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DAMIÁN JERÓNIMO ANDREÑUK -ARGENTINA-
Adquiera el poemario Pelear contra la niebla, en el siguiente enlace:
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Lo sencillo y lo sagrado
Así es Malena:
espiritual, rebelde, milagrosa.
Aparta lo fugaz y lo insignificante.
Propicia lo sencillo y lo sagrado.
Así es Malena:
de extrema sensibilidad
y veraz hasta los huesos.
Como dormir entre las notas
de una música de Bach.
Como llorar lo irremediable
al borde de un acantilado.
Como morir valientemente
por defender a lo que amamos.
Mi alma reúne sus pedazos
cuando ella me acaricia.
* * *
Pájaros y flores
Vivimos algo inmenso que no sabemos nombrar.
Ponemos pájaros y flores sobre lo arrasado.
Andamos a tientas con poquísimas certezas.
Sus ojos fabulosos recuperan paraísos extraviados.
Sus manos delicadas me sanan la indigencia.
Su piel como recién nacida le quita validez a los horrores.
Rompió con luz y determinación
las múltiples cadenas de la muchedumbre.
Con una antorcha bendecida
resiste lo convulso.
Su claridad intensa me envuelve como un lirio.
Sus besos me despiertan la sangre.
Su modo de mirarme hace que sienta que lo tengo todo.
* * *
Gracias
Por obsequiarme tus diamantes arrancados a la angustia.
Por aceptar mis arrebatos de adolescente atolondrado.
Por revelarme tu historia y las cuevas custodiadas de tu intimidad.
Por el favor supremo de recordarme lo importante.
Por disipar mi pesadumbre ocasional de cuervos muriendo.
Por contarme tantas marcas de cariño
que te puso tu padre en la memoria
y cómo volvió una tarde en forma de pájaro
para que sepas que te espera sonriendo
al Otro Lado.
* * *
Torpeza mágica
Amo su luz siempre desnuda.
Su abrazo intenso y dulce
como morir serenamente entre jazmines.
Su bella y mágica torpeza
para ser completamente de este mundo.
Sabe vibrar desde su honesta claridad.
Alejarse del ahogo de la multitud.
Mantenerse leal a los llamados de su sangre.
Sabe romper lo artificial
con su fuego sin mentiras.
Sabe el modo para compensar
cada herida irreparable.
* * *
Nacer en un poema
Le escribo con la fuerza desgarrada
que ella me inspira.
La que me enciende de pájaros la sangre.
La que me arranca totalmente la melancolía.
La que me hace sollozar al recordarla.
Su piel tiene un aroma a antiguas deidades.
Su corazón tiene orfandad y otras cosas tremendas.
Ninguna desgracia
manchó su libertad.
Ningún demonio
pudo devorarla.
No vive su vida con miedo de perderla.
No le interesa perpetuar su juventud.
No ignora la belleza que brota de una herida.
No deja de fosforecer en la memoria de quienes la aman.
No permanece indiferente frente al mar.
No simula una sonrisa
cuando las alimañas le lanzan sus zarpazos.
No permite que la lucidez, el desamparo
o las falacias de la realidad
gobiernen su alma.
* * *
Postal de la tríada oscura
Ella está inmóvil devorada por la noche.
Su interior de cueva fría ha invadido su rostro.
Tentáculos envejecidos agonizan bajo su disfraz.
Todavía ensimismada en su trono de sombras
prematura y repulsivamente huele a carroña.
Como un escorpión que se ahoga en su veneno.
Como una prostituta que llora ultrajada.
Como un búho que se muere en lo más sucio
de un templo profanado.
Como una mujer lúgubre y vulgar
que se desnuda ante unos ojos de serpiente.
Percibe el amor que le falta en la sangre.
La elevación azul que nunca ha conocido.
Sin presas para hechizos oscuros: nadie para desgarrar.
Todo el invierno se le junta en el pecho.
Es grotesca y fantasmal su sonrisa desteñida.
Sólo ve cuervos y huesos partidos.
Ahora cosecha delirios que la ahorcan
y un viento enrarecido que la desvanece.
* * *
Postal de la tríada oscura II
Él camina sin luz con su soberbia encanecida.
Comadrejas y demonios se enroscan en su aura.
Una voz contaminada le habla desde dentro.
Todavía hay un chacal bajo su forma humana.
En su declive grisáceo mantiene indiferencia de reptil.
Un gusto a incendio, un aullido inefable lo atraviesa.
Un barco funesto con espectros a bordo
desciende una escalera real
y la bestia se sube.