CLARA SOLOHAGA -ARGENTINA-
PÁGINA 10
LA AVENTURA DE RAQUEL
(CLARISA MCGREGOR)
“A veces pensamos que lo sabemos todo…pero en realidad no sabemos nada”
Cuando Raquel se despertó por la mañana y escuchó los pájaros trinar, el sol radiante con sus rayos dorados dando el calor necesario para vivir, se dio cuenta que ese iba ser un gran día, un día inolvidable, de esos que te dejan sin respiración.
Camino al trabajo, saltando los pequeños charcos formados por la lluvia caída la noche anterior, escuchando el sonido del viento y soñando despierta, como lo hacía habitualmente algo sucedió…
¿Ese sonido que es? -se preguntó- siguió caminando y a medida que lo hacia el sonido iba en aumento, la curiosidad pudo más que pensar en su seguridad.
Despacio -se dijo- y salió del camino principal.
Después de tanto andar era la primera vez que se salía del camino, buscaré un atajo- se dijo- quizás pueda encontrar el motivo de ese sonido… a veces angelical… otras fuertes como reclamando su atención…
Raquel siguió avanzando, ya no pensaba en el trabajo, en que llegaría tarde o que la podrían despedir – esa era su principal inquietud- ya no recordaba cuanto tiempo hacia que no disfrutaba de un tiempo a solas para caminar tranquila sin preocupaciones ni miedos … buscando una “aventura” …
¿Qué es ese sonido? ¿porque aparece ahora en este momento en que todo me parece rutinario?
Veremos- se dijo - de que se trata… y allí comenzó la gran aventura, la menos esperada…
Era un sendero nuevo…nunca lo había visto, flores a cada uno de sus lados, arboles altos, frondosos, el trinar de los pájaros era cada vez más fuerte supo distinguir a cada una ellas, el croar de las ranas, el viento moviendo las hojas como susurrando frases de aliento…
Raquel veía todo con asombro y sentía el viento en su cara.
Se dejó guiar por sus pasos, por el viento, por el sonido que le llegaba como música del centro… ¿del centro de qué? Se preguntarán… del centro del alma…
Mientras seguía avanzando apareció un oso grande y fuerte su pelaje brilloso o por lo menos así lo veía Raquel…lo miro a los ojos y se dio cuenta que no sabía que hacer … miedo no sentía, respeto sí, era la primera vez que veía a un oso, y al verlo pensó- eres tan grande, tan poderoso, tienes tanta fuerza, dame un poco de tu fuerza para poder seguir mi camino…seguir adelante sin miedos ni asombros.
El oso la miró y sin siquiera rugir siguió su camino…
Asombrada Raquel se preguntó ¿Qué pasó con el oso? ¿Por qué no me respondió? ¿tan insignificante soy que ni el oso me responde?
Cabizbaja pensando en el oso, vio una fila de hormigas que llevaban en sus hombros ramitas y pequeñas hojas, una detrás de la otra, siguiendo su camino hasta un gran hormiguero… Allí cada una dejaba su carga tan pesada y continuaban …
Miró hacia el cielo y vio las aves volar tan libres batir sus alas…dejarse llevar por el viento y cantar a la nada…
Miró las flores, tan coloridas y calladas todas mirando hacia el sol confabuladas para brillar en los ojos de las almas...
Miró los árboles tan tupidos algunos y otros tan altos, transmitiendo su sabiduría… porque un buen árbol tiene sus raíces fuertes, su tronco y sus ramas flexibles para sostener las abatidas del viento, sus hojas verdes luminosas unas veces dando sombra al caminante otras veces resguardando de las tormentas a las aves…
Miró el cielo azul resplandeciente, tan infinito, tan limpio.
Miró el volar de las mariposas de todos colores, dando alegría a las flores…
Miró las abejas posarse en cada flor… llevando su néctar para fabricar la miel... de tan dulce sabor.
Y miró esa cascada que aparecía de la nada… con el sonido de cada gota desparramada…
Junto a ese sonido de la cascada se escuchaba el cantar angelical que la llamaba…
Raquel quiso entrar en la misma pero no la dejaban… tienes que pasar una prueba Raquel- le
contestaban-.
Cansada Raquel miraba y callaba…
La cascada tenia vida y el sonido angelical la llamaba.
Raquel se tiró al agua… allí voy- se dijo- que más daba…
Se metió dentro de la cascada y desde allí miraba …
Cada gota colorida arcoíris la llamaban…
Sentía el susurro de las hadas… que la miraban…
Porque allí dentro de la cascada estaban las hadas…
Cuanta alegría sentía sin saber que estaba
Allí donde nada la asombraba…
Las hadas contentas la rodeaban, brillando sus alas coloridas
La rozaban… por fin Raquel- le decían- has llegado a la cima
de nuestra morada…
Raquel contenta escuchaba y sin decir palabra lloraba.
Lloro de alegría- murmuraba- nadie sabe el dolor que yo
Pasaba…
Entonces las hadas sonriendo le transmitieron sus ganas de vivir,
Ya calmada…
Sigue tu camino -le dijeron- más sorpresas te deparan...
Raquel sin muchas ganas dejó la cascada…
Salió de la misma ya calmada … y miró al cielo esperanzada,
Hizo caso a las hadas…
El sonido seguía allí en el aire, en el cielo y en las ramas de los árboles que susurraban sigue
adelante Raquel que te reclaman…
Ya más tranquila Raquel caminaba el sonido cada vez más intenso
Sonaba y sonaba…
Parecía que el sendero no tenía fin al igual que la llamada…
Esa que sentía mientras caminaba…
Prestó atención, levantó la vista, miró al cielo
Y se preguntó que pasaba…
Ese sonido se intensificaba…
Nuevamente prestó atención a su alrededor
Para saber que le deparaba…
Algunas gotas cayeron en su cara,
Se sintió purificada...
Cada gota representaba, cada lágrima derramada…
Entonces escuchó más potente el cantar angelical
Que tanto anhelaba dándole la paz que ella buscaba.
Así entre los árboles se presentaron los ángeles
Desde la nada…
Abrazaron su cuerpo con sus alas…
Raquel apoyó su rostro sobres sus hombros…
Se dejó arrullar por todos ellos
Que la esperaban…
Hace tanto tiempo que te llamábamos Raquel
Y no escuchabas… tus oídos estaban cerrados a nuestras llamadas…
Ya estás aquí bien amada …
El corazón de Raquel rebozaba de amor, miró nuevamente a su alrededor
Y se preguntó que pasaba…
Los ángeles le preguntaron ¿Qué has aprendido hoy?
A lo cual Raquel respondió…
Vi a un oso gigante y me di cuenta que yo necesitaba fuerza para seguir adelante
Sin nadie que me acosara,
Vi las hormigas trabajar en equipo, llevar su carga, todas juntas liberadas
ya felices regresaban a buscar más mientras cantaban.
Vi las aves abrir sus alas para volar hacia la libertad. Así debo volar yo,
sin miedo al andar.
Vi las flores coloridas y alegres, así mi vida será.
Vi los árboles que con sus raíces fuertes y firmes no se dejaban abatir por las tormentas,
Así mi vida será… no abatirse por las circunstancias
Y continuar …
Vi las mariposas, las abejas construyendo y dando amor
Al volar…
Entré a la cascada ahora sé que las hadas me acompañaban al andar
en cada rincón de la naturaleza ellas están…
Los ángeles le dijeron… desde hoy tu vida cambiará,
Tus oídos escucharán palabras de amor,
tus ojos verán
Que los sueños se hacen realidad…
De tu boca saldrán palabra sanas llenas
De humildad…
La sabiduría resplandecerá y tu camino
Se allanará…
Ayudarás a mucha gente a traspasar, el
Camino de la vida contemplarás
Llena de amor y cariño hacia los demás…
Raquel llena de asombro les preguntó
¿Qué hice durante todos estos años de mi vida?
A lo cual le respondieron.
Tenías los ojos vendados, no te percatabas.
Pensé que ya lo sabía todo… y hoy me di cuenta que no sabía nada…
Raquel regreso al camino principal, tranquila en paz, disfrutando cada momento
Ya nada sería igual - los ángeles le cantaban- ella sonriendo escuchaba
Y agradecida se preguntaba ¿por qué soy tan amada?
Y así mis amigos para saber esa respuesta tendrán que esperar
Hasta la siguiente llamada…
CLARISA MACGREGOR
