similar a la que usaron los ninjas. Ahora nos sonríe diabólicamente. ¡Alguien debe llamar a la policía! ¡Dios mío, no sé qué hacer en este tipo de situación! Baby, keep calm! ¡No grites, please!