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ELIAS ROSARIO -PERÚ-
Licenciado en la especialidad de Lengua y Literatura por Universidad Nacional del Santa, en la especialidad de Lengua y Literatura. Es coautor en las antologías de cuentos “Desde el silencio” (2016) y “Navío al viento” (2017). Participó en la revista poética Marea N° 23 (2017), Marea N° 24 (2018) y Marea N° 25 (2019). Ha participado en diversos eventos literarios en calidad de ponente y como presentador de obras en ferias de libros. Algunos de sus artículos han sido publicados en revistas impresas y digitales, de igual modo tiene comentarios sobre textos literarios en periódicos. En el año 2017 fue finalista en el II Concurso de Microrrelatos Bibliotecuento, organizado por la Casa de la Literatura Peruana, realizado a nivel nacional. Actualmente está trabajando en una publicación personal.
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POR CULPA DE LUCÍA
Cuando llegó, la encontró. A pesar de la oscuridad, lo vio. Sí, era de silueta delgada, quien estaba en el lecho con su mujer. Los felices días que habían pasado se esfumaron en ese instante. Sus sospechas fueron ciertas, y lo estaba comprobando. Se quedó perplejo escuchando a los infieles sin atinar a decir o hacer algo. Una ira incontenible se apoderó de su alma.
Se fue a la biblioteca. Estaba sumido en su silencio y cavilaciones, ¿Cómo pudo hacerme esto?, ¿Por qué lo hizo, si nunca le faltó nada? Si puse a su nombre esta casa, el auto, todo. Sintió que algo atravesaba con violencia su corazón.
Se levantó, y comenzó a dar vueltas como loco por la habitación. Ese hombre debe ser mi primo. Debe ser él, porque un día me dijo: “Tu esposa es hermosa, créeme que, si no estuviera casada contigo, ahorita la estuviera enamorando.” Seguramente estuvo coqueteando con él. No, ella no sería capaz. El culpable es mi primo, él la sedujo, la enamoró. Es un casanova empedernido. Él tiene la culpa.
Así se pasó varias horas pensando. Por un instante creyó que todo era una cruel y triste pesadilla, pero no lo era. Él los había visto enroscados como serpientes, consumando su amor tórrido y furtivo.
Quizá ella nunca me quiso. A lo mejor solo se casó conmigo por mi dinero. Creo que jamás fui lo suficientemente bueno para ella. Tal vez por eso me dijo: “Déjame vivir mi juventud en tranquilidad, no quiero tener hijos por ahora”.
Ya no pudo más y comenzó a llorar como un niño. Maldita seas tú y mi primo. Ojalá nunca te hubiera conocido y jamás te hayas cruzado en mi camino. ¿Por qué tuve que enamorarme de ti? ¿Por qué como un perro te insistí tantas veces para que me aceptaras? ¿Por qué no me di cuenta de que no me amabas? ¿Por qué no me percaté que solo te interesaba mi dinero? Que iluso he sido, que tonto fui al creer en tu amor desinteresado.
Abrió la gaveta de su escritorio. Allí estaban el arma y las balas. Tal vez esta sea la única solución, pensó. Cargó el revólver. Dio vuelta al tambor. La luz de los primeros rayos de la mañana se asomaba por la ventana. Apuntó el revólver a su cabeza. Quitó el seguro. De pronto escuchó una voz detrás de él.
- Diego, ¿¡qué vas a hacer!?
Se volvió, y vio a una mujer con el cabello corto que venía de la habitación de su esposa. Entonces comprendió que no era su primo el amante, sino Lucía, la mejor amiga de Rubí.
* * *
DESDE VENUS
Quiebras los malos designios
con tu mirada de estío
inagurando el alba.
Eres hermosura de otro mundo.
Has venido de venus
a sembrar de embeleso
los instantes y los espacios.
Mujer encantada
sempiterno sortilegio
poesía hecha carne.
Estallarán las estrellas
cuando pronuncies mi nombre
con el fuego de un suspiro
y todas las sendas
se abrirán como pétalos
en mi vida errante.
* * *
VENUS
Cuando nos miramos
una estrella desatas en mi pecho
Has escrito en el horizonte
el sendero de nuestras vidas
con el mágico sonido
aleteando en el viento
Hoy en el infinito
has pintado nuestros nombres
con el color de la tarde
y en mi pecho
este romance inefable
enciende el silencio
y la noche más oscura
He despertado
y ya no estás
entonces
te busco a tientas
desesperado
entre el alba y la noche
y tu ausencia lo invade todo
evoco tu rostro
me resigno a soñarte por instantes
ebrio de amor
* * *
CUANDO NO ESTÁS
Cuando no estás
un vacío insondable horada mi ser
El tiempo detiene su marcha imperturbable
buscando el fulgor estrellado de tus ojos
y la vida se desgrana
en instantes y espacios
Alba y noche
dividen el horizonte
y pienso en ti
utopía siempre cierta
invadiendo los espacios
y los recodos del silencio
Llegarás una mañana
de lluvia o estío
con fragancia de jazmines
como aquella tarde que marchaste
dejando en mi pecho
una oquedad sin fondo
Sé que volverás
el viento dirá tu nombre
como un suspiro sinuoso
y plasmará tus ojos en el cielo
sentiré la mística cadencia de tu voz
aleteando en mi recuerdo
Cerraré los ojos
y ahí estarás
navegando entre mis sueños
mujer de viento
