CONCURSO CUENTOS DE NAVIDAD

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Presentamos los ganadores del concurso del CUENTO DE NAVIDAD -2020-, organizado por el CENTRO DE ESTUDIOS Y TALLERES DE LA ACADEMIA LITERARIA "SURCO Y SEMILLA", dirigida por la poeta y escritora Mimi Juliao Vargas, de Colombia, más exactamente de Cartagena del Caribe.

 

PRIMER PUESTO

TÍTULO: NAVIDAD SIN LÁGRIMAS
PAÍS: México
AUTOR: MIGUEL ÁNGEL SALAZAR CABRERA
Ciudad: Ecatepec de Morelos, estado de México


Vísperas de Navidad, la gente va a prisa llevando paquetes, felices porque van a celebrar la navidad. El se ve cabizbajo, su rostro no denota ninguna sonrisa, se detiene en los aparadores pero no mira los artículos exhibidos, sólo ve su rostro reflejado en el cristal lleno de tristeza, una lágrima corre por sus mejillas. Toma rumbo a su casa a encerrarse con su tristeza, llora por no tener a su amada al lado suyo. A lo lejos, se escuchan villancicos y risas de sus vecinos, el ambiente se llena de aromas navideños.
Su esperanza es raquítica, como su pequeño árbol con muy pocos adornos y luces. Definitivamente no es un árbol alegre.
Toma una hoja de papel, la dobla a la mitad como un pequeño cuaderno, su mano temblorosa dibuja un rostro femenino, el rostro de ella, su amada. Desdobla la hoja, escribe casi sin esperanzas su más profundo deseo.
"Ojalá estuvieras aquí" se lee en el papel.
Lo coloca en su árbol, llora nuevamente, hace frío, sus lágrimas se congelan, toma una delicadamente, la mira a contraluz, observa el rostro de ella en esa lágrima, más llanto, más lágrimas. Las reúne y con ellas adorna su árbol que ahora luce más alegre, esboza algo parecido a una sonrisa, las lágrimas se derriten, un pequeño charco se forma al pie del árbol, ya no hay lágrimas, llaman a la puerta, abre, un ser luminoso le sonríe.
 

 

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SEGUNDO PUESTO

TÍTULO: LA ESTRELLA DE NAVIDAD
PAÍS: Colombia.
AUTORA: CARMEN JULIAO HERRERA


Es navidad.
Sola, pero rodeada de recuerdos. Efímeras vivencias a tu lado en una noche de estrellas con olor a pólvora. Gritos de niños jugando en la calle mientras compartíamos nuestra cena y los regalos. fue tan corto el tiempo, tan absurdo, pero tan vivido!
La naturaleza confabulada con la fecha. La luna, más grande y brillante, el viento juguetón, todo aparentaba armonía, paz y amor, como describen la Nochebuena, reflejándose en mí directamente. Abrí la ventana para transparentarme con la noche y, en ese mismo instante, al unísono con la música que se oía por todas partes, el sonido de las campanas a vuelo invitando a la “misa del gallo”, un chasquido metálico, que parecía un taladro rayando el cielo, iluminó la montaña del pueblo en donde nos habíamos refugiado. En medio de tanta confusión, nos abrazamos fuertemente. El comandante de bomberos dijo por la alta voz: “No teman, el peligro ya pasó. Fue una estrella fugaz cruzando el cielo”. Tu esquivaste mi mirada. Doce campanadas, fuimos a la iglesia, y el sacerdote, anunciaba: ―«HA NACIDO EL MESÍAS» oyéndose los cantos gregorianos entonando el Aleluya. Momento sublime olvidable. Sentí una vibración muy fuerte, como de una presencia, con los ojos cerrados busqué tu mano para estabilizar mi emoción, y no la encontré. Mirando hacia todas partes, indagando salí del templo, en la multitud, en las calles. En nuestro refugio, pero fue inútil, te esfumaste, como la estrella fugaz de Navidad.

 

 

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TERCER PUESTO

TITULO: FANTASÍAS INFANTILES
PAÍS: Colombia
AUTORA: MARTHA LOMBANA
Escrito en México


Para aquella familia campesina, en una ciudad extraña. Era un mal cuento la llamada "Navidad"
Eran muchos los trabajos para la madre, dar de comer a sus pequeños y al menos darles un lugar acogedor para vivir; La vida la obligaba a doblar sus esfuerzos y a soportar malos tratos y humillaciones. Era 24 de diciembre y en casa, los niños la esperaban, aunque en su corazón, sabían que ese año tampoco tendrían regalos (Nunca los esperaban)
Algunos vecinos hacían novenarios y compartían algunas baratijas con los niños del barrio; Ellos se conformaban con poco, pues nunca tuvieron nada, si al menos les compartían algo de comer era suficiente, por esos días el hambre abundaba.
Sin embargo, la ilusión y la fantasía, al fin y al cabo, les hacía brillar los ojitos con esperanza. Salían quizás para distraer el hambre, en busca de un chamizo que adornaban decorándolo con estrellitas de papel, el corazoncito les palpitaba esperando la llegada de mamá, que al entrar a casa fingía un gran asombro, en el fondo lloraba al ver que los niños habían hecho un pesebre de cartón, y cosas viejas que más parecía un basurero en un rincón, pero para ella… ¡Un verdadero milagro de la navidad! Entonces, ocurría la magia. Mamá preparaba natilla y buñuelos, ponía a la mesa la comida que traía del restaurante donde trabajaba, (sobras).
 

Así, se transformaba la tristeza en alegría, gracias a la fantasía de unos niños, y al amor de una incansable mamá.