KARINA LÓPEZ VÁSQUEZ -MÉXICO-

DE LA NATURALEZA Y EL SILENCIO
 
Mar
 
Dorso del cielo te derramas
iluminado por la espuma blanca
dormitas en un grito de arena
 
Te enciendes y enredas
te arrojas y cruzas los brazos
 
Mar de ojos desvelados
tienes la inmortalidad azul que no pesa.
 
 

*      *     *


Bosque
 
Obscuro
como hechizo del cielo caído
el bosque abre sus párpados
y enseña de noche sus brillantes pupilas
a las brujas y a Mabel
 
Hace mucho que ahí viven hadas
hadas que se enamoran
de duendes, ogros y lunas
en él descansan las estrellas
el bosque las mece en sus ramas
con su existencia las regocija.
 
 

*     *     *


Tranquilidad sidérea
 
Luna-Farola mece mi corazón equilibrista
en el altar de sus pasiones
me ablanda la razón
resbala su cortina blanca en mis pestañas
entra en mis ojos con mesura.
 

 *      *     *

 
Temazcal
 
Abrazo materno que incendia
beso de hierba que cura
arden piedras
canto y fulgor en mi pecho
la tarde cae plácida
sobre la montaña
voluntad y suspiro
acordes de mañanas fragantes
piel, barro y sahumerio
camino de espinas
confrontación
 

*     *      *


Itinerario de nube
 
6:50 am Nube despertando a la ciudad
con su tibieza
y el vestido entallado del Sol
 
12:00 am Nube de mirada aborregada
alentando mi corazón equilibrista
mirarla es cosechar esperanza
 
3:00 pm Nube haciendo de monstruo infantil
para jugar a las escondidillas
 
6:00 pm ¿Nube siguiéndome a casa
o yo siguiendo la nube desde mi ventana?
 
Nubes que huelen a firmamento
que imitan olas
que están al alcance y no.
 

*    *      * 
 


De mis amaneceres en la ciudad
 
 
Un amanecer citadino es más dulce si al caminar escucho a Ella Fitzgerald. El frío acomoda mi abrigo hacia la misma dirección del viento. Levito…, me dejo llevar por ese extraño afecto a la vida. La neblina abre sus brazos para mí, enamora mi vaho y hacemos figuras de encanto. Los edificios van apagando poco a poco sus cientos de ojos nocturnos. Atravieso el puente arco. Miro con infantil alegría mis dedos peludamente deformados por la textura de mis guantes favoritos. Todos tenemos acceso a esta dicha, no se requiere costo alguno y lo mejor es que siempre se puede regresar en invierno.
 

*      *     *


Luminaria solar

El sol entra a la casa
y sus dedos atraviesan la cocina
siguen por el pasillo
y luego reposan en el librero
libres en su cotidianeidad
bellos como reminiscencia de invierno
vienen y enuncian de la tarde
su fausto sosiego.
 

*     *     *

 
Flores amarillas en primavera
 
Flores amarillas en primavera
anunciando besos frescos, jugosos
frondosidades que desbordan
días por sus ramas,
soles
huecos que anidan pájaros
el aire pasa, corre
flores amarillas en primavera
los ojos de la contemplación
suspiran casi todo.
 

*    *    *

 

6:40 am
 
Antes de que se asome la luz del día
cuando todavía no aparecen las voces
camino
jardines circulares por farolas custodiados
aún se respira el perfume de la lluvia pasada
sagrada contemplación
después ¡que empiece el día!
que salga el sol y las nubes nos abracen
que insistan los pájaros con su canto
que perdure en la ciudad
lo simple
            lo natural
                       lo humano.
 

*     *     *


6:45 pm
 
Borde de la tarde
rosada
         amorosa
                     serena
curvatura de partida
silencio de llegada
 
La textura se imanta a mi pecho
guardo el color de cada esquina
densa
aterciopelada
 
Bóveda que agita el aire
Latido de agua impasible
 

*    *     *

 
 
De árboles y embrujos
 
Me embrujan los árboles de pradera
corteza con perfume de bruma
hojas secas con sonidos nostalgia
troncos con caras
aullidos de lobo serpenteando
en el dulce aire atorado en las ramas
 
Me embrujan los árboles citadinos
brazos largos siempre dispuestos
señalando el azar
troncos para recargarse
en su palpitante silueta
jugar abrazar
 
De norte a sur florean montes
custodian caminos
refugio elevado de aves, bichitos
tallos leñosos,
fragancia de frutos
casi siempre en silencio
sanadores responden
tras la hojarasca desde raíz
calidez habitual de longevos
entre plantas
sabiduría de mayores ramificada.
 

*       *      *


Transición en primavera

Del cielo negro de la noche
al azul de la mañana
justo antes del alba
púrpuras, morados, lilas, violetas
las jacarandas de este jardín
se suman al firmamento
por el color de sus hojas
linde entre lo terrenal y lo divino
frontera del alba
que toca mi cuerpo.
 

*     *     *

 
Carreteras
 
Te encuentran los caminos de montañas
con sus gigantescos cuestionamientos
en las horas de silencio
praderas inundadas de flores versando
tejidos filosóficos de puentes comunicantes
palabra y mirada discurren
entre infinitas nubes
a veces cielo de lluvia
a veces azul de sumar sentires
Te encuentra el pronunciamiento
de hechizos como ave de
hermosos plumajes
entendimiento de árboles
poblando senderos desiertos de personas
pensar en sentir a los demás desde su ser
en nuestro trato mora la conciencia
en la mirada habita el amor.
 

*     *     *

 

Milagro de la tierra
 
La naturaleza está encendida
arde el color de sus flores,
maravilloso esplendor de su tiempo
se incendia lo visible
y, aun así
debajo de los árboles
hay sombras que aguardan puntuales
estremecimientos frescos
bondadosos refugios que nos recuerdan
que del fruto y milagro de la tierra
todos extraemos alimento.
 

*      *      *


Infinitos reflejos

Mar de cielo
o cielo de mar
nubes por olas
en profundidades invertidas
nadamos en el mismo aire
respiramos en el mismo mar
sumerjo el pensamiento.
 

*     *      *


Otros latidos
 
Madeja de entendimiento
hay aislamientos que se miden por farolas
silencio paciente entre noches y días
espero la luna en el patio
los perros ladran
soledades de la calle
resquicio de atardeceres
por eco de calores
que se derraman
en nubarrones de
nostalgia y paz
Aprendo a escuchar
 

*      *      *


Silencio

I
Me sumerjo en el océano
del silencio y nado hasta el fondo
de lo que llaman vida
aprendo en soledad
a engendrar alivio de ansiedades
a corresponder inquietudes
de la mente
en silencio encuentro
lo que con nadie más
mi voz interna
mi absoluta presencia
con sus abismos personales
II
Ritual del silencio
como punto de partida
serenidad que conduce
a la claridad necesaria
para escuchar(nos)
Silencio como remembranza
de trabajo interno
transformar el ego en virtudes
después
la palabra dosificada
elocuente, sabia
solamente aquella justa
portadora de verdad
 
III
Silencio
contemplación y reposo
para ahondar en los colores
nadar por los sonidos
si visto labios de mirada
atisbo la esencia
capturo el contenido
al ayuno de palabra
diversos campos para transitar
siendo el cuerpo
en otros planos
entiendo alquimia
se aclara el misticismo
la luz me desdobla
crezco, me ausento
abandono tinieblas,
detrás de sabios
sigo lo que emana
reconozco lo que regresa
abrigo en el pecho
aromas que el verbo
olvidó conjugar
sensaciones que invocan suspiros,
suspiros que de la historia
transparentan el alma
tenue
               amorosa
                                  exhausta
Irrepetiblemente
todo transcurre
no escuchamos el latido
egoístas pasamos sin reparar
olvidamos llenar los ojos
con ondinas de invierno
soles en verano
pensamos tristes citadinos:
 mar
IV
Silencio
que al festín del ego
no se reconoce la belleza
la amargura de una crítica severa
nos convierte en bufones
mal remedo de sabios
el exceso de juicio ancla
nubla el sentir
surgen pensamientos
crecen, se enredan
y son feroces fieras
no se aprende a leer
a la primera
V
En el jardín del silencio
geometría de la naturaleza
intento ser consciente
de este permanente diálogo mental
a veces remanso de cordura
otras hoguera de sentencias
Aprendo que nada es mío
y efímero es el paso
los miedos son
de los deseos historias
los juicios, confesiones personales
siento mi respiración
insectos electrificando la noche
pretendo la existencia
en su esencia más íntima
habitamos el mismo espacio
sorteamos diversos mares
misterioso
inconmensurable silencio
para mirar siempre de frente
esta vida intransferible
no venderme al ego
cesar de autodefinirme
por insultos o alabanzas
engendrar belleza
otro orden de estremecimientos
saltar y cuestionar
más sentir, menos pensar
de/construirme
transformar
que la palabra no sea
gesto innecesario.
 

Nació en la Ciudad de México en 1979.
Ha vivido en el Estado de México; Guadalajara, Jalisco y actualmente reside en Mérida, Yucatán.
Estudió la Licenciatura en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y la Maestría en Educación en la Universidad del Valle de México.
Ejerce de maestra de idiomas.
Promueve la poesía a través de recitales presenciales y virtuales como el reciente “Vamos en Poetiza y Narrativa, escritores chidos de Gdl y Cdmx”. Imparte en línea un taller de iniciación a la creación poética.
Es autora de los poemarios “Un grito azul” y “Tranvía”.
Su poesía ha sido publicada en diversos estados de la República Mexicana a través de antologías como:
Versos y garabatos en cuarentena 2020, Editorial Bitácora 52.
Coordenadas Femeninas VIII, Editorial La Comuna de Girondo.
Charlas de Café III y IV, Editorial Proyección Literaria.
Voces en Eco, Ganadores del 2do concurso de Poesía Medio Ambiental, Casa CEM, Proyección Literaria.
40 barcos de Guerra, Antología de Poesía y sus Editoriales, Editorial Verso Destierro.
Antología Épica, Editorial Épica.
Hasta Agotar la existencia III, Editorial Resistencia.
Redes sociales:
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IG lo.v.k
 

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