DAVID JOVANNY FLÓREZ -COLOMBIA-
DESDE LA TRINCHERA
Me refugio en ti
oh trinchera sombría,
para evitar una fatal herida
o escabullir a la muerte.
Batallo por tierras sin dueño,
arriesgo mi vida por nada.
Trinchera, eres puerta de jaula confinada,
a ti te cuento mis sueños.
La Guerra corta las alas,
la Paz es una niña mimada,
sublimada y confundida.
Yo que la he visto, anda enferma y en agonías.
Selvas que no son selvas,
abismos de la tiranía,
los cóndores se destierran
se pierden en las lejanías,
los ríos lloran,
escucho sus penas,
a la montaña le queda solo un poco de vida.
Miro a las estrellas en noches despejadas,
la trinchera me escucha cuando le hablo de mi amada,
entre leños me acoge,
carga mis penas,
pobre desventurada.
Ella es, ella es un poco triste,
como el amor de aquella mujer,
la que no recibe poemas, rosas o algún clavel.
Si un día pudiera Yo,
retomar camino a casa,
me dolerá dejarte sola y desamparada,
a ti, mi cómplice y mi refugio.
Y no olvidaré jamás
que, en un solo par de metros,
acortaste los kilómetros
mientras historias te contaba.
D Jova
* * *
QUIMERA
Querré entonces en que se llegue un día
y sentarme en una mecedora…
traer a la memoria
las reminiscencias de mi vida,
a mi lado estará un viejo perro echado,
un bastón contra la pared,
en las manos quizá sostendré
un habano y un libro,
la mirada serena, vacía y mi piel arrugada
me contarán de mis penas, triunfos y derrotas,
y de aquellos amores fugaces
que como perfumes se evaporaron entre el viento.
Talvez, ya para ese entonces me conoceré.
Observaré a los niños correr y jugar,
recordaré que también fui muy feliz.
Los tejidos de mis ojos
ocultarán el dolor de la sospecha inexorable
de que esta vida se me escapa,
mis pasos lentos, agonizantes,
ya entonces si querrán ser errantes y vagabundos.
Diré… que rápido fue todo,
miraré al cielo y pensaré en mi Madre,
recordaré el dolor del día en que la perdí.
Ya la bruma de la vanidad la habré dejado,
tan solo ha de quedar un hombre en su ocaso,
que en labios dibujará una sutil sonrisa
al recordar aquella juventud fugaz.
No sé si la poesía me acompañará,
quizá me haya acostumbrado a la melancolía
o la tinta de la memoria se haya secado.
Pensaré en el Amor y me diré:
Cuántas veces Amor
te confundí con la Pasión.
D Jova
* * *
QUE LOCO
En mis tardes de sombría,
llevo tu nombre entre mis pupilas
como un amanecer en el oriente.
En esta lejana soledad
como ángel me acompaña,
sepultado acá en el pecho,
recordando un beso de labios rosa.
Quisiera que del modo en que se encuentran
la noche y las estrellas, te acuerdes de mí.
Es la triste memoria,
el bálsamo del corazón
y en el excelso recuerdo
solaza fantásticamente el amor;
como sombra caminas junto a mí,
te llevo entre lejanías,
en el silencio, me acuerdo de ti.
Cargo afán por la vida,
llevo afán de encontrarte,
busco tu compañía.
Que loco soñador,
que loco…
que busco calor
en la luna tan sola y tan fría.
D Jova
* * *
EXTRAÑANDOTE
Hoy no estas.
Un día así tan triste como este,
te fuiste de mí
y he quedado con los recuerdos que son mi sosiego.
A veces en tardes de sombría
jugueteas por mi mente,
siento tus manos,
escucho tu risa, olfateo tu aroma.
Mis pupilas humedecidas
son la evidencia de cuanto te echo de menos.
Miro al cielo y te busco entre lo profundo,
le pregunto al viento por ti.
Sabes... nunca pensé en tu pronto partir,
desde ese entonces comprendí
que EXTRAÑAR, no tiene total definición.
Un pedazo de mi vida te llevas
y un gran vacío dejas en el corazón.
Sé que debo seguir,
aunque con un nudo en la garganta.
Ahora suspiro más seguido,
me gusta caminar y hablarte en medio de la soledad,
dirán que no estoy totalmente cuerdo,
pero ellos no comprenden
porque a solas sonrío o a veces lloro,
ni el por qué no me importa
que la lluvia moje mis ropas y cabellos.
Aún conservo algunas cosas tuyas
que aprieto contra mí,
me siento en algún parque y observo las aves,
hojas secas van y vienen y así mismo la gente pasa y pasa.
Entonces comprendo
que nunca estoy sólo,
siempre te llevo conmigo,
siempre tan dentro de Mí.
D Jova.
* * *
CALLEJERA
Tendida en el suelo,
temblorosa de frío
envuelta en soledad,
ternura y miedo en su mirar.
Dolores al viento de los que nadie sospecha,
noches eternas,
testigo los faroles,
los días peor.
Alguna cojera da cuenta del trato inhumano
que un humano le dio.
Desechos de basuras son el calmante
de la agonía que mantiene en su interior.
En la nocturna velada
resuenan aullidos lejanos,
el de ella encadena a la nota sonora
que, desde un balcón solitario,
uno solo inicio.
Las calles son tan amplias en las noches,
que extraña las tantas veces
que en el día es zapateada
por cualquier llamado Señor.
La lluvia arrulla un bebé en su cuna,
une a los amantes,
chimeneas y copas de vino
sonrisas, sexo y olvido,
y ella se encoge temblando de frío
bajo algún puente que le brinda albergue y abrigo.
El sol se despierta,
ella ya lo esperaba hace más de un par de horas,
para salir en búsqueda de un trozo de pan,
calma su sed en pozos formados por lluvias y orín.
Amor en los ojos muy pocos le descubren
y alguna migaja le lanzan,
a cambio reciben un gesto grato:
verle su cola mover.
La mueve porque se libró de un zapatazo en la cara
de algún indolente entre tantos que hay.
Le pasa la vida, le pasan los días,
entre pulgas, entre muros y calles,
entre pasos de humanos afanados,
entre lentejuelas caídas de vestidos rasgados
pertenecientes a aquellas mujeres nocturnas,
entre lunas, penas y colillas de cigarros
entre ruidos de sirenas,
entre carros…
entre carros,
como el que su luz le apago.
D Jova
* * *
LIBIDA SOLEDAD
Tras un libidinoso escote ella oculta sus penas.
Humedece más sus ojos que su intimidad,
finge orgasmos, mas no puede fingir
que en el alma siente un conato de desprecio,
por el hombre que se deleita en placeres,
mientras le observa sus pechos.
Hasta ayer odiaba el dinero
que recibía a cambio de su cuerpo,
hoy es ese dinero, su sustento.
Decidió cambiar el amor
por la compañía pasajera,
bien sabe ella,
que no hay compañía sin dinero.
En la ciudad nocturna
espera de pie en una esquina,
cual felina hambrienta,
mientras yo,
libido, sentado en un bar la observo y pienso,
que, aunque distintos los dos,
a ambos nos acompaña la soledad.
D Jova
* * *
ANTAÑO
Pretendieron silenciarnos,
pero hablaron las cartas de papel,
lo intentaron con horcas y cañones,
más se expresaron las cuerdas y los acordes.
Trataron de abrumarnos
con murmuraciones y criticas
pero jamás menguaron
la fuerza de las palabras.
Holocausto total en contra de nuestras ideas,
monárquica permaneció esta apreciación de la existencia.
La pluma y el papel,
siempre han sido más fuerte que cualquier dictador,
la mente y el corazón, mayor que la objeción.
Nos quisieron callar poetas,
nos quisieron callar.
No saben que las palabras como torrente
nos corren por las venas queriendo volar.
Mi poesía son fragmentos libres, rociados en versos de madrigal. Apasionado por las cosas simples y sencillas, pues en ellas encuentro las grandezas.
Es la naturaleza mi refugio, son las puestas de sol mi aliciente. Escribo para disipar la soledad que a veces me acompaña o para simplificar lo etéreo.
Mi Poesía me ha llevado a participar en importantes eventos culturales dentro la Ciudad; así mismo hacer parte del Colectivo de Artistas Atenea.
De profesión Policía.
De corazón poeta.
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