PÁGINA 18
PABLO AGUSTÍN SECCHY -ARGENTINA-
la casa que habito es demasiado frágil
vieran cómo se recuesta en la Santa Rita para no ceder
el agua ablanda sus paredes
y el mordisco de la tristeza le perfora las chapas
en este incendio de agua
hasta los recuerdos se derrumban
si tuviera el don de elegir cómo entregar mi vida
sería así
aplastada de lluvia
* * *
(Carta a la poeta)
sus poemas me parecen caminos
a los que entro desesperadamente verde
como al espejo se mete un ciego
no veo sus palabras
porque de puro bruto las piso
(le pido perdón por esto)
pero la belleza como el amor
sólo se anuncian cantando
y créame:
debo perderme para encontrar cosas perdidas
a los costados
adelante
arriba
adentro
ahora
en este momento
voy pasando
por donde algo me dice que el verdadero poema
debe ser capaz de robarte el olvido
y clavárselo en el pecho
* * *
Estando en mi canoa
sobre mi río
puedo ver y oír todo
el viento que viene del lado del pueblo
entre el plumaje de las garzas
desordena un poco la tarde para la belleza
pero es todavía silencio
hasta que entra de lleno en el juncal
y ya entonces
se hace canción
* * *
No sé por qué cuando sucede lo triste
todas las calles me parecen puertos
y los árboles, puertos
y tus ojos, como los míos
qué, sino puertos calando un silencio helado en estas manos
pero los puertos no son tristes
la tristeza es de los barcos
que la escupen cuando se alejan ensuciando gaviotas
el mar amarillento
las calles
los árboles
nuestros ojos
los pies nuestros que se hunden
en la niebla de algún muelle difuso
cuerpo adentro
acá mismito hay un puerto
en el medio de esta pampa
que dice que algunas tristezas no son amargas
porque los barcos sí
son tristes como las anclas
que esconden la distancia
latido del tiempo en un reloj muerto
donde te espero abierto al vacío
como un puerto de noche.