PÁGINA 17
Bésame en los dedos,
sin piedad, ni tregua
despierta con tu aliento
mis sentimientos de mujer más febriles.
Hazme efervescer poemas
que todo tú seas la lírica,
la expresión y las emociones
que den la pauta al inicio.
Bésame en los dedos,
y te escribiré versos libres y sin promesas
como lo hace un poeta enamorado,
un tonto obsesionado,
un invitado fortuito de tus labios
incapaz de poseerte por completo.
Bésame en los dedos
y haré una fiesta de violines
en tu corazón desnudo de pudores,
te susurraré al oído en cielos abiertos
lo que nunca nadie te ha dicho antes.
Adornaré centímetro a centímetro tu cuerpo
y haremos la métrica perfecta de dos en movimiento
serás la gloria, la conspiración y la paz,
y yo la locura domada y seducida
por tu candente carne.
Bésame en los dedos
y te bendeciré con el leguaje de los elfos
escribiré de ti con letras plateadas,
hasta llegar a tu vientre página por página
te tocaré sin tocarte
con manos ilusionadas e inspiradas.
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Te pinto
un valle de flores
con pájaros trinando
a tu encuentro,
y una cabaña
donde guardar
los sueños
en medio de las nubes.
Te pinto
el verdor de un bosque,
un despertar
con olor a lavanda
entre cobijas blancas
y café caliente
por la mañana.
Te pinto
con dedicación
una vida a colores,
desayunos
con frutas tropicales
y cenas de besos
en frías noches.
Te pinto,
y tú insistes
en distraerme
con un beso
en la frente
¿habrá momento
más dulce que este?
estar contigo
es alegría,
yo te quiero.
Te quiero mientras te pinto,
cuando miro
el brillo de tus ojos
y tu sonrisa abierta
que es pasaporte
directo a tu boca,
te quiero
y dejo todo
para irme a tu lado,
el lienzo ha quedado
a medias
y yo completa
entre tus brazos.
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Son mis poemas
versos libres
y sin métrica,
antojadizos versos
como los vaivenes
de mi corazón,
son libres como el viento
y repletitos de emoción,
de sueños en blanco y negro
cultivados con los ojos despiertos
y al calor de tu piel.
Son mis poemas
golondrinas en verano
posándose en los alambres,
funambulescas de ilusiones
surcando los cielos
de tus luminosidades,
buscando en ellos
los atardeceres
de tus ojos de miel
pocas veces asequibles
a mi suerte
sabiendo tú
que son lo que yo más quiero
egoístamente.
Y te escribo tontos poemas
a verso y beso libre,
sin la exquisitez
de la métrica
pero con un dulce murmullo
sin época, ni lugar
inventados solo para ti
echados a la suerte,
no sabiendo
si algún día
tus ojos benditos
los leerán,
tus ojos remanso
en donde habito yo en los sueños
tus ojos, lluvia de estrellas.
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A mi usted me gusta
y me gusta para todo
aunque tenga claro
que nunca sabré
como decírselo
de frente y viéndole
a la cara,
mi madurez y su edad,
su sonrisa renacentista
y mis muecas forzadas,
su fresca mirada
y mis ojos vividos,
su boca que es novedad
y la mía cansada de besar,
su serenidad
que es faro a mi tormenta
y mi locura desmedida,
su silencio que dice tanto
sin decir
y yo que sólo hablo
estupideces,
y si ve, somos así
tan diferentes,
pero me gusta
sin más ni para qué
y sin remedio.
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Te importa tanto ganar,
y yo solo busco un poco de paz,
que mis ojos no miran a color,
que yo miro como ven los gatos,
que a veces me vuelvo bastante ciega,
que mi esperanza es en blanco y negro,
que hoy te doy la noticia
que te toca a ti pintarla de color.
Y tú que crees tener la razón,
la vida no es color de rosa, camarada
no me obligues a creer en tu verdad,
pues para mí no hay verdad que valga.
Yo no te obligo a que creas en mí
ni yo misma sé quién soy con certeza
a mis treinta y siete
y con pedazos repartidos,
que si no te gusto como soy
te digo sin pesar
y sin la más mínima pena
que ese no es mi problema.
La vida a mí me ha enseñado
a ser una funambulesca
y tú aún no has aprendido nada,
no sabes lo que es vivir
caminado de mi lado,
que si piensas que soy egoísta
porque amo sin restricciones mi caos,
es así, siempre he sido primero yo
y después todo lo demás
mandándolo a la chingada.
Que si me induces a que pasen las cosas
también te digo
que a la fuerza no pasa nada,
que mi sangre es caliente
y mis instintos me defienden,
que mis letras son guerra silenciada
y mi alma fue parida subversiva,
a ver si de una vez
te enteras
que ni comer es bueno por la mala.
Que esta noche escribo
esto por el puro placer de escribir
y porque me gusta hacerlo
desatar la polémica y causar espanto
pues que te voy a decir de mí
algo que ya no sepas.
MARISA METZTLI - EL SALVADOR-
