No. 17

ABRIL 2018

No. 17 - ABRIL DE 2018

PÁGINA 9

Nací cerca del mar, en el Barrio de la Viña, y a espaldas del manicomio, en el Cádiz de mediados del siglo XX. De ahí resultó un maestro y un poeta indignado que se rebela contra el tiempo impuesto y las injusticias justas, que dejan morirse a la mitad de la población del mundo. He publicado diez poemarios, en solitario, tres escritos en mi adolescencia cuando aún gobernaba la dictadura, he colaborado en diez antologías y escrito en revistas nacionales e internacionales, tanto en papel como digitales.
Hablo en la radio de flamenco, la música más apasionante del planeta y soy guardián de las raíces de Conil, en un pequeño museo, donde ya no cabe ni un alfiler. Además soy tan osado que hasta me he atrevido a dirigir una revista de poesía que últimamente está presa en la crisis y solo está en la red.
            Sigo viviendo junto al mar, al que siempre me gusta consultar mis cuitas, en Conil, al tiempo que trato de domar al tiempo y hacerlo más llevadero.
 
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JOSÉ LUIS RUBIO -ESPAÑA-

MENTIRA
Mi locura no es la locura
de los demás.
Mi verdad no es su verdad.
 
Viven en la mentira y la hipocresía.
Dicen una cosa
y hacen todo lo contrario.
 
Sonríen frente a ti
y luego te apuñalan
sin sonrojarse siquiera.
 
Están sedientos de muertes
y no les importa
a quienes maten sus bombas.
 
Sólo les importa llenar los bolsillos
de dinero
aunque esté manchado con sangre.
 
Del libro El espejismo del beso.
 
NO SOY PREDICADOR
 
¿Quién me dirá de donde es este paisaje?
¿Quién caminará conmigo por el lodo?
¿Quién se manchará las manos?
Si nadie me sigue no me importa.
La soledad siempre fue una buena compañera,
aunque una dulce voz acariciando los oídos
anima mucho más, bastante más.
Y si en vez de una son dos, tres, cien,
todavía es más reconfortante, mucho más.
 
Nunca diré a nadie que me siga
porque no soy predicador.
Si tú me acompañas será
porque tus ideas son compatibles con las mías.
 
Del libro El espejismo del beso.
 
ESPEJISMOS
 
Estás esperando que llueva,
pero las nubes están secas,
porque ningún pintor las pintó negras.
 
Estás esperando que salga el sol,
pero hoy no lo verás salir,
porque el pintor todo lo oscureció.
 
Miras queriendo verla en la ventana
pero no la ves
porque sólo tiene un balcón la casa.
 
Miras descubriendo unos ojos
pero no son los suyos
sino los de un perro curioso.
 
Refleja el cuadro el calor
pero el fuego que en él hay
no te quema el corazón.
 
Refleja el agua el frescor
pero el hielo que en ella se deshace
no te enfría la razón.
 
Del libro El espejismo del beso.
 
DEJEMOS
 
Abramos los brazos, abrámoslo,
con las palmas hacia arriba
y dejemos que la lluvia
nos empape las cicatrices
que tus versos y tus besos
fueron marcando hora a hora,
día a día, año a año.
 
Desnudemos nuestro cuerpo
para que el sol veraniego
oculte las heridas que tus palabras
grabaron, minuto a minuto,
semana a semana, mes a mes,
profundamente, para que nunca
olvide el sonido de tu voz.
 
Del libro El sonido de la naturaleza
 
SU SOMBRA
 
Dame un rayo de sol
para alumbrar su sombra
que se ha escondido
entre los árboles de la alameda.
 
No quiero que escape,
subiéndose por las ramas,
a las nubes negras
que borran el azul del cielo.
 
Tengo que detenerla con la luz
y borrar su enigmática silueta
devolviéndola a su siniestro mundo
donde sin ti no existe.
 
Si no me das el rayo
se me escapará la sombra
y nunca la encontraré a ella
que en la oscuridad habrá desaparecido.
 
Del libro El sonido de la naturaleza
 
SONIDOS REPETITIVOS
 
La calle está desierta.
Solo se oye el canto de los grillos.
 
Poco a poco me alejo
del repetitivo sonar de alas
y el silencio se rompe
con el goteo de un grifo.
 
Cierro el grifo. Vuelve el silencio.
Saltan los aspersores del jardín
quebrando otra vez el silencio.
 
Quince minutos. Vuelve la normalidad.
El jardín está desierto.
 
Del libro El sonido de la naturaleza
 
LXXI
 
Si la banca se hunde
es porque se retiran
sus consejeros con indemnizaciones
escandalosas y millonarias.
 
Del libro Hablando claro
 
LXXVI
 
Amar, odiar, soñar, dormir.
Cuatro verbos perdidos en el diccionario.
Amar hasta la saciedad.
Odiar la hipocresía.
Soñar un mundo diferente.
Dormir con la conciencia tranquila.
 
Del libro Hablando claro
 
DIME LA VERDAD
 
Sigo esperando de tus labios
la verdad, no falsas promesas
que nunca cumplirás.
No te acalores que sé
que me mientes plenamente,
totalmente y no te engañes
a ti mismo. No vale la pena.
El tiempo pondrá
a cada uno en su sitio.
Yo nada persigo pero tú
con tus mentiras ansías el poder
pero ¿vale al pena a ese precio?
Mentira tras mentira hasta tú
serás una gran mentira.
Acabarás por no encontrar
la verdad y te irás
despacio cubierto por un manto
de mentiras que nadie reconocerá.
No me cuentes más mentiras
que ya no creo ni tus verdades.
 
Del libro Hablando claro
 
MI BANDERA
 
¿Qué bandera es la tuya?
La mía no es roja, ni verde, ni blanca,
ni azul, ni morada, ni amarilla.
Mi bandera tiene el color de la libertad,
de la igualdad, de la verdad, del amor.
Mi bandera no ondea en ningún mástil.
La llevo bajo la piel y nadie la ve.
 
Es una bandera que no lleva detrás
ningún ejército porque no necesita armas
para defender sus principios fundamentales.
Es una bandera a la que muchos traicionan
porque no saben amar, porque huyen de la verdad,
porque no se sienten iguales, porque no entienden la libertad.
 
Del libro Hablando claro
 
 
 
NO CANTO
 
No canto por soleá
ni siquiera por fandango
aunque gozo escuchando
unas alegrías o un mirabrás.
 
No sé bailar siguiriyas
ni tampoco bulerías
aunque viendo bailar
empiezo a soñar.
 
Suena una guitarra
pero no soy yo quien interpreta
porque nunca aprendí a tocarla
ni hacer ninguna falseta.
 
Ni canto, ni bailo, ni toco
pero ese arte me emociona,
hace que brillen mis ojos,
me atrapa como una ola.
 
Del libro Flamenco
 
MINERA
 
A la entrada de la mina
tu cadena yo perdí.
A la entrada de la mina
desnudo yo me sentí
porque luz ya no tenía
pa en la oscuridad vivir.
 
Picando en la galería
sólo pienso en tu amor.
Picando en la galería
recuerdo nuestra canción
que tú cuando amanecía
compusiste con pasión.
 
Tus ojos me están mirando
sin estar aquí conmigo.
Tus ojos me están mirando
porque los llevo cautivos
en mi pecho enamorado
desde que nos conocimos.
 
Del libro Flamenco
 
 
FANDANGOS DE HUELVA
 
A Cádiz quiero cantar
unos fandangos de Huelva
porque mirando su mar
mis sueños de poeta
se hicieron realidad
 
De Cortadura a la Viña
voy pregonando, señores,
que no hay en el mundo niñas
con tanta gracia y primores.
 
En la Caleta encontré,
en la arena de la playa,
la huella de aquella mujer
que el sueño a mí me quitaba
desde que empecé a querer.
 
Eran sus ojos dos perlas
que brillaban más que el sol
sin que mirarlos pudiera
este pobre pescador
que siempre pensaba en ella.
 
Aunque sé que tú me quieres,
aunque sé que yo te quiero,
no olvido que tú me tienes
pendiente de tus deseos
sin que te importe la gente.
 
Del libro Flamenco
 
ORACIÓN
 
Danos el verso nuestro
de cada día para alimentar
los cuerpos hambrientos.
 
Perdona a los sedientos
porque de ellos no es la culpa
de que los ríos estén secos.
 
No los dejes caer en la tentación
de recurrir a la violencia
para recobrar la ilusión.
 
Líbralos del mal que los rodea
para que no se dejen llevar
de las más bajas ideas.
 
Hágase tu voluntad en los campos
para que la cosecha sea abundante
en frutos y en granos.
 
Del libro inédito Así rezo yo
 
ACABÉ
 
Acabé
de escribir el último poema
del libro y me fui a dormir
con la cabeza despejada.
 
Acabé
las operaciones y el resultado
no era el correcto
por eso tuve que repetirlas.
 
Acabé
de leer el libro
cuyo final no me gustó
porque no fue el esperado.
 
Acabé
en la calle aquella noche
porque el sueño no llegaba
y necesitaba calmar mis nervios.
 
Acabé
rezando ante el altar
y así calmé la inquietud
que me atenazaba el alma.
 
Del libro inédito En un suspiro
 
VOLUNTARIOS
 
En un mundo injusto, tremendamente
injusto, donde todo está muy mal
repartido, tremendamente mal:
el dinero, el trabajo, la salud,
la inteligencia, la felicidad,
la belleza, hay un grupo de personas,
que se dedican voluntariamente,
y ocupan muchas horas diariamente,
a ayudar a otros para que levanten
el vuelo, y superen la enfermedad,
la pobreza, el paro, la soledad,
el racismo, el maltrato, el abandono.
 
Son personas sencillas, abnegadas,
que ofrecen su tiempo para aliviar
el mal trago que otros han de pasar
en su travesía por este mundo
tremendamente injusto donde muchos
cierran los ojos, esconden la cara,
taponan sus oídos y no escuchan
los gritos, el llanto, que les rodean.
 
Gracias, voluntario, por donar tiempo,
por contribuir con tu trabajo diario,
por ofrecer amor y compañía
a quienes lo precisan porque están
solos, porque están enfermos y tristes.
Gracias, voluntario, por estar siempre
dispuesto a entregarte plenamente.
 
Del libro inédito Homenaje
 
BAJO EL AGUA
 
Dancemos bajo el agua
sintiendo en  nuestros cuerpos
las caricias frescas del mar.
 
Dancemos alrededor del sol
que se refleja en las aguas
acariciándonos dulcemente.
 
Giremos al ritmo que marcan
las olas y desde la distancia
sintamos confluir nuestra energía.
 
En alguno de nuestros giros
nuestros cuerpos se unirán
en un abrazo profundo.
 
Así unidas saldremos a la superficie
brevemente para tomar un poco de aire
y regresaremos a las profundidades.
 
Allí se deshará el abrazo
y en solitario seguiremos
girando y girando.
 
Del libro Los que danzan con el color
 
 
 
MARIPOSAS
 
Revolotean las mariposas
acariciadas por unos rayos de sol
que se filtra entre los árboles.
 
Al sentir el calor sus cuerpos
se estremecen, se agitan,
en una danza etérea.
 
Buscan el refugio de la flor
que se le ofrece insinuante
para que liben su néctar.
 
Mueven sus alas mientras succionan
a ritmo de canción desesperada
el dulce polen de la flor.
 
Tras los árboles el sol brilla
y espera que acaben de libar
para pedirles un baile.
 
¿Aceptarán las mariposas?
¿Bailará el sol?
Tal vez hoy tampoco nadie lo invite.
 
Tendrá que conformarse con acariciar
con sus ardientes rayos
a los árboles, a las mariposas.
 
Del libro Los que danzan con el color
 
MI SUEÑO
 
Más allá de los sueños puedo hablar
con mis seres queridos que ya no están,
recordar mis baños con ellos en el mar,
vivir de nuevo mis horas de soledad,
volver, como aquel primer día, a amar.
 
Más allá de los sueños puedo pensar
que entre los hombres reina la amistad,
que el odio y el rencor se acabaron ya
y que es posible la igualdad
a pesar de la diversidad.
 
Más allá de los sueños mis poemas
están grabados en las blancas piedras
escritos en la fina y ardiente arena
perdidos en el aire frío de la estepa
adormecidos en la punta de una estrella.
 
Del libro inédito Más allá de los sueños
 
ODA A LA SOMBRA
 
Siempre estás conmigo,
detrás, delante, a la izquierda,
a la derecha, sobre mí.
 
A veces desapareces
y tardo en recuperarte.
Otras trato de alcanzarte
y nunca lo consigo
porque cuanto más avanzo
más te alejas tú.
 
Sin embargo en ocasiones
eres tú quien nunca
acabas de alcanzarme.
 
Cuando estoy en la cama
estás por todas partes
y a veces me asustas
porque no sé de quien eres,
porque a veces te asemejas
a un ser deforme
que intenta atraparme
y apoderarte de mi esencia.
 
Del libro inédito Odas y nanas