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Nacido en la ciudad de México. Estoy viviendo en el estado de México  desde los dos años de edad.
Hijo de un  matrimonio  de  Tabasqueños, don Ángel C. Esquivel Pérez, de Teapa tabasco y doña Gertrudis Gómez, de Villahermosa tabasco ambos ya finados.
Con la carrera de técnico laboratorista, actualmente pensionado por cesantía por el IMSS.
Casado con Ofelia Aybar Munguía, ella originaria de Donato Guerra estado de México.
Me aficione a la escritura desde el año de 1972, cuando fallece mi madre. Iniciándome, con algunos pensamientos tristes, debido a tal acontecimiento.
Pero al paso de los años, me eh dedicado hacer algunos cuentos, o calaveritas para la escuela de mis hijos y nietos. Incluso en una de las empresas que preste mis servicios colabore con un pensamiento para las tarjetas de navidad que nos procuraba la empresa año con año.
Con el paso de los años, el gusto por tener un papel y un lápiz en mis manos, me provocan una sensación especial, un cosquilleo por lo que apuro a escribir.
 
 
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FERNANDO MOISÉS ESQUIVEL GÓMEZ -MÉXICO-

NUNCA LOS ESCUCHÉ
 
El viento sopla fuerte alzando polvaredas, esto origina que las personas no surjan de sus casas. El rechinar de la madera de esas casas se escucha deplorablemente. A criterio esas calles dan a ver como un caserío fantasma.
 
Solo en la calle un jinete se va encuadrando por esas calles, cubierta toda la cara dejando un pequeño sitio frente a los ojos para poder ver hacia donde se destina. El caballo paso a paso con el agotamiento y la parvedad de tomar agua y algo de hierba que comer.
 
Al arribar a un establo un hombre pequeño se le aproxima y toma la rienda del animal mientras el jinete se apea.
El hombrecito saluda al recién llegado.
El jinete retribuye el saludo.
 
Ambos departen sobre lo difícil que fue el largo recorrer de este hombre hasta este pueblo.
El recién llegado le pide le disponga en algún lugar donde pueda reposar, también donde se hagan cuenta de su caballo.
 
El hombrecito le ofrece el hospedaje y afirma que se encargara del caballo.
Desde ahí este le grita el nombre de una mujer.
¡Gudelia! Esposa ven.
 
Minuto después una mujer obesa sale atender el llamado de su nombre.
El dueño de la casa le explica que el hombre que llego se le dará pensión.
 
Ella le indica que la siga, al estar dentro de la casa ella lo va guiando.
 
El vaquero camina tras de ella hasta un cuarto muy organizado con una cama además de otros muebles, en el siguiente está el baño.
 
El hombre dice que le parece bien, la mujer le dice que es un dólar al día con comida y cena además que se paga por adelantado.
 
El hombre saca unos dólares y se los da a la mujer, aun no sé cuántos días estaré, replica. La mujer le dice que en un momento le trairan agua caliente para asearse.
 
El hombre pone sus objetos en una silla, en un rato más un joven con dos cubos de agua ingresa, llena una tina grande que está dentro del baño. Enseguida la mujer regresa con una toalla.
Ya solo el vaquero procede a desvestirse y se coloca adentro de la tina, mientras ahí se va afeitando.
 
En seguida de permanecer un buen rato dentro del agua concluye de bañarse, toma la toalla para proceder a secarse.
Se viste.
 
Estaba a punto de terminar cuando unos golpes en la puerta lo alertan. Es el hombrecito que le avisa que su caballo está bien atendido, además el almuerzo  listo para que baje a comer.
 
Él baja al comedor, la mujer procede a servirle. Unos huevos estrellados con tocino y habichuelas, pan casero y café. El hombre devora esto, el estos días solo ha comido carne seca y agua de manantiales por donde paso.
 
El hombrecito le dice que se llama Tomas, su esposa es Gudelia y el chamaco que los asiste es Robalo.
Usted ¿Cómo se llama? Le pregunta.
El vaquero prende un cigarrillo y le da una fumada fuerte.
Mire yo soy Pep Guille”. Estoy aquí porque acudo a indagar por una mujer, su padre de ella está muy enfermo y anhela que ella lo asista antes de que muera.
¡Oh! Que bien le contesta Tomas.
Me dijeron que esa mujer vive aquí en el pueblo.
Pues si vive aquí, debo de conocerla.
¿Cómo se llama ella?
 
Bueno su verdadero nombre es Hortensia Guanal Devine. Ella dejo su casa porque se enamoró de un ovejero, como sus padres no lo admitían se fugó y llego a este pueblo.
 
Aquí cambio su nombre, se llama ahora Catalina y el hombre con el que vive Joss. Es un tipo que cría ovejas.
¡Oh! Si ese tipo Joss vive más al norte, pegado a la montaña. Casi no viene al pueblo, es un tipo peligroso pues bebe mucho y perenemente se mete en líos aquí en el pueblo. El alguacil ya lo ha metido varias veces a la cárcel por su forma de beber, busca pleitos sí.
 
Bueno dice Pep y de ella que me puede decir.
Pues ella casi no viene al pueblo, la última vez se le veía muy maltratada del rostro. Usted sabe seguramente ese tipo la golpea. Tienen dos hijos.
Pep se queda pensativo sobre lo que el hombrecito le conto. El vaquero termina sus alimentos en el preciso momento en que el alguacil entra.
 
El hombre de la ley se presenta ante Pep.
Forastero soy el alguacil López.
Le dice que se había enterado de que acaba de llegar, solo quiero decirle que este pueblo es muy sosegado por lo que si no tiene nada que hacer aquí le suplico que prolongue su viaje. Aquí no nos gustan los fuereños y los inconvenientes.
Mire, alguacil, solo vine por una persona, pues su padre me contrato para llevarla pues está muy enfermo.
¿De quién se trata?
 
El hombrecito se entromete en el dialogo, le dice al hombre de la ley que se trata de Catalina la esposa del ovejero.
Pues le advierte que ese tipo es muy cerrado y no le permitirá que platique con su esposa.
 
Después de enterarse el alguacil por qué la presencia del fuereño se retira.
Pep también hace lo propio pues ya es de noche y le haría muy bien descansar en una cama antes de ir a ver a Hortensia.
A la mañana siguiente  se viste y baja al comedor, listo ya está el desayuno. Toma sus alimentos para después  dar un paseo por el pueblo.
 
Entra a la cantina, al acercarse a la barra le solicita un trago al cantinero. En el lugar hay algunos parroquianos, jugando cartas o dados, pero todos con bebidas alcohólicas.
 
En el fondo hay un viejo que jugando con un vaso se distrae. Pep toma asiento en la mesa contigua a la de ese viejo. Al estar cerca el viejo reacciona y preguntándole a Pep le dice.
¿Forastero?
 
Pep voltea a ver y le responde que efectivamente esta recién llegado.
El viejo le pide permiso a Pep para sentarse junto en su mesa.
Pep le dice que no tiene objeción, mientras pide una botella con dos vasos. Inician la plática, en un rato ambos tipos actúan muy familiarmente. El viejo Abraham le interesa ir a la colina porque dejo algo enterrado hace muchos años, no puede pasar debido a que esta el rancho ovejero de Joss y no lo deja pasar.
A Pep le interesa llevar a Hortensia con su padre y cobrar los 5000 dólares que le van a pagar por llevarla.
Ambos se unirán para alcanzar sus cometidos.
 
Pep decide seguir descansando ese día e ir a la mañana subsecuente para hablar con la mujer, persistentemente que Joss lo permita.
Así lo hace al día siguiente, pero Pep no pudo ni aproximarse al rancho.
Una serie de balas se lo impidieron. Él les grita que acude en son de paz, que quiere hablar con la señora Catalina y que viene de parte de su padre. Al escuchar eso Joss arrecia la cantidad de balas, por lo que Pep decide regresar al pueblo.
Se va directo a la cantina encontrándose al viejo Abraham y le cuenta que no pudo acercarse pues ese hombre no escucha a nadie.
 
Entonces deciden lo que ambos habían pensado, unirse para lograr equitativos. Dejan pasar un par de días para poder atacar el rancho ovejero.
Así lo hacen de madrugada se acercan, pero los perros ovejeros detectaron su presencia y ladrando alertan al dueño del rancho. Que pronto empezó a disparar, Pep y Abraham no contestaron el fuego sino que esperaron a que disminuya la metralla para poder acercarse. Joss no está solo, su primo Lucas apunta desde otra ventana, mientras Catalina y sus hijos se refugian en una de las recamaras.
 
Ellos permanecen acechando, mientras el par de primos armados vigilan.
Bien armados van viendo por las ventanas a que no se acerquen los intrusos.
Pep es un pistolero con extraordinaria puntería y solo está esperando que los hombres del interior se aparezcan un poco para ejecutar un disparo.
Sucede que Lucas se asoma para ver si los intrusos se fueron, cuando una bala le dio en la frente, al caer cuando se escucha una ráfaga de balas de ambos lados. Esto ayuda a que los hombres afuera se aproximen a la casa.
Lucas ya muerto obliga a Joss a incrementar las balas desde su ventana, el por estar tirando desde un punto no se da cuenta en que Pep ingresa por otra ventana.
Al momento en que Joss reacciona Pep le da un balazo haciendo que suelte el arma.
 
Al tener Pep ya sometido a Joss ingresa por la puerta Abraham, amarran al dueño de la casa y buscan a los demás integrantes de la familia dentro de la casa.
Así en un cuarto madre e hijos están bajo de una cama, Pep le pide que salgan. Catalina sale con sus hijos a la vista del hombre.
 
Ella presenta muchos golpes, así mismo como los niños también tienen algunos moretones propios de severas golpizas.
Pep le dice a la señora Hortensia que viene de parte de su padre don Charles Guanal Devine, me mando a buscarla porque está muy enfermo y desea tenerla cerca.
 
Ella muy asustada le recuerda que su esposo.
Le dice que no se preocupe, su esposo está dominado. Todos salen a la sala en el preciso momento en que el alguacil López hace su presencia.
Él quiere detener a Abraham y Pep por introducirse en propiedad privada y por la muerte de Lucas.
 
Pero Hortensia interrumpe al alguacil, le dice que al que debe detener es a Joss porque los golpea y los tiene secuestrados. Que ella lo acusara formalmente y que estos hombres solo repelieron la agresión.
Por lo que López ordena a sus ayudantes que lo trasladen a la cárcel, que se lleven también el cadáver.
 
Hortensia le pregunta a Pep si es que su padre está muy enfermo, a lo que el vaquero afirma.
Entonces iré con mi padre y mi madre ¿Cómo está?
Ella la espera también con mucho gusto.
Me iré.
En un par de días ella preparo todo para que en una carreta se lleve sus cosas para regresar a la casa de la que no debió de salir. Todo por no escuchar los consejos de sus padres ha vivido golpeada y maltratada por el padre de sus hijos.
 
Ya todo listo se acomodaron en esa carreta, Pep se despide de Abraham el cual al fin podrá pasar a buscar lo que un día ahí dejo enterrado.
También se comisionara del rancho y los ingresos los mandar a Hortensia.
Arre grita Pep a los caballos, es cuando la carreta avanza. Hortensia abraza a sus dos hijitos, ella levanta la cabeza ya jamás será golpeada.
 
SOLO RECUERDA ALGO MUY IMPORTANTE, LO SIGNIFICATIVO QUE ES ESCUCHAR A  SUS PADRES.