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ANA DELIA CUEVAS CABRERA -MÉXICO-
En las entrañas
Donde pasa la vida
la noche me lleva a vivir con muertos
en la rutina un recuerdo en el incendio
tu aliento dentro de este cuarto.
Tu jardín siempre con flores de palabras
cascadas de tiempo detenido en la silla
espera de sombras conocidas
reales y del pasado envuelto en la cortina.
No sé cuándo se fue tu amor de mis labios
cuando mis brazos se quedaron sin tu cuerpo
tu espacio se hizo más grande
con el hielo de madrugada.
Solo me quedo llorar tu ausencia a solas
donde el refugio de días negros
finalmente me dieron luz
para mirar el mundo con ojos marchitos
y tristeza en las entrañas
De las calladas tardes de mi piel
de mis pasos, de mi vida que siguió y siguió
con miles de días en la soledad perpetua.
* * *
Cosmos abierto
Se queda tu respiración en mi sombra
tu vida se acusa en la mía
el sonido esta tu huella
tus sendas en retorcido aire
se elevaron de mis ojos.
Tu camino en el abismo
cautiva mi palabra
al nudo del eco de grillos
la piedra grita la historia
observa el misterio que escucho
te alejas con pájaros en tus brazos.
Solubles restos del latido
entre llamas se desliza el sentir
te has ido y me voy al cosmos abierto
que desconoce quién soy.
* * *
Perpetua mirada
Perpetua mirada
ojos miel de mi niñez
de mi juventud y mi adultez.
Guardo tu voz en mis entrañas
espérame en esa esquina
para ir por la alegría juntos.
Abuelito recibí tu cariño
valentía y enseñanzas
Aprendí a mirar el silencio
a esperar sombras
a ver marcharse todos
a estar conmigo a solas.
Me diste tu última sonrisa tenue
y la fortaleza de una larga vida
que en tus venas se metió.
Solo tú para sobrevivir hasta cansarte
ya tu ausencia no está aquí
no en mi alma, ni en mi vida.
En ti estaba la seguridad de tu abrazo
abuelito me quisiste como tu hija
como ese padre que siempre espero mi regreso.
* * *
Gorrión sin cielo
Se diseco en el tiempo
me voy a volar para aprender a cantar
tomé la cuerda y di un jalón
me volví gorrión sin cielo.
Me estremecí al mirar el hueco
donde se escapan los prisioneros
de mi cuerpo solo un espejismo
en contra del sol era oscura.
En esa forma desvanecida
luces evaporan entre nieblas
en mi voz estrangulada dentro de mí
no había palabras para mentir.
Como discernir aromas de tu mirar
entre piedras amontonan recuerdos
huellas en el aire e inventar una ruta
donde me puedes encontrar.
En esa coincidencia de estar más allá
donde las barreras se abren
en ese laberinto donde vamos de paso
solo somos pájaros
aves van por rumbos desconocidos
en el mismo infinito.
* * *
Del silencio
He vuelto del silencio donde habitan mis ojos
donde hilos de mi voz pendían al regreso
mis sueños se cobijaron de mi pelo
mis pasos estancados en orificios.
He vuelto de mis letras en nudos atrapada
anhelo de síntesis caducados en mis cienes
de cauce en recodos escucho la línea recta
sigo, sigo en la alucinación de seguir viva.
¿Acoso estoy muerta?
Después de venir de nieblas de luz
cruzar caminos a ciegas
no supe a donde fuiste tú.
* * *
Un viaje largo
Miles de horas se juntan una luz en la oscuridad
anuncia que navego dentro del espacio
extravíos de silencios.
Se lleva tu alegría la vida
tu voz se queda adentro
se cuela el reposo de tus ojos.
No buscan un destino donde dejar de volar
donde poner huellas que contar sin arenas.
Decir el gran hombre que fuiste
sobre distancias se llenan vivencias
tejidas en la memoria sin quebrar vallas eternas.
Tu viaje has comenzado
un viaje largo no sé ir
solo puedo esperarte.
* * *
Arrebato de luz
Eres arrebato de luz
dentro de mi oscuridad
Un abrazo envuelve mi alma
en la distancia fractal.
Te vas con el canto del ave antes de emigrar
a ese lugar donde habita la premura de no existir.
Eres espacio paralelo
invisible esta frente a mis ojos
un sueño dentro de otro sueño
para mirarte libre.
Ante el cobijo sordo de ese eco
día a día menciona tu nombre.
* * *
Ave pequeña
A llanto amargo en tinieblas
detiene el atisbo la mueca de nostalgia
retazos negros de limpia conciencia.
Añil de tintes en nubes funden horizonte
se quiebra al grito de una luz pasajera.
No eres desdén de quimera que duerme
a ratos en espera ser perseguida
en forma de humo del copal enmudecido
a vista de obsidianas viene esa danza
salpica que crece en chispas.
Nace el canto que arrulla desde tu ombligo
éter de manto crudo se embroca el leve sentido
de tomar mi dedo y mi mano no te suelta
en ese vacío donde creces dormida.
Fuera del tiempo carcomido en esa imagen
de ave pequeña que espera abrir los ojos
conocer el viento para sentir
fuera de los brazos de ese nido
del cuidado de alas gigantes
hasta ahora han sido escudo y refugio.
Fuera de ti el firmamento es tuyo
mientras sueñas, el sueño envuelta en tules
de pronto tienes frío, abres tus ojos.
Todo es oscuro, venas de luces pasan
a llanto amargo tinieblas viven contigo.
* * *
Nostalgias
Se traducen nostalgias entre hojarasca y enredadera
se marcha el viento tan lejos para no volver a tocar un lienzo
se queda en mí el trazo de luz de tus ojos
que entrecierran angustia y desamparo.
Se queda en la nube ovni
se mueve y acapara la tarde que sonroja todo
se transforma la penumbra.
Navego en olas que se van, no hay un mar
se deja atrás un miedo desconocido no tiene sitio en mi cuerpo.
Vuelvo a la transparencia donde la carencia de un retoño
se esconde en la profundidad donde me queda escarbar.
* * *
Sigues vivo
Con el nudo que no te amo a mi
ato la brizna de tu recuerdo a mis adentros
te pienso lento, con la incertidumbre
que se ha llevado mis años.
No te amarre a mi falda
eras resplandor de un día lluvioso
risa eterna en el cobertizo.
Crecer así con la llama encendida
en un momento apagada con el viento.
Eras canto manantial recién descubierto
el viento era tuyo, y el cielo solo la porción
del pequeño espacio que te pertenecía
con nudos que el alma teje.
Construyo mi mundo sin tu figura
sin tu regreso, sin tu camino
sin ese eco que me diga
que sigues vivo y estas aquí
fuera de mi mundo.
