LOLA CANDANOSA  -MÉXICO-

MHOTEL
 
Salí corriendo con los tacones en la mano, los pies sucios y ampollados.
No había coches, parecía vacío. No logré ver ni a la que cobraba en la entrada.
Alcancé a ver que ya clareaba y eso me dió seguridad. Podría tomar un taxi y regresar al cuarto del hotel en el que estaba.
Saliste corriendo encuerado, todavía con el elástico de la trusa marcado en la cintura.
 
¡No te vayas! -  Me gritabas…
Pero ni siquiera se te para- te contesté.
Habías perdido la cartera de la peda que traías y apenas podías caminar.
Alcancé a parar a un taxi en la carretera y te dejé subir porque me daba más miedo regresar sola que llevarte, aunque no recordara tu nombre, pero tú tampoco te acordabas.
Hacia el norte- le dije al taxista.
Mientras tú discutías, te acurrucabas.
Avanzamos varios kilómetros y yo aún no reconocía la zona en la que estaba.
El mapa marcaba que estábamos cerca.
Tú seguías roncando cuando llegamos a la entrada.
“Por favor, no lo despierte”- le dije al taxista con voz baja.
Le pregunté cuanto debía y me mostró su palma abierta, mientras con la mirada por el retrovisor, me confirmaba.
Le dejé $ 50 en el cenicero y le pedí que te llevara a la carretera, al lugar que le indicaras una vez que despertaras.
Ya más tranquila entré en mi habitación donde mi esposo, dormido, me esperaba.
 

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23 de Abril 2020.
 
Me siento nerviosa.
No puedo dejar de pensar en ello desde que escuché la noticia.
El próximo domingo seremos liberados.
Me bañaré temprano y rasuraré mis piernas y las axilas.
El bikini también, por si acaso.
Elegiré un vestido ligero y cortito.
Que se noten mis ganas de coger, pero no que perdí la cintura.
Ya bajé Tinder para ver con quién me doy un encerrón.
Me puse perfil de soltera con interés en hombres y mujeres, de cualquier estado civil y aspecto.
Ya lo que caiga es bueno.
Me describí como una mujer libre y sin prejuicios.
Cachonda, curiosa, que nunca digo no antes de probar algo y que me gusta de ladito, y de perrito.

 

*     *     *

 
26 de Abril 2020.


Hoy ya no dormí.
Desde la ventana veo que todos también se asoman.
Algunos barriendo las banquetas que ni tocaron en todos estos días. Esperando solo que marquen las 9 para poder salir a chismorrear.
Los minutos se acercan.
Pasa el helicóptero diciendo por el altavoz: “Ahora es seguro salir. El aislamiento ha terminado. Sean prudentes, sabemos que hay necesidad de contacto. Les recordamos que en las farmacias del país podrán canjear un cubrebocas por un paquete de condones y rellenar sus botes de antibacterial con gel lubricante.”
Salimos todos a la calle.
Los trasquilados, los greñudos y las peludas, los deportistas, los gordos y entaconadas.
Bastantes con canas, pero arregladas.
Varios con la panza cervecera y muchas de algunos meses.
Los de la silla de ruedas seguían dentro de casa.
 
Algunos con morbo observaban en las bolsas de basura que ahí estaban. Veían bolsas del pollo loco en casa de la vegana, empaques de repisas y vibradores en la del viudo y botellas de vino y cerveza en toda la cuadra.
 
Nos tomamos fotos y transmitimos en facebook.
Poco a poco regresando a la normalidad nos ignoramos.
Mientras etiqueto la foto del reencuentro y con la otra mano nos despedimos.
Se nos olvidó que ni cogimos.
#SeTerminoLaCuarentena
 

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30 mayo 2020
 
Estoy preocupada.
La ansiedad arrebata vestigios de cordura.
El encierro ya se siente en la cabeza.
Escucho mi propia voz, pero no la reconozco.
Ya no parece tan buena idea estar en casa, comer dormir y coger cuando te dan ganas. Y en los ratos libres trabajar un rato.
Limpiar, comer y coger con el de la casa.
Hace falta extrañeza. Carne nueva, sudor.
Sabores y olores nuevos.
 
¿Cómo coño se liga ahora sin salir de casa?
No hay punto de encuentro y donde lo hay llega un guardia a exigir sana distancia. Y ya no sé por qué se acercan si se me ven solo los ojos y las nalgas.
 
Veo el catálogo en línea de vibradores de costos exorbitantes, quizá aprovecharon que todo mundo estamos calientes y solos, para subir el precio.
Lo más extraño es que los precios ahora vienen en bolívares, pero la prensa dice poco.
Ahora entiendo a las presas, el encierro te vuelve creativo.
Todo tiene potencial para ser introducido.
Basta que no raspe ni haga vacío.
¡Maldita la hora en que decidí hacer mi propio desodorante 'sin empaque'!
El detox de cuarentena un poco me ayudó.
Lo que más consumí son los pepinos y jugos verdes.
¡Mah! ¡Me da igual! ya hice el mío de pasta modeladora, y uso los condones viejos que me quedaron mientras descifro con qué lo barnizo libre de pftalatos. ¡Por fin tengo la que yo quería!
 
¿Será que el gobierno implemente rotación de parejas?
La ruleta rusa para tener sexo durante la pandemia.
Solo participa quien pueda pagar la prueba del virus ese mismo día antes de entrar en sala.
Y a esperar turno. El gobierno siempre hace esperar y esta vez no sería la excepción.
 
Sería bueno que volvieran los anillos que cambiaban de color según tu estado anímico revelando si estas caliente o no.
Evitaría pérdida de tiempo y reduciría la inútil posibilidad de contagio.

 

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1 Junio 2020
 
¿Trabajo? ¿O sigo mi instinto de saber que esto va a acabar con todos?
¿Vivo el aquí y el ahora?
¿o pienso en que comer mañana?
¿Habrá mañana? ¿Qué es hoy?
Dicen que son tiempos de introspección, que soy nada, pero a la vez todo y de consecuencia algo.
 
Lo único que sé es que, nada, todo y algo quieren coger

Nació en Monterrey, México, el 12 de septiembre de 1981. Única mujer, y menor de una familia de 5 varones. Obtuvo su título de Arquitecta, por la Universidad Autónoma de Nuevo León en el 2003. Ejerció en el campo de la Arquitectura y el diseño en México e Italia entre el 2003 y 2009.  Posteriormente regresa a México e incursionó en el campo de la Sustentabilidad, obteniendo su maestría en Arquitectura Sustentable en el 2016 en Universidad del Medio Ambiente (UMA). De ahí inicia su compromiso socioambiental siendo pionera en México en las campañas para regular el uso de productos desechables, así como en proyectos para regeneración tejido social, ecosistemas y preservación y conservación de especies.
 
En el 2016 crea su propia marca de productos de cuidado personal sustentables y cero residuos O’Lola. Continúa preparándose para su andar en el camino de la consciencia, aprendiz y maestra de Anusara yoga, sexualidad tántrica y medicina ayurvédica. Encuentra en la escritura un espacio para seguir echándose un clavado a las profundidades de su ser.

 

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