REVISTA TRINANDO #9 PAG. 4

Escríbeme,
no dejes de expresar
lo que por mí tú sientes.
En hojas perfumadas
escribe que me amas,
que me deseas tanto,
que vivir sin mí, no puedes.
Dóblalas con primor
confeccionando con ellas
avecillas de origami.
Dales un beso o dos
y suéltalas al viento.
Llegaran agitando sus alas
se posaran en el dintel de mi ventana
y trinaran tu amor,
con toda la pasión
que imprimiste en sus letras.
Con cada trino un dobles
se deshará,
y al final…
la hoja mostrara su alma
y sentiré la tuya.
Y yo veré tu letra
y sentiré tu amor;
confirmando que me amas.

Vida o muerte

Agazapado las observaba. Las veía e incluso las oía cuchichear entre ellas. Sentía que en cualquier momento se abalanzarían contra su persona y siendo mayoría lograrían herirlo, dañarlo de alguna manera. En un momento en que se olvidaron de él y no estuvieron atentas; las atacó. Dicen que el que pega primero, pega dos veces. Así que una a una las fue dejando extendidas por el cuarto.
Mientras se relamía las observaba yacer en el piso muertas unas, moribundas las otras.
Lo malo de todo es que cuando la “agüela” bajó al comedor y encontró el reguero de servilletas en el piso no se mostró muy alegre.

Tiempos mejores

Reflejada en el agua se ve la casa.
La familia feliz,
el sol caliente,
el árbol y el columpio.
Si no miras al agua…
No ves nada.
La casa se quemó hace ya muchos años.
El árbol en astillas yace muerto en el suelo.
Y del columpio aquel solo queda el recuerdo.
¿La familia?
La familia partió se esfumó
O murió
Así
Que si quieres, ver los tiempos mejores
Mira al agua.

Me esperas y te espero

Y yo aquí te espero
Temiendo alejarme de esta casa tan tuya
de este camino que recorriste tanto
e incluso del teléfono cómplice
que te acercaba a mí todos los días.
Y tú allá me esperas
temiendo que al salir
yo llegue hasta tu puerta
y al encontrarla cerrada -clausurada-
me regrese.
Y en el camino tuyo
y en el camino mío
nos perdamos.
Y yo aquí te espero
con los ojos cada día más marchitos
la sonrisa congelada en el rostro
y las manos ya mustias.
Y tú allá me esperas
como fiera enjaulada
paseándote de un lado para el otro
y aullando de dolor.

Sonámbula

Sonámbula al contrario
Cuando duermo
Me voy
Viajo
Recorro mundos nuevos
Y antiguos
Conozco gente
Desconozco también
Cuando luzco despierta
En realidad voy por ahí
Dormida...
Sonámbula.
Vivo dormida
Y duermo despierta
No es duermevela
Es sonambulismo al contrario

Naufragios

Y esa imagen
de un amor naufragando
en una tormenta en un vaso de agua
se gravó en mi memoria.
Y en la noche
soñé con barcos de vela,
con pequeñas canoas de pescadores,
con barquitos de papel,
y con niños en bañeras
…jugando
y luego vi el agua embravecerse
y una a una esas naves naufragar.
Y vi las lágrimas en los rostros de los chiquillos.
Y espanto y rabia en las de los adultos
Mientras se hundían.
Y también vi como los sentimientos
Se resistían a desaparecer y flotaban
Sobre un leño,
sobre una carta,
sobre una letra de aquel papel.
Los vi asustados
queriendo salvar cualquier cosa que fuera
incluso, solo un recuerdo.
Pero también yo vi, como
ese mar embravecido y loco
los engulló.

¿Y entonces debo decirlo?

Debo decir entonces;
que te quedas en mí todos los días
cada minuto y hora,
respiras y respiro
y tu piel está ahí
tibia
y tú aliento está ahí
cálido
y tú esencia está en mí
Plena.
Debo decir entonces
que soy tuya
que no tengo otra opción
que el infierno o el cielo para mi están en ti
que sin ti yo no quiero,
no puedo.
Y contigo
No se
No sé qué es lo quiero.

Amanece

Alguien poéticamente podría decir;
Vi despuntar el alba.
Yo sencillamente digo;
Vi meterse el sol
abriéndose camino trabajosamente
entre las nubes.
Lo vi intentar brillar
con la fuerza de que él es capaz.
Vi que las nubes juguetonas unas
Bravuconas otras
lo cubrían de nuevo,
bailaban entre sus dorados destellos
y después de un buen rato
de yo lucho tu juegas…
el sol vencido y convencido por las risas
prefirió también jugar.
Ahora él reclinado entre nubes
dormita o charla
y ellas mientras lo mecen
le cantan canciones de cuna
y lo adormecen más.
Hoy el sol tendrá su día de asueto
Y las nubes disfrutaran de lo que más les gusta
Ser las dueñas y señoras del cielo
Dibujaran en él infinidad de figuras
Para que alguien dispuesto
Reclinado en la grama las vea pasar
De un delfín a un ave, a un árbol a algo más.

Patricia Lara.

PATRICIA LARA PACHÓN -Colombia-

Patricia Lara Pachón. Nació en agosto 17 de 1963 en Manizales Caldas, profesional en desarrollo familiar pero dedicada al hogar y radicada en Santa fé de Bogotá, escribe por placer y locura uno que otro cuento o poema. En los que da rienda suelta a esa imaginación plagada de personajes reales o ficticios que cobran vida un instante y duermen muchos más.

En esta publicación presentamos tres relatos cortos de nuestra editora.

PÁGINA 4