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JOSÉ ROLANDO ACEVEDO -ARGENTINA-

Jorge Rolando Acevedo nació en Tartagal, Salta, Argentina el 10 de abril de 1968. Es profesor de Historia y de Letras. Poeta y escritor. Ha publicado cinco libros de poesía: Eres como la hierba, (1997), El caminante, (2006) y Dadelos, la casa del silencio, (2020); Nodriza de luna. Poemas de amor, en coautoría con Débora Rojas, (2023), Metadatos. Antología personal, (2023), E-book, Tartagal; y dos libros de narrativa breve Habladurías. (Cuentos para un ratito, versos para una hora), (2020); Julia Tercero y otros cuentos. Antología narrativa, (2023), E-book, Tartagal.
 
 

Caos lunar

 

El crepúsculo que no resiste logaritmos devora al infinito
Fernanda Agüero

 
 
 ¡Oh, luna fina y filosa!
 
 
Se escuchó el helado llanto de un perro.
Cayó un libro azul y alargado.
Derribó, la luna filosa, dos helicópteros.
 
Explotó la fila de botellas de cerveza
bajo los estantes.
 Padecieron las sombras altas buscando
refugio en los edificios.
 
 --La luna filosa y fina:una masa moldeable como plastilina.
 
 

 *    *    *

 
 
Testimonio
 
 

Remojamos el pan en baldes de agua…
Elizabeth Soto

 
Los ruidos golpean tu cabeza.
La máquina de escribir,
El portasellos en pupitre,
                                         el timbre.
¡La vista fija entre los papeles!
Ni una metáfora cae,
ninguna mimesis se duplica.
¡Ni una anáfora que giré tu cabeza!
La imagen borrosa de un testigo.
El tatuaje de tu piel:
el vestido de quince,
                                el vestido de novia.
El tizne simulador, diría Priscilla Hill.
¡Cubitos de hielo!  - Tizne matador.
 
 

*      *      *

 
 
Plaza Mitre San Martín 
 

  •  
  • Un niño con una botella de plástico…
    ¡La tapita colorada cae al suelo!
    El trino del ave, el color del dátil,
    el grifo, el bebedero y la bandera.
     
     
  •  
  •  
     La señora lee la revista “Hola”.
     La señora: sus gafas de sol, su cigarro humeante.
    Una bicicleta nueva bajo el sol
     y una bolsa compras.
    Encajada en la mochica colegial,
    un botón, un prendedor.
    Un hombre, con las manos en la espalda,
    camina igual que yo.
     
     
  •  
  •  Hojas de coca en la boca del muerto.
    Puntos ciegos: ojos de un zombi.
    Por cada celular, un tacho de basura.
     
     
     
    *     *     *
     

    Ademar
     
    No me conformo, no: me desespero
    como si fuera un huracán de lava.
    Miguel Hernández
     
    Anda, date a volar, hazte una abeja.
    Alfonsina Storni
     
    I
    La gotera verde de la primavera.
    La necrológica página,
    el mueble roído   y amarillento.
    Neurosis colectiva,
     ojivas por banalidades.
    Un jarrón vacío sobre la mesa:
     una cascara, una sombra, una mosca.
     
    II
     
    La sombra solitaria de Ademar.
     
    III
     
    ¡Caes, te levantas!
    ¡Caes, pero huyes!
    ¡Cierras la puerta, huyes!
    Caminas hacia el oeste
    donde se fijan los carteles:
    “para, mire y escuche”.
     
     
    IV
    Caminas hacia el oeste:
    el ocaso antecede a la noche.
    Una lengua de fuego, una lava ardiente
    que desciende escalón por escalón.
    Resina, mancha, plumaje, nave.
    El olor de los árboles.
    El somnífero aleteo de las aves.