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CARMEN CONCHA-NOLTE  -PERÚ-

 

Carmen Concha-Nolte. Licenciada en Lingüística con estudios completos de Maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana. Ambas cursadas en Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Nació en Piura, Perú. Trabajó como correctora en el congreso peruano y otras instituciones. Enseña español. Tesis «Léxico de cerámica y alfarería de Chulucanas: estudio semántico y lexicológico» es citada (ref. Google). Primer análisis «La oposición en el cuento “El Cristo Villenas”» de C.E. Zavaleta, Alma Mater, no.15. 1998. Colaboró en revistas con artículos. Últimamente, finalista en concursos literarios promovidos en medios digitales como Mundo Escritura y Creatividad literaria, con antologías impresas y digitales (Madrid, España). Una muestra de su obra se encuentra en: Antología 2021 (Concurso Mujer T., Texas, 2021); El verdadero nombre de las cosas, Escuela de Escritores, alumnos 2021-21. Madrid, 2022; Tigres para Juan (homenaje mundial a J. Epple), Brevilla. Chile,2022. Aportes en Revista Literaria Trinando, N. 38, mayo 2022, Colombia-Mx. Participa en talleres literarios como Seattle Escribe (Washington), Hugo House (WA), Escuela de Escritores (Madrid, España), Escuela de Escritores (Venezuela), «De cerca nadie es normal» (p. JV Chang-Perú) y otros de poesía. Actualmente, trabaja en proyectos personales. Su producción: Microrrelato, poesía, análisis literarios, reseñas y artículos de opinión. Vive en el estado de Washington hace 21 años.

 

GIROS SIGLO XXI
 
 

GRITO
 
De alguna manera engullo
mis desbocados gritos,
y decido menguar mi alboroto.
En eso, este paso
reconoce un lenguaje,
ése que entra como luz por la grieta
al cerebro oreja, y nos zumba
conjeturas nuevas
con salterio grávido
porque soy impaciente grito.
 

*     *   *

 
LLAMA PRENDIDA
 
Quedó humeando la casa
de arroz vaporizado,
corrí al fogón,
dispersé aromas
para extrañarte menos.
 
 

 *     *     *


 
SIN ENGAÑOS
 
Te confesé y nos detuvimos.
Me escuchaste y desoí
el selfie de tus apariencias.
Te quedaste con mi único yo,
ese yo huérfano que tú revives a papá.
Paso sin pensar en el engañoso
juego mediático,
que no más media entre los dos.
Saco y alisto mi lupa gigante
para ver tus pequeñeces inmensas.