EL PODER DE LA PALABRA ESCRITA
Sebastián Romero Cuevas
Jesús Antonio Báez Anaya
Carlos Ayala
Mario Bermúdez
ANTOLOGÍA DE MEMORIAS A LA LUNA
Johan Bernal
Patricia Lara P.
PRINCIPALES RAÍCES GRIEGAS DEL ESPAÑOL
Mario Bermúdez
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Aldo Rodrigo Sánchez Tovar
MARZO DE 2015 - DIRECTOR: MARIO BERMÚDEZ - EDITORA: PATRICIA LARA P. - BOGOTÁ D. C. - COLOMBIA
SELECCIÓN LITERARIA DE PATRICIA LARA P.
Prepago
Muy linda, muy hermosa... muy prepago
y sin importar eso, tus ojos la devoran.
Se acuesta con cualquiera por monedas
y, al pagar por ella con lujuria,
la humillan, la explotan y la exploran.
Cualquiera por centavos la posee.
La honra no se vende,
no hay moneda que compre la honestidad,
la dignidad, la vida.
Sin embargo... A la digna no miras,
no la deseas, no la admiras,
ni siquiera, un cumplido te inspira.
Pregunto:
¿Cuál merece más admiración?
La que se vende y compras por centavos,
o esta que miras con resignación.
***
Obsérvame
Observo esta mujer en el espejo,
no la mujer que soy,
ni la niña que fui;
más bien la que seré
en un futuro próximo o lejano.
Mi cara perderá la lozanía
de tiempo atrás; y también
la calidez que hoy muestra.
Y las múltiples huellas del tiempo,
reflejadas en surcos suaves unos,
profundos otros;
reflejaran mi vida,
dibujaran mi vida;
lo que hice, Y claro.
También lo que dejé de hacer.
Cada una de ellas mostrará
un momento...
Una sonrisa, una lágrima, una angustia.
Será mi vida dibujando mi cara.
Surcándola.
Alguien quizá muy sabio,
Podrá, sabrá leer en ella y dirá:
¡Cuánto amó esta mujer!
¡Aprendió tanto!
¡Vivió tanto!
Es posible también
que al observarme
sencillamente diga...
Fue, es y será
Siempre Mujer,
Mujer sencilla.
***
Pirómana
¿No les encanta el fuego?
El fuego es vida y muerte,
es movimiento y calma,
es calor y frío, es furor y pasión.
El fuego calma el hambre,
la sed, la angustia y la desazón.
¿No les encanta el fuego?
El fuego chisporrotea y baila.
Ante nuestro ojos danza
y en él vibran las cosas y las almas.
He visto el fuego cadencioso
moverse ardiente ante mis ojos.
Lo he visto saltar vibrante de un lado al otro,
enloquecer y al mismo tiempo gritar y ulular.
El fuego y su caricia me enloquecen,
su colorido es tal que no hay nada
que con él se pueda comparar.
El humo lo acompaña y lo decora;
evolucionan, bailan se entrelazan,
y como hombre y mujer...
Se abrazan.
***
Mi grillito de la suerte
Verde, muy verde era el grillito
verde, muy verde y muy bonito.
Verde esmeralda era él,
verde muy verde y también:
cantando alegre todo el día
él anunciaba mi alegría.
Yo lo miraba y él me decía
espera, espera que ya muy pronto
tu risa clara se oirá sonora
tanto más alto que mi canora.
Yo solo traigo buenos augurios
por eso bailo, canto y encanto
para que sepan, para que
entiendan que mi presencia
más no mi ausencia
trae alegría y trae contento.
Trae regocijo y felicidad
y mucho canto y mucho gozo
y suerte y risa a todo antojo.
***
No eres
"la mujer con la que
me casé."
¿Cómo podría ella serlo?
Moría una y nacía otra.
Todos los días pasaba.
Moría una vieja y nacía
una nueva, diferente.
¿Mejor, peor? Eso no se sabía,
solo una mujer más preparada para la vida,
para los dolores y también para las alegrías.
Y de nuevo moría y de vuelta nacía.
Ya estaba harta de eso,
Por qué, no de una vez
y para siempre no,
llegaba una mujer definitiva.
Una mujer fuerte, grande,
que pudiera con todo y viviera.
Pero ya sin dolores, sin angustias.
Una mujer dura y madura.
Preparada para todo,
una a la que le resbalara el dolor
y para la que la alegría fuera siempre
su común denominador.
¿Por qué sentía ese morir y renacer?
Sabiendo que era buena y amable,
y deseando como deseaba ser siempre
la misma. La mujer confiada e inocente,
la de bella sonrisa y mirada tan pura,
cálida y placida.
Como el agua en calma.
***
Anoche asesiné
"Anoche asesiné por ti; un sueño absurdo, una noche pésima, pésima. No recuerdo casi ningún detalle."
Sólo sé, que al despertar sentí un extraño y amargo sabor en la boca y un rictus de dolor contrajo mis labios rojos... más rojos de lo usual por cierto. Pasé mi lengua por ellos suavemente y un sabor salobre se pegó a ella.
Miré a mi alrededor con detenimiento y con admiración noté un cuarto muy ordenado. Hmmmmmmm, un cuarto tan ordenado a mi alrededor ¡qué curioso!
Jamás imaginé que al despertar como hoy, pudiera ver algo así. Estaba segura que vería el desorden acostumbrado. Un desorden total para ser más precisa. Observo con más detenimiento y veo un espejo que llama poderosamente mi atención, miro en él mi reflejo. ¿Soy yo? ¿Qué ha pasado conmigo? Me veo diferente... alta, delgada y horror de horrores plana. ¿Dónde está mi redondez natural? Mi busto, mi pancita, mi pompis.
¿Qué me pasa? ¿Qué ha sucedido conmigo? Me detengo en mi rostro y noto que mis ojos antes café claro brillan y resplandecen en verde, verde esmeralda brillante y casi febriles y mis labios rojo carmín brillan alegremente en mi cara pálida. Pero... son muy delgados, son casi como una línea que le resta armonía al conjunto. No logro entenderlo, mi cara antes redonda y saludable se ve enjuta y triste.
¿Qué ha pasado conmigo? ¡Me asusto tanto! Estoy tan sobresaltada, tan nerviosa que salto en la cama y me despierto.
Paso las manos por mi rostro, observo a mí alrededor y es mi cuarto, mi desorden acostumbrado, mi vida ha retornado a mí.
¿Seguro ahora si estoy despierta? ¡
¿O solo soy un sueño que inicia y termina interminablemente?
***
Fue el sol, yo lo vi
Aunque ustedes no lo crean...
fue el sol, yo lo vi.
Una casa pequeña, una familia grande, numerosa, un patio regular tamaño y una enorme planta de margaritas al lado de la puerta.
Una niña con traje azul, delantal blanco, zapatitos con patos dibujados en la suela, cabello largo y rizado en las puntas, ojos soñadores; mira al frente. Piensa, decide que hará hoy. Múltiples opciones pasan por su cabeza; entre ellas, buscar huevos de lagartijas, subir a un árbol a bajar un nido y a coger los huevecillos de los pájaros, jugar ladrones y policías e incluso indios y vaqueros con sus hermanos. Pero está sola, se aburre y ellos no están en casa, muy seguramente fueron a la escuela.
Observa de nuevo embelesada y ve casi como si fuera por primera vez aquella enorme planta, llena de flores blancas con un bello corazón de oro.
Ya vio una vez a su madre cortar algunas para coserlas al borde de una de sus faldas para un desfile del jardín de infantes. Además cortó otras más y las acomodó con cuidado en su cabello delicadamente trenzado.
-¡Que hermosa se sintió ese día!
Mira de nuevo y se acerca con cuidado a la planta y arranca una flor, la va deshojando lentamente, cuidadosamente. Terminada la tarea toma otra flor y procede de igual manera, parece una novia enamorada preguntando si la aman, pero... Es muy niña para que sea eso lo que la induce a tal labor.
Una más y otra y otra. Avanza rodeando la planta, ya hay un hermoso tapiz de pétalos y corazones dorados. Parece hipnotizada, lo está.
De pronto, un grito la saca de sus cavilaciones.
-¡Por Dios! ¿Qué pasó aquí? ¿Qué es esto?
La niña mira asombrada para todos los lados, al frente suyo; a la planta, al piso y ve con asombro el estropicio que ha armado. Temiendo con sobrada razón el castigo, responde prestamente.
- Fue el sol, yo lo vi.
Patricia Lara P.
Nuestra primera invitada es Patricia Lara P. una trabajadora social que se ha dedicado a la profesión más hermosa de la vida, el hogar, pero que no ha abandonado su inquietud literaria y que, por el contrario, a través de Facebook publica sus escritos, bien logrados y de una calidad excepcional.
Para Trinando es un honor poder publicar la primera selección literaria de Patricia Lara P., apegados a nuestra política de cero censura, sin corrección de estilo y de absoluta libertad de expresarse en la creación artística.constantemente para que comparta su creación literaria.