LUIS DANIEL ÁLVAREZ -ARGENTINA-

 

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PÁGINA 38

Luis Daniel Álvarez nació el 28 de enero de 1988 en Andalgalá (Catamarca). En poesía publicó: "Pueblo y rebelión" (2013), "Vuelo onírico" (2015) y “Pájaros de aguardiente” (2017), “Transeúntes” (2020) “La desnudez del oasis” (2020) “Imaginar” (2022) “El Mar” (2022) “Antiestrés” (2023) “Las aves de mi jardín” (2023). En narrativa: “Sueños encajonados” (2015) “La fama de Edward Arparigowsky” (2019) Dirige la página web de cultura "La tuerca andante" https://latuercaandante.wixsite.com/website/blog
Instangram: @danielalvarezlit
 
 

Ducha
 
Agua de la ducha,
limpia la mugre
del día más pesado.
Seda los músculos
con tus partículas.
Despeja las ideas
de mi cuero cabelludo,
cansan que piquen
más que los viejos piojos.
 
¡Oh, dulce lluvia,
vapor que escapa del piso
o frio como vertiente de cerro,
relaja mis nervios!
 
¿Cómo decirte
que con tu liviandad
y cristalina paciencia
me ayudas a olvidar
por tan solo un instante
la paliza de los gajes cotidianos?


 
*    *    *

 
 
 
Lluvia
 
 
El sabor de la lluvia en los labios,
resecos por el viento,
nos desmorona
como un terroncito
reventado en las manos cansadas
que nos acarician al final
de la jornada.
 
Quizás esa sutileza
sea una de las pocas cosas
que nuestras sombras contemplan
desde la pared.
 
 

 *    *    *

 
 
Ducharme
 
 
 
Ducharme con la lluvia
sin importarme estar parado en el barro
y que de mis pies surjan algunos brotes
que algún día podaré,
es la forma más bella de convencerme
de que existen algunos milagros
en el cielo
sin la necesidad de amigarme
ni deberle unos rezos
a algún dios.
 
 

 *    *    *

 
 
Film
 
El desenlace que premedita la barba
se contempla en los ojos del verdugo
que merodea sonámbulo a la orilla del dique,
y la caravana de sombras
colgadas en las agujas del reloj
aplauden detrás de la melodía
para avisarme que el cortometraje
se terminó
apenas lo comencé a ver.
 
 

 *    *    *

 
 
Pasar las horas
 
 
Pasar las horas
frente al tendedero,
viendo la ropa que usamos
para disimular quienes somos,
es arriesgarse a sentir cómo el sol
nos roba un pañuelo
para entregárselo al viento.
Pasar las horas
mirando un planeta
para saber si existe otra vida
es esperar que una nube
nos arrime a la luna,
así crezcan flores
en el desierto.
La vida tiene esos momentos
en que solamente se trata
de pasar las horas,
cómodos en algún regazo
antes de que se borren
los recuerdos..