LEONOR GIL IBARGÜEN   - COLOMBIA-

HOY LO QUE ME QUEDA
 
Un día cualquiera
Así soy, en la simpleza de cualquier día,
Tranquila, sin biografía,
Víctima de mi propia autoría,
complice de lo que he  callado,
Sin embargo en este raro sistema,
decidida, renunciando a los ajenos paradigmas,
Soy la esperanza de mí propio yo,
Expropiada de cualquier antivalor,
Sexual, universal y sorda.
Rodeada de mí, campante en la lluvia,
Sin riesgo, besando lo que quiera,
Queriendo lo que beso.
Soy amiga de está razón intrínseca.
Cobarde de las masas,
vecina de la muerte, soy en mí diferente.
 La desnuda cápsula de mis enredos,
Soy como quiero, sin miedo a darte un piropo,
sin  almohadas para el género,
Como deseo me arropo,
Soy poeta, en este mundo de locos,
yo lidero mi cuestión,
Detesto la opresión, las absurdas clases,
El color de la traición.
Sí aquí estoy como siempre quise,
fiel a lo que creo, cero chisme,
Sin moral idiota, ¿confusa?
No, como se le ocurre.
Soy y estoy, como usted nunca.
Libre, en razón y pasión,
 libre con tilde donde quiera.
Un punto sin tragedia,
Muchas comas para el hambre.
Estoy en cualquier parte,
si a  usted le importa, A mí me vale.

 

*   *    *

 
 HORAS MUERTAS


¿Qué buscas cuando la noche llega?
¿Qué miras al despertar el día?
Como una poesía dejo mi piel a tu lente,
luego inquisitiva escucho tu silencio,
tu lenguaje se escurre sin audio,
es claro lo que buscas,
inútil la noche, perturbador el día,
todo es evidente en tu fruncido e invisible ceño.
 
Ya te conozco en el mutismo.
 
No necesité verte ni vivir una fiesta contigo.
 
Prohibí lágrimas a mis mejillas,
esta vez no era mía la culpa,
tu vagabunda razón dio todo por enterado,
¿Qué podía esperar? Es una aldea de cosas.
 
El corazón no te fue suficiente,
confundiste el chocolate con el límite de clase.
 
Como te equivocaste, ave de cualquier parte,
no pude acariciarte en esta alegoría.
 
Te llamaste cielo sin ser nadie,
se te olvidó, voy sin prisa,
sí, a veces camino por el callejón,
es vicio amor, quizá penitencia,
espero que marque el reloj las horas muertas,
los parloteos de algunas divas me dejan despierta.
 
Muñecas de porcelana y fiesta, solo fiesta.
 
Entre vino, champagne y botellas,
amor, te veo fugaz,
y como cualquier ilusión óptica,
al paso del efecto traidor no estás.
 
La feria comienza, rubia, morena, con dinero,
de altas zonas, empleada, delgada.
¡Que comedia! Ellos y ellas.
 
La excusa enredada en la locura de la lluvia.
 
¿Sí, cariño, realmente me buscas?
 
¿Hombres? no, iguales las hembras.
 
Buscando su protagonista de novela.
 
¿En la próxima fiesta amor? plumas y lentejuelas,
un sabor a convencionalismo, nada perpetuo,
la brisa del desierto.
 
En la próxima fiesta.
 
¿Qué se busca en tan controvertible ramada?
Nada, otra vez horas muertas.
 
Vivo está aquel, quien, a pesar de las fracturas en su corazón, tiene el poder del ortopedista.
 
Ayer tuve en mi espacio la peor de las serpientes, no fue su culpa la imprudencia fue mía, la saqué de su habitad, hoy el veneno hincha mi alma.  El antídoto viene en camino…ojalá no sea tarde.

 

*    *     *

 
SIN ESQUEMAS

 
Invéntate una imagen distinta,
una que adivine otro cielo.
 
Invéntate un viaje a la luna,
sin ojos, ni bocas,
con las manos puestas donde solo te tocas.
 
Invéntate una caricia ligera sin esquemas,
un beso al corazón,
una puesta de azul  sol,
el viento en tu cuerpo,
géneros invertidos, el tiempo libertino,
la razón en los pies, para que puedas andar.
 
Sin culpabilidad, invéntate la libertad,
que el amor no muera entre ojos de algún mortal.
 
Invéntate un mundo que te deje ser,
confabulado con tu propia esencia,
sin esquemas ni penitencias,
lejos de la falsa moral…
 
Crea otros sentidos, incluye alas,
vuela no importa donde,
sé tú, con carácter, sin falsos amigos,
mutila las lenguas que te impidan amar,
revuelca todo, la cama desatendida,
el pelo desordenado, rompe la rutina.
 
Un nuevo mundo en tu armario,
el alma ordenada, tu pecho tranquilo,
invítate a la felicidad.
 
Sé tú mi amigo, envía al carajo lo que no te de paz.
 
Ten esto presente: cuando tengas tu mundo,
te deseo mucha suerte, sé fuerte.
 
Sé feliz y diferente;
y no seas hijo de puta como otros más.
  
La virginidad del amor
no me apaguen el deseo de querer,
no me impidas la luz de mi amanecer,
 no me quites el sabor,
por la locura de un dolor traidor.
cuando en las noches beso tímida la almohada,
con el objeto de depurar el alma,
me sumerjo en lo mejor de la ternura,
luego como la luna duermo.
el tibio nido de un buen encuentro,
cobija tierna algún anhelo mío.
el arrullo de otros besos coquetea,
borro el sabor amargo del olvido.
no me toques la esencia,
allí solo entra lo que considero oportuno.
guardo virgen mi pecho,
como se guarda lo que se ha querido.
no me toques, no lo he permitido,
este sentimiento intensivo,
sigue intacto, no eres el amor mío.

 


 

Derechos de autora Leonor Gil Ibargüen.
 

 
 
 

 

Nacionalidad colombiana, nacida en el departamento del Chocó, autora del libro con el corazón abierto, amante del libre pensamiento y respetuosa de las diversas formas de expresión literarias. Licenciada en ciencias sociales, especialista en educación ambiental, soñadora por excelencia, por lo tanto tal vez utópica.
 

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