CLARA SOLOHAGA -ARGENTINA-

UN DÍA COMO HOY…

 
Ella estaba sentada bajo el árbol mirando el césped y las flores con sus múltiples colores como adornaban ese jardín bien cuidado por los empleados que su tía Juana había contratado para dicho fin, aunque pensándolo bien, los contrató para contradecir a su marido y a su hijo.
Nada parecía ser como antes… nada volvería a ser como antes…aunque el día transcurría con normalidad… Alejandra parecía ensimismada en sus pensamientos…
Cuanto tiempo hacia que nadie la llamaba por su nombre…. Cuanto tiempo que nadie la recordaba…
Sentada bajo el árbol miraba a esas mariposas volar de una flor hacia otra probando el néctar de cada una de ellas, siempre la naturaleza la maravillaba, los pájaros…los árboles y esa luz con destellos fuertes que aparecía y desaparecía, esa incansable canción que escuchaba sin cesar….
Alejandra decidió caminar, se dijo que nada podría ocurrir si miraba dentro de la casa…su tía quizás estuviera descansando, pero Robert su primo debería estar trabajando en la computadora como lo hacía habitualmente…
Abrió la puerta principal de la casa y se detuvo, escuchó con atención, pero nadie se percató de su presencia… Roberto estaba sentado frente al escritorio trabajando con cálculos y tablas, su profesión era contador, él siempre tan responsable, no dejaba nada al azar.
Cuanto tiempo había pasado desde que estuvo allí ya no importaba, tendría tiempo suficiente para recorrer la casa sin que nadie se percatara…
Cada retrato que había allí le recordaba su vida entera…ella sentada sola mirando las olas del mar, pensativa… con el viento haciendo flotar sus cabellos… ensimismada en sus pensamientos.
Si cuantos recuerdos…. Sus padres levantando las copas haciendo un brindis con ella... su tía, hermana de su madre, jóvenes las dos, bellas, abrazadas sonriendo a la cámara.
Miró por la ventana desde allí podía ver el jardín lleno de flores, cuanta paz, sin pensarlo recorrió la casa, habitación por habitación dejando a su paso un halo de perfume.
Zimba el perrito de la tía Juana movía la cola a cada paso que Alejandra daba, que raro –decía Juana- ¿qué le pasa a Zimba que está tan contento, que tantos saltos dada?
De repente Alejandra vio una luz que titilaba se acercó y la luz se agrandaba…
Es un túnel se dijo, que raro ¿por qué otras cosas no recordaba?
Detalles –se dijo- necesito detalles…y fue como un relámpago que iluminó su mirada, su cabeza se alumbro y con ello los recuerdos llegaban… por su rostro comenzaron a caer las lágrimas. Hacía varios años que sus padres y ella en este mundo ya no estaban.
Que hago aquí se preguntaba, por qué no llegué a donde mis padres estaban…
Y allí mismo la luz que la cegaba le dio la respuesta que ella buscaba…
Se había olvidado de despedirse de quien más amaba su tía Juana…
Se acercó despacio mientras la miraba, tan triste parecía que el rostro de arrugas se llenaba…Mi querida tía Juana… cuanto te amo y te extraño tan amada…
Le acaricié su cabello, le di un beso en la mejilla, ella se tocó el rostro como sintiendo la caricia recién dada… una lágrima también rozo su mejilla y supo al instante que era yo Alejandra que venía a despedirse, que la recordaba…
La luz y el túnel se agrandaban de repente desde allí mis padres me llamaban…
Y así fue como pude despedirme de mi tía Juana, llena de luz amor y esperanza.

CARNAVAL. COMPARSA.

HOMBRES PÁJAROS DEL MANCHAO

 
Desde niña disfrutaba los días de carnaval… donde la comparsa bajaba del cerro tocando la guitarra y la caja sin cesar…cantando esas chayas y vidalas, transmitiendo alegrías de carnaval… compuestos por esos antepasados nunca olvidados…siempre recordados…
La comparsa… es una de las manifestaciones culturales más puras, hay una conexión directa desde el pasado indígena al presente, un hilo poderoso de herencia, de identidad, de una forma especial de ser, de contactarse con ese paisaje, con ese mundo ubicado en la altura.
Es una tradición indígena y está relacionado al agradecimiento a la Pachamama (la madre tierra) esa que nos cobija y nos da todo para nuestro andar en la tierra…por todo lo brindado y es a ella a la que se le brinda una fiesta homenaje a lo que se sembró.
Las tradiciones no se pierden les dicen a sus hijos… mientras les explican la historia de la comparsa “Hombres pájaros del Manchao” Con esfuerzo esos padres han trabajado para recopilar y no perder esa tradición casi olvidada por las nuevas generaciones…
Ellos son de Mutquín ese pueblo adornado del noroeste catamarqueño argentino, está ahí colgado del cerro Manchao la altura mayor del Ambato el cerro sagrado de los pueblos originarios…los calchaquíes.
Son hombres pájaros porque sus disfraces están hechos de plumas y su danza con música imitan a un ave que vuela y es libre… donde solo la pachamama puede dar esa libertad…
Las plumas de los disfraces son teñidas artesanalmente por las abuelas, madres, esposas y hermanas, son cosidas por ellas, mientras los hombres de la comparsa componen la música por las noches junto al fuego… luego de un día de trabajo agotador, con los niños corriendo a su alrededor acompañando a sus padres en dicha labor…vibrando con la caja y la guitarra siguiendo el compás del clamor…
Las caretas que usan impiden saber la identidad de los comparseros, es un secreto, el mejor guardado…nadie debía saber quiénes eran… para ensayar lo hacían y lo hacen en lugares apartados donde nadie podía escucharlos…esto se hacía para no ser reconocidos por los evangelizadores ya que eran ritos no aceptados por ellos. A través de los años los evangelizadores aceptaron este ritual en los días de carnaval a cambio de que los indígenas asistieran y realizaran las festividades propuestas por la iglesia. Así reino la paz y se respetaron mutuamente.
Son nueve los integrantes de la comparsa…el cacique y la indiada, sus miradas siempre levantadas hacia el cielo, porque por tradición son 9 las estrellas que los guiaban.
Todos ellos hombres, ya desde un principio era así, por la cultura del patriarcado donde los hombres cultivaban, cazaban y las mujeres educaban a los hijos, administraban y enseñaban los valores. Si bien hay un femenino (la niña) es representada por un hombre.
 El cacique es el que ordena, es el nexo que une a todo el grupo, ya tiene calidad de liderazgo por naturaleza, el que se sabe todas las vidalas, el que marca el tono en que deben cantar… el subcacique es el ayudante, es el que ordena y hace que cada uno de los integrantes cumpla su función, junto con la indiada cantan y bailan en un círculo cerrado,
Van caminando por el sendero y a lo lejos se escucha el tummm…tummm de la caja, se van acercando a cada casa. Los niños con gritos de alegría corren, los acompañan entre sonrisas y aplausos los alcanzan…todo es alegría…
 Entre las vidalas y la danza los Hombres Pájaros se desplazan como en una obra de teatro en cada casa…representando el bien contra el mal… el diablo… representa todo lo malo, sequias, enfermedades, queriendo romper el círculo del bien peleando   contra el Tata Viejo (el Dios de la alegría) que fortalece y defiende a la niña bonita (la madre tierra).
Son diez los días en los que la comparsa sale a festejar… cada día una puesta en escena distinta hasta terminar.
Se realiza el llamado “topamiento” de vidalas donde distintas comparsas de distintos lugares se reúnen a cantar… los caciques eligen las vidalas que representarán.
Comienza un domingo y finaliza el miércoles de entierro …donde se quema el muñeco “pujllay” hasta el año siguiente a esperar…
Cada integrante de la comparsa deja su corazón al cantar y representar esta festividad, va más allá de la cultura y del cantar… alma corazón y vida por la cultura indígena sin cesar… dejada a sus hijos a través del tiempo que nadie podrá olvidar.
Un dejo de tristeza al finalizar por esperar otro año para regresar…. 
Un dejo de alegría por un año más la tradición dejar plasmada en el suelo, en el alma de los integrantes de un pueblo lleno de amor por la paz…
 

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Desde pequeña soy una aficionada a la lectura, me gusta escribir, lo hago desde el corazón y no desde la razón, mi imaginación no tiene límites y eso es lo que me lleva a crear ese mundo de fantasía o realidad.
 
 
Mi nombre es Clara Solohaga y resido en Argentina.
Contacto por e-mail: clarisol66@hotmail.com