JORGE R. ACEVEDO -ARGENTINA-

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PÁGINA 30

Jorge Rolando Acevedo   nació en Tartagal el 10 de Abril de 1968.   Profesor de Historia  y  Letras.  Escritor y poeta. Obtuvo numerosos premios a nivel nacional e internacional. Tiene tres libros de poesías publicados: Eres como la hierba, (1997)  El caminante, (2006) y Dadelos, la casa del silencio (2020);  Habladurías. (Cuentos para un ratito, veros para una hora) Narrativa Breve.  (2019),  Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural. Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte de la Provincia de Salta. Plan de reactivación cultural. Gobierno de la provincia de Salta. Rubro Letras. (2021).
 Participó  en las siguientes antologías, entre otras: Tartagal en la palabra. Antología Literaria de Poesía  y Narrativa.  Secretaria de Cultura, Turismo y Protocolo, Municipalidad de Tartagal,  (2020).  30 Poesías eróticas. Revista Literaria Anukek (2020), De esto no se habla. Tabú. Revista Literaria Anukek (2021). Colección Senderos de amor,  Colección Senderos de los sueños (2021). Rincón Poético - Canal You Tube y Spotify, (202-2021).  Red de escritores y escénicas. Potosí. (2021/2). Revista Letras y Musas, Perú,  (2021). Algo hace que las cosas cambien. Antología, (2021). Ed. Oxymoron. Río Cuarto, Córdoba, Argentina. Revista Trinando, México-Colombia,  2022. El arte convertido en escritos Versión digital. (2022). México. Revista Anapoyesis. Antología. (2022) Temática  Distopia. México. 
 
Teléfono: 03873-15 345797
Correo electrónico: jorge68ro@hotmail.com
 

 

 
Polifonía
A la memoria del poeta.
Me contaste de Jaime Dávalos,
Manuel J. Castilla, Emilio Sangarí,
Miguel Hernández, y César Vallejo,
de tus  “versos de setiembre”,
de las niñas sultanas y los sauces.       
Vengan a ver el río que yo amo.
 
Un día de  otoño,
me invitaste a jugar con tu hijo.
Jugamos  al ludo, a la oca y a la dama,
mientras el oficio de relojero movía tus manos
En las noches, en las tardes, en los días…     
 
Como si  fueras  un fantasma,
Desapareciste de pronto,
 seguidor de equipajes.
Trenes, carbonillas y tabacales.
el viento ya eligió tus árboles…
 
Pero un día regrésate a Tartagal,
con sus versos de antaño,  Carlos Laime
a la hora de recordarte…
 
 

*    *     *

 
 
 
Eloy  y su amada
 
Eloy, el músico.
Eloy, el gringo.
Eloy, el concertista.
 
Eloy  Notario  viaja en el paisaje sonoro.
Cuerda por cuerda,  partitura por partitura
se deshojan los valles y quebradas,
los ríos y los montes del  “Cuchi Leguizamón”.
 En un sólo repertorio,  en alas de una canción,
las notas de Eduardo Falú y Rolando Valladares
se vuelven cauce y viento, viento y cauce.
 
Eloy  acaricia  la madera de Atahualpa Yupanqui
hasta perderse en la noche,
en el ritmo sensiblero de los sueños,
Eloy, el músico,
Eloy, el gringo,
Eloy, el concertista.
 
 

*      *      *

 
 
  
 
Tic  - Tac
 
Yo te adoro al igual que la bóveda nocturna…
Charles Baudelaire
 
 
Ya no puedo enamorarme.
¡No debo enamorarme!
Tengo  tristes  heridas,
Llevo el miedo escondido en la piel.
 
¡No puedo  enamorarme!
¡No debo enamorarme!
Las fuerzas ya no son promesas
Ni los recuerdos  son espías.
 
¡No hay elegancia ni ambrosia!
No existe, ni si quiera,  un ósculo al medio día.
Sin embargo, te observo,
Insisto: no debo enamorarme…
 
Dime cuántas vueltas de cuerda
 debo  dar a las manecillas del reloj:
Tic-tac. 
Tic-tac.
 Tic-tac.
 

Jorge Rolando Acevedo.
Tartagal, Salta, Argentina.