SANDRA BARRERA ANDRADA -ARGENTINA-

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PÁGINA 26

 

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Nació en el interior de la provincia de Córdoba, Argentina. Estudió licenciatura y profesorado en Letras Modernas en la U.N.C, en la ciudad de Córdoba, capital, donde se desempeñó en el ámbito de la educación. En 1995 recibió premio municipal en poesía destinado a autores inéditos. Publicó en 2016 Contornos (poesía), en 2019, La opción del sitio (narrativa breve) y en 2022 Bordes, libro que recibió una mención especial en el marco del premio Alberto Burnichón durante la feria del libro cordobesa. Participó en la edición colectiva de más de una docena de antologías de poesía y narrativa breve. Colabora en revistas digitales de Argentina, Chile, Colombia, México y España. Actualmente trabaja un nuevo libro de narrativa breve.
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Suelo frágil, el patio
 
Porque la lluvia llueve
                        en otro idioma
porque no hay sol que brille
en la terraza
porque este aire asfixia
el pulmón de mi vida
porque la noche cae todas las noches
en ese patio
por eso, y más, yo creo en el amor
que le dicen los poetas 
en ese modo de oxímoron
que revive la infancia
en ese espacio larvado de melancolía
en ese suelo frágil
que confunde el recuerdo.
Hoy tiene distintas flores florecidas
carga otra memoria en corazones rotos
es un territorio con raras emociones…
pero es tan fiel
tan resistente al adiós
que no puedo dejar de pensarlo.

 

 

*     *     *

 
 
Poema triste
 
Hay un cuerpo doblado
            mirándose a sí mismo
                        en el eterno ombligo de la noche
En la circunferencia caen:
            la luz de la ciudad llovida
alguna queja de perro vagabundo
y los gatos caen,
                               como melodía quebrada,
                                                                          sobre el zinc.
Manos curtidas hurgan bolsas negras
aventando mosquitos y roedores
Una lágrima sola malpagada camina en zigzag
pisando escupitajos sin dueño
Aquí
los silencios cobran otra envergadura
No en cualquier sector
de la ciudad
                                                                       se grita el abandono.
 

 

*     *     *

 
El sitio

 
Volver a ese lugar
donde la infancia impera,
porque después,
todo
se somete al olvido.
Volver como a las pasas
de las uvas,
los higos
para poder sentir el sabor
de otra manera.
Volver,
porque,
quizá,
ya no haya más remedio:
aceptar
que aquello fue
la única vida que tuvimos y
que esta que vivimos,
es una forma más
de ser,
que no nosotros,
sino el otro
espera.

 

*     *     *


Demasiado
 
Pienso en la disciplina de los perros
        cuando se aman en las noches de verano
        y acepto que saben mucho sobre el amor
Pienso en la muerte
       que siempre es una pregunta
       para los que quedan con vida.
Pienso en el pasado
      en ese lugar donde la probabilidad
      es una palabra inexistente
      y disfruto con cierta fruición del olvido.
No me detengo en las llanuras de los hombres libres
      que nunca se detienen a pensar
Me duele el dolor que algunos no saben sentir
        y así,
como si la razón fuera un objeto de ganancia
            dejo pasar el tiempo
como si el tiempo,
siempre,
fuera del otro.
 
 

*     *      *

 
 
O sí
 
Ese edificio está en París /
pero dicen que no /
que es Buenos Aires /
Un hombre se tira del balcón del noveno /
y cae al vacío de cualquier ciudad/
Nadie concibe que el amor tenga fin /
 
Como las flores de Roma
o las de Buenos Aires.