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ALBA LUZ CANO ZAPATA -ANTEL, LA TEJEDORA DE PALABRAS-
DERRUMBAS BARRICADAS
Bailas, cantas, tarareas y gritas en las brumas del futuro.
Mis pensamientos laceras despojándome del alba.
Agrietas la estepa canela de mi piel,
aceleras mis pulsaciones como en noche de bodas.
Construyes una casa para mis fantasías,
me persigues en mis sueños sin templanza.
Pretendes subir de rodillas mis colinas
para ver ante tus pies mi ciudad que sangra.
Me hablas con vocablos saturados de imágenes,
riegas mi cimiente con sílabas de agua.
Bloqueas con tu mirada mi abierta libertad,
con impuros suspiros derrumbas la pureza de mi silencio.
Bordas con tus cabellos la silueta de mis huesos,
de la copa del deseo dejas brotar mil caricias.
Con versos y cánticos homenajeas mi vuelo a la nostalgia,
meloso e irreverente insistes en musitar mi nombre.
Haces de mi vida un colgajo de estrellas doradas,
remontas mis peñascos o renuevas mis venas.
Tu llegada abrió el árbol encendido de pájaros entonando su silbo,
tus murmullos despiertan esa sed de presencia, de manos, cuerpo, labios.
* * *
ENTERRAR UN SUEÑO
El cuerpo cansado de tanto rodar
heridas sin nunca cerrar
caminar… caminar sin parar
por calles en serpentina sin final.
El llanto ahoga en el silencio
un alma rota grita salvaje…
abandono en medio de una triste soledad.
Los ojos cerrados
inclinada hacia atrás la cabeza intenta descansar
dejando al viento traer o llevar,
los sueños la hacen a volar buscando llegar a él.
Mientras la luna quiere tocar solo desea hablar
bajito al oído le quiere expresar
todo el amor que albera por él, nada más
lo maravilloso que fue vivir su calor.
Reír alegre solo porque sí,
labios apretados para no gritar
el dolor que ahoga no quiere salir
tanta ternura se queda hoy ahí.
Todo porque evita sentirla al pasar
guardará las promesas que siempre entregó
tal vez un día regrese a ella
o de vez en cuando la piense con amor.
Robó su alegría o la cambió por nostalgia
qué puede ahora hacer sin no quiere vivir,
nada más un luto alberga su ser
pues su sueño tuvo que enterrar.
Alba Luz Cano Zapata
Seudónimo Antel la tejedora de palabras
Derechos reservados de autor
Medellín Colombia
* * *
HE VUELTO A NACER
Como la flor en primavera
que exhibe sus pétalos al viento
hoy de nuevo he vuelto a nacer,
fuiste el agua de la lluvia viajera
que despertó la semilla dormida
regaste con tu querer.
Hoy abrí los ojos al mundo
otra vez vi todo en color
al despertar el alma mía,
al mirarme en tus ojos de perla
he vuelto a sentir ternura
a ver radiante la luz del día.
¡Qué bello! es nacer de nuevo
en mi ser sentir emociones
que cante, ría el corazón,
tener tus manos entre las mías,
tus besos llenos de fuego
en noches de pasión.
Aún no llega la primavera
sin embargo ya floreció
el jardín de mi alma dormida,
ella también ha despertado
junto a la tuya percibe
qué sentido tiene la vida.
Gracias amor por llegar a mi
entregarme sin condiciones
en abundancia tu querer,
en realidad no estaba muerta,
cual semilla sin agua dormía
hoy contigo he vuelto a nacer.
Alba Luz Cano Zapata
Seudónimo Antel, la tejedora de palabras
Derechos reservados de autor
Medellín Colombia
* * *
LA LLAMA
Cuerpos expuestos
a la consumación
de deseos inequívocos.
Las bocas abiertas
dispuestas a ir juntas
hacia un infinito
inaccesible.
Las gotas de sudor
se mezclan ardientes
como si dijeran al unísono
esta es mi manera de penetrar en ti.
Cada encuentro amoroso es
cuando siento tu presencia
paseándose por mi cuerpo y mi alma
en enervante lluvia
de felicidad.
* * *
REGRESO DE UN VIAJE SIN FINAL
Un viaje por caminos oscuros, tenebrosos senderos sin vida sin color sin olor, suelo en rocas filosas y grietas, aire viciado con olor a descomposición humana.
Ángeles negros rondando sañosos por el lecho. Ángeles blancos en busca de purificar el alma,
todos a la caza de un cuerpo… de un espíritu: Urakabarameel, Akibeel, Tamiel, Ramuel, Danel.
Ángeles caídos exponiendo sus garras frente al cuerpo desvalido igual danzan frenéticos al costado de la enferma: Damabiah, Manakel, Ayel, Habuhiah, Rochel, Yabamiah, Haiaiel, Mumiah, Azazyel o Azazel los ángeles blancos o de Dios.
La mujer siente desprenderse de la vida - flota en medio de luces viscosas. Algo se aleja de ella… algo la abandona. Lucha por combatir dolor, fatiga, miedo. Percibe lo insondable como a su paraíso posible. Quiere morir al declinar el día, a campo abierto y con su cara al viento para hacer un recuerdo de su agonía y libre remontar su vuelo. En su silencio abismal grita “ya no más” a las voces con sus plegarias a los sollozos angustiantes. En su mente adentrada en recovecos inciertos ella piensa que al morir de su áurea la triste y fatídica luz desaparecerá sin llegar a tocar con sus redes a alguno de sus grandes amores. En su lucha interior dibuja un lento sol que expira en tamaño y luminosidad. Ella busca morir antes de llegar a destruir aquello que creyó suyo, solamente suyo. La ironía del tiempo se impone sobre ella: le grita “eres mía… aunque sé traiciono tu pedidos, no te irás… eres mía…” Deberá entonces débil y cansada permitir que el dolor la destruya en vida. Da paso al regreso a su perenne dolor.
Alba Luz Cano Zapata
Seudónimo Antel la tejedora de palabras
Derechos reservados de autor
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