EL PODER DE LA PALABRA ESCRITA

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TRINANDO

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DICIEMBRE DE 2015

NÚMERO

6

 

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Las Chivas. JesúsAntonio Báez Anaya (Colombia)

Réplicas de Madera

Nora Patricia Fouler


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Mi nombre es Nora Patricia Fowler. Nací en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina.

De apenas 6 años vine a vivir a mi ciudad actual Comodoro Rivadavia, en la hermosa y agreste Patagonia.

Tengo 3 maravillosos hijos y dos nietas másun nieto en camino.

Ya adulta cursé el Profesorado de Lengua y Literatura para la enseñanza secundaria. Ejercí durante apenas dos años en un colegio primario. Luego comencé a trabajar como voluntaria en una Biblioteca Popular de mi ciudad. Allí desarrollé durante casi 8 años un taller de Literatura y Arte para niños.

Las cosas que más me gustan: los libros,  los niños y la música.

Escribo poco y siempre poesía. Generalmente cuando escribo es porque atravieso momentos de tristeza. Aparentemente la alegría y la poesía no van juntas en mi camino.

La literatura es mi gran amor, el otro aún no lo he encontrado.

Sueño mucho, y soy muy romántica pero en la vida real me domina la racionalidad.

POEMAS

 

Y a oscuras

en medio de la noche

le besó los ojos.

Quizás la mirada los salváse.

 

 

No hay recuerdos, nada.

Ni del día en que lo vi

por primera vez

ni de la tristeza en su mirada

cuando se fue calle abajo

esa última noche.

Ni del olor de su piel

o del aroma de esas flores que una sola vez me regaló.

Ni de los colores que usó en cada una de las veces

que pintaba para mi en la soledad del cuarto.

Ni de todas las veces que me escribió

ni de las horas que yo pasé esperando aquellas cartas.

No hay en la memoria sonidos de alguna tonada

que hayamos hecho nuestra

Ni del carraspeo de su voz cuando decía te amo.

No quedó nada,

se lo juro

Pero sigue devorándome

 

 

 

 

¡Ay! ¡Si usted supiera como quedó el alma

luego de aquel día!

Rota. ¡Sí!, desgajada.

No vuelven las hojas al árbol

cuando ya están marchitas.

Otras son las que retoñan,

nuevas, frágiles, llenas de vida.

Pero el alma Señor, no tiene ramas,

no son hojas las desprendidas.

Cuajos son, trozos de lo etéreo

que destrozados caen y se aniquilan.

No habrá una nueva primavera para ella.

Ya no.

El alma, Señor, murió aquel día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

San Viernes

Corres, corres

hay que encontrarlo.

San Viernes

la lujuria te espera

allí está, alcanzála.

San Viernes

locura, ¡Dios!, y este frenesí

Música, música ya,

hay que encontrarlo.

No puedes

No

No percibes

No

No lo encuentras

No.

San Viernes

Y ni tu soledad

puede con ello.

 

 

 

 

Pronóstico

Por la mañana probabilidad de lluvias intensas por lágrimas contenidas demasiado tiempo.

Al mediodía, tras la aparente calma pasional se producirán brisas de temor con intervalos de ráfagas de audacia.

Tarde/noche: aumento de nubosidad en el raciocinio y de la temperatura erótica.

Avanzado el día se presagia riesgos de caída nívea en la sensualidad.

Sensación térmica: menos 2° grados de coherencia.

 

 

 

Me sienta bien el negro,

las tardes grises de lluvia en los domingos,

y la muerte del sol en los ocasos.

Comulgo mejor

con la negra savia que derraman, ardientes,

los árboles heridos

y con la niebla profunda y asfixiante

que todo lo cubre en las mañanas.

Percibo más el llanto ahogado en las gargantas

y las huellas del dolor,

y los pesares.

No siento ya temor ante el espanto,

llevo el rostro oscuro de la muerte en la mirada.

Sólo la tristeza me huele a jazmines.

Cuando la miro,

el destino se aparta.

 

 

 

 

Tengo algunos poemas

de esos que nadie lee

Hablan de amores rotos

y penas oxidadas.

Quisieron las arenas del tiempo

hacer su buena obra borrando los recuerdos,

pero la tinta es buena

Aún persiste en su derecho

y no permite que olvide.

 

 

 

 

La abuela camina lentamente.

El triptico bastón no alcanza para equilibrar la vida.

Nadie la mira, no hay auxilio.

La muerte nos llega a todos.

Hay que apurarse.