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ALIANET BRAVO RODRÍGUEZ -CUBA-
Alianet Bravo Rodríguez, nacida en la Habana, Cuba bajo la influencia del extenso Malecón habanero lleno de historias y recuerdos. Graduada de informática, ferviente amante de la tecnología con igual grado de los libros y las letras, encontrando en la escritura la forma de hacer volar mi imaginación optando siempre por el amor como principal medio para curar tanto caos que hay a nuestro alrededor. He participado en la Revista Digital Santuario del Alma, Mis Repoleas, Azahar No 113--117, Trinando No 37 y Ouroboros No 28, también en una Antología Poética Colombiana, así como en la Antologías Poéticas Sabor a Sexalencia, Maestros Guías de vida y Para mis padres de la Academia nacional e internacional de la SMGE sede municipio de Toluca, México. Escribo bajo el seudónimo de AliBR y aparezco en las redes sociales Facebook e Instagram cómo Escritos a la luna.
Meliflua presentación…
Bello mar, nacida con el aroma de sal llevándome a soñar…
Nefelibata andarina que recorre sin frenar,
Avenida que abraza llevándome a confesar,
Ciudad…
Fantasía guardada en un cuaderno mojado por las mareas carente
De normas sociales, y mi falda bambolea
Y mi blusa aflora en un viaje de pieles que quedan descubiertas,
Buscando saciar en su aroma…
Olor de hoy, de ahora, de vernos, de un mañana incierto porque no conocía
Su verso, y el cálido texto por su espalda germina,
Y es mi respuesta al sentir la interrogante de hacernos un dúo,
De hacernos corrernos, respiro profundo pues a mis pies contemplo,
La vida despliega bullicio, me arropa en su encanto y yo
Citadina cobijo su manto…
Ciudad me mira…
Se asombra y me aloja en las esquinas oscura donde bendice
Mi alma, y en murmullo comenta cuanto hacía falta
Que a su muro llegara a confesarle mis hazañas…
Sonrisa profana… quedo estancada en escribirle a la magia
Cuando debajo de nuestras sábanas,
Somos la danza,
Somos el alba,
Somos dos gotas de este mar que nos baña
Y el oleaje se alza y dentro de mí te abraza… ¡ Y grito con ansias!
Dejemos tatuada a esta presentación meliflua
Que quedará eternizada con cada caricia.
* * *
Tiempo…
Tiempo de lluvia y de cuerpos desnudos,
De pieles mojadas por el salitre del otro,
De sensuales afrodisíacos, y acurrucarnos calientes
Para sentir en el centro la baja presión de mi vientre.
Tiempo atmosférico que va perdiendo la calma
Para rodear nuestras almas con un arrebato de contacto,
Con una solicitud de danzarinas manos
Para encender la fogata de nuestras caderas insensatas.
Tiempo de entrega… Se acercan de prisa nuestras siluetas,
Y somos glotones descubridores de instantes eléctricos
Haciéndonos arremolinar en nuestro lecho,
Haciéndonos multiplicar en cada entrada la esperanza.
Tiempo de besos… Se van encolerizando nuestros fundamentos,
Y de pronto el lápiz con premura se encuentra
Haciéndole versos al jardín de su fémina,
Para hacer brotar de su fuente la dulce miel que le somete.
* * *
Amor…
¡ Lo ves! Lo ves mar, por más que intento alejar esta alma díscola
Me doy cuenta que para mí no es la sobriedad,
Me atengo a las consecuencias, las cuales pagaré…
Rezaré un rosario, quizás tres, a lo mejor me debato en un traspiés,
Porque de pronto mi espíritu puede ensordecer.
¡ Lo ves! Míralo sin cegar,
Observa esa epidermis desnuda que me hace anestesiar
Los cinco sentidos de conductas morales a las que atenerme,
No quiero pecar,
Pero es tan grande el deseo que llega a provocar
Que mi mundo lo endiosa dejándose sonsacar.
¡Lo ves! Quiero disfrutar…
Quiero sentirme libre de tanta banalidad,
Quiero que todos se tenga que silenciar,
Quiero que nadie me logre detener pues me declino
Por en sus brazos perecer.
Ya no hay que ver…
Te cuento océano tuvo que suceder, y le imploro al reloj
Se estanque en esta estación,
Donde la primavera conoció el amor.
* * *
Ambrosía acaramelada…
Un texto de rimas abrazadas
Se carameliza fundiéndose en insinuaciones,
Que intentan quedar trasnochadas
Por la brisa de calientes palpitaciones.
Un texto que por mis manos carentes
Se desliza goloseando el azúcar en este frenético guarapo,
Que vamos cocinando en caricias ardientes…
Lo estremece la sensación de un orgasmo.
Un texto que paraliza a este demente…
Se superpone en cánticos que van cuesta arriba,
Y mis labios femeninos son el estupefaciente
Que lo llevan a cabalgar con ávida prisa…
Un texto que se corre con premura…
Son sus gritos la partitura de este vals agonizante
Y es su ambrosía el caramelo de esta dinastía.
* * *
Liberando atrevidas letras…
Has llegado aquí… has esperado sentir en mis versos lo amargo del odio,
El vacío sin consuelo, la enigmática estancia de pechos desiertos…
Te debates por dejarme abandona pues despierto en tus pensamientos
Aquellos recuerdos,
Aquellos instantes de horas expuestas, de sábanas que se transforman
En silentes testigos de dos misioneros que buscan consuelo
En sus cálidos encuentros…
Quieres largarte sin leer este texto…
Es que me he olvidado de aquellas parejas que se rifan los cuentos,
Y se vuelven la amnesia de arduos sentimientos,
Y es que yo soy el beso…
Yo soy los labios…
Yo soy ambos cuerpos cuando se olvidan de todos los que quieren reprendernos,
Y quizás soy el viento, susurro en tu entrepierna cuando queda abierta
Sintiendo deseo, implorando por anhelo, y sin vergüenza voy
Lamiendo sin reservas…
A lo mejor esperabas un libreto, de lágrimas y reproches por aquellos momentos,
Pero llora en mi centro la caricia ensalivada que surca adentrándose en mi alma…
Reconozco, puedo ir más lento, pero es que no quiero…
Me vuelvo avaricia de este monumento que erecto me encuentro
Y si no estás preparado, pues abandona mi verso…
Quédate con la duda y olvida las dunas que en mi pecho él devora
Llevándome a enloquecer por su tibio fuego…
Volcán incesante por llenarse de mieles y sin esperar me somete a su mando
Para arrojarme con fuerza a un bendito siniestro,
Nos incineramos en segundos gloriosos y estoy segura… Quieres enterarte
Del final de esta fábula sin mediar la falacia
De alguien ajeno a este sentimiento.
* * *
Dueto de caballeros…
Voy sumando los pechos que abotonados me tientan,
Uno es marfil, claro terciopelo de bellos inundados,
Un suspiro de por medio
Para hacerme cargo de este moreno que hace cálculo
En este contexto.
Andariega descalza, matemática explorada que busca en sus labios
El sabor de un te quiero, y mefistofélica flama en carnosos anhelos,
Con desespero mis manos se lanzan
Al sabor de sus brazos dejándome controlada
Para estos ardientes caballeros.
Un triángulo perfecto…
Somos los vértices de un encuentro que en perpendicular responde
Asumiendo el empoderamiento,
De una selva salvaje que para ellos se hace un poema,
Y sin espera rima el centro de sus calaveras sedientas
Que penetran cálida marea…
Olvidemos este momento… Conticinio dame razonamiento
Para llevarme cada letra de aquella gitana hambrienta,
Borremos cada hormona que llegó a conocer de auroras…
No quiero ruborizar esta historia…
Pero recuerdo cuando hacíamos que el tiempo se paralizara
Entre frenéticos sentimientos,
Devorando en sus carnes el éxtasis de desbordarse
Inundándome con alarde.
* * *
Espinas y rosas…
Acomódate en mi pecho para ver juntos el decursar del tiempo,
Pongamos en el armario colgando de los percheros
Fantasías y anhelos que no permitan adormilar nuestros sentimientos,
Y si faltara un día el murmullo de nuestros cuerpos,
Digamos que estamos en silencio en una temporada de pensamientos.
Deslicemos por el sendero los pasos traviesos,
Hagamos que emigren las tristes golondrinas
Que venían a albergarse por el hastío y el silencio,
No permitamos que nos consuele un abrazo desierto
Para anochecer en tus brazos amándonos sin freno.
Viajemos por las montañas subiendo con esfuerzo,
La caída nos daña, pero de acero es nuestro empeño
Y fomentamos la tolerancia de laberintos que nos atrapan,
Claudicamos en detalles que nos lleva a querernos.
Miremos nacer el día, que los rayos alumbren nuestro trayecto,
Aunque latente queda el conocimiento
De que sin previo aviso los nubarrones quedan en el medio,
Y esforzarse es la muestra para tanto enamoramiento,
Pues no todo es de rosas, las espinas engalanan algunos momentos.
* * *
Campo enamorado…
Aroma a campo desnudo, aliento de fuego
Y en vez de albergar este central
La caña comienza a danzar, va descubriendo en sus pasos
Las ganas de amar.
Se huele en el viento la valentía del negro
Allí en lo oscuro le espera la dama sin su dueño,
Y es su mirada el beso
Cuando descubre la cercanía de su miembro.
Se hace la siembra alardeando por su velo
Cuando descubre sin penas las joyas de sus senos,
Y sin espera las toma acariciando sin recelo,
Le falta el aliento rogando con desespero.
Es marfil que en sus manos se desborda sin contenerse,
Es remolino en sus faldas cuando entra sin perder el tiempo…
No detienen la marcha,
No engalanan la espera y se observan a la luz de las velas
En un lecho de estrellas.
Señora de día plebeya en esta tierra
Cuando la noche no espera por mantener a la reina,
Porque ninfómana guerrera ella no se queda quieta
Y empina su vuelo devorándolo hambrienta.
* * *
Olvido enmascarado…
En doce versos tengo que comentar sobre el olvido abordar,
Pero no recuerdo lo que quiero mostrar, puede ser que me llegue a sofocar
Y mis letras quieren aminorar el efecto que logra causar,
Mejor dejarlo encausar tierras donde nadie pueda observar.
En ocho versos no puedo dejar escapar
Y mi pluma libera sin más, son sus alas eclipsadas por el destello
Que su aroma provoca en el centro de este punto geográfico,
Que pierde la métrica preparada por lo que ahora está trasnochado.
En cuatro versos queda constatar que mi memoria es certera y vital,
No puedo dejar de contar que nunca podré olvidar
El contacto de esa piel que fue quien me llevó a disfrutar,
Haciéndome un libro de historias trazadas por la velocidad de cada estocada.
* * *
Fuego aterciopelado…
De frente a la extensa naturaleza
Chorreando líquida turbulencia
Encaje de montañas descubiertas.
Catarata amnésica... Lentamente
Mi alma feroz abraza cuanto observa,
De su geografía nacen tibias
Letras que alcoholiza mi sistema.
Y es el hielo quien descubre fogoso
Como enredarnos en sensual tornado
Que electrifica de prisa mis venas.
Destierra helada decencia... Florezco,
Y danzo bajo enaguas olvidadas
Que se dejan llevar por la corriente
De este Niágara que melifluo reina.
