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Soy escritora y profesora de teatro, recibida en la escuela de arte de Berisso, tengo 27 años, nací en la Plata, Argentina y desde muy pequeña me atrapo el gusto y la pasión por la escritura y literatura. Publique cinco libros en Amazon de manera independiente: vinculo de sangre, 21 años de soledad, aquella noche sin estrellas, sangre pura, la última batalla de reyes. También soy autora del libro Open door del cual aún está en proceso de revisión, pero muy pronto saldar a la luz
 

 

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EL CERTAMEN 

 

 

Alexa Wells

 


Las tres brujitas estaban paradas sobre la colina, la única luz que las iluminaba era la tenue penumbra de la luna llena, era una noche oscura y estrellada. Rodeadas de pinos en el solitario y sombrío bosque de noruega. Ellas tiritaban debido al frio que ocurría en esa oscura noche de invierno, encogiéndose entre sus amplias capas de lana negra esperando ansiosas y a esta altura un poco impaciente a dos de sus compañeras de brujería. Miraban al horizonte debajo de la colina entre los abetos, la vegetación, en el medio del lúgubre bosque, en la lejanía solitaria, fantasmagórica y tan alejado del pueblo del que ellas formaban parte, practicando su religión en su templo, juntas en aquelarre.
 Al lado norte estaba el cementerio del pueblo, bastante cercano al bosque sombrío, por el cual podrían venir sus compañeras, si ellas mismas no hubieran avisado con anticipación su llegada desde el lado oeste al bosque, desde el camino hacia el pueblo
Habían pasado ya 10 minutos y las brujitas ya empezaban a irritarse, cuando vieron venir a lo lejos las siluetas de dos humanas envueltas en una capa negra subiendo desde la llanura hacia la colina, donde ellas se encontraban, mediante se iban acercando se vislumbraba una bolsa negra que sostenía una de las brujitas y una jaula con animales que al parecer eran gallinas que llevaba la otra compañera.
―Ya era hora, al señor no le agrada la impuntualidad, dense prisa, no podemos perder el tiempo- dijo la mayor de las brujitas y la de más jerarquía de las cinco allí presentes paradas sobre la colina, de pelo castaño y ojos verdes a las dos llegadas, una era pelirroja y otra rubia.
 Las cinco poseedoras de una belleza asombrosa, eran entre las mujeres de sus respectivos pueblos, las jóvenes de mayor belleza, sin embargo, su belleza no servía de mucho, porque los pueblerinos difícilmente se le acercaban e incluso eran repudiadas entre ellos por la naturaleza misteriosa de ellas y los rumores que se corrían en relación a su involucramiento en una serie de prácticas oscuras.
Estas cinco jóvenes habían sido convocadas para participar de un ritual de alta magia negra que las dotaría de numerosos beneficios, según dicen. Esta su religión se extendía mucho más allá de sus solitarios pueblos de noruega de donde las jóvenes eran parte. Muchas cientos y millones de jóvenes hechiceras de todo el mundo, eran participantes cada año de este famoso y tan concurrido ritual entre las jóvenes practicantes de las artes oscuras y del cual solamente cinco fueron las escogidas en noruega. El ritual tan concurrido consistía en si de un certamen de belleza llamado la novia de Lucifer las cinco mujeres elegidas por los más altos sacerdotes y sacerdotisas de la religión, en cada país y una vez al año, debían realizar un ritual con la intención de llamar su presencia para que se presente y haga con ellas como quiera, el fin mismo era que Lucifer elija entre las cinco la mujer que más le gustara para hacerla su novia. Ellas eran seleccionadas y llamadas para participar del ritual por el mismo Lucifer a través de sus sacerdotes y sacerdotisas, teniendo en cuenta los atributos físicos, las cualidades de espíritu, grado y talento en la magia de las mujeres. El premio a la escogida era el dotarla de una belleza sobrehumana, juventud eterna y poderes asombrosos. En eso consistía el certamen y esa era la recompensa de la ganadora.
Las cinco caminaban colina cuesta arriba, yendo hacia la cabaña en donde se iba a llevar a cabo el ritual de magia negra, felices y contentas de pensar que en poco tiempo estarían teniendo el gran honor de ver y servir a su amado señor.
 Entraron a una choza oscura abandonada, de madera rancia, dimensiones pequeñas, llena de polvo, suciedad, tierra. Se notaba que hacía muchos años que nadie pisaba ese lugar abandonado. Ellas desempacaron las cosas, poniéndose manos a la obra.
Lo primero que hicieron es dibujar un circulo en la superficie de toda esa cabaña con tiza, lo dibujo la brujita de mayor jerarquía, allí era donde se iba a realizar toda la magia, continúo dibujando un pentagrama como indicaba el ritual. Mientras tanto otra de las brujitas, que era de las dos últimas en llegar sacaba las velas negras de su bolso también negro y las iba colocando en las puntas del pentagrama, encendiéndolas con cerillos con la mano izquierda, eran cinco las velas negras en total.
 Ellas se quitaron, copa la ropa que llevaban debajo, hasta la ropa íntima, quedándose totalmente desnudas una frente a la otra. Después la otra brujita que se traía las gallinas las saco de su jaula repartiendo una a cada una de las cinco participantes, las cuales tomaron al animal por el cuello y colocándose cada una a cada esquina del pentagrama y dándole muerte al animal al cortarle la cabeza con un cuchillo nuevo a la vez de manera que se derrame la sangre del animal sobre la punta de uno de los triángulos del pentagrama, dibujado con tiza, exactamente igual a como se llevaba a cabo el ritual, porque en estas cosas nada puede salirse del manual e incluso el más mínimo detalle debe ser exacto.
Una vez realizado este acto ellas sacaron de una bolsa sus copas juntándolas en el centro del pentagrama sirviéndose de la sangre del sacrificio del animal, llenaron la copa hasta la mitad de sangre y levantando la copa al azar bebieron la sangre del animal en conjunto.
Para entonces ya eran las 00:00 de la noche, momento exacto en donde se debía comenzar a realizar la oración en latín que traería al señor de las tinieblas a sus presencias. Las mujeres se colocaron cada una a una esquina del pentagrama tomadas de la mano, comenzaron a repetir una oración en latín, en ese mismo momento. Ellas desplazaron sus ojos poniéndolos en blanco mientras repetían la oración, empezando a levitar, una ráfaga de viento huracanado irrumpía en la cabaña agitando sus cabellos largos, el fuego de las velas que a pesar de las fuertes ventiscas se agitaba, pero no se apagaban. En un momento ellas dejaron de tener control de su cuerpo repitiendo esa oración involuntariamente. Pasaron unos minutos hasta que el mismo Lucifer se hizo presente, teniendo sexo con cada una de las mujeres.
Después un par de horas, terminado y bien realizado el ritual, Lucifer tomo su veredicto eligiendo por novia, para dotarla de toda la belleza, juventud eterna y los poderes más sobrehumanos que nunca antes se han visto dotados por él, a la joven pelirroja de cabello largo ondulado y ojos azules, la más joven de las cinco mujeres participantes, quien era además la más parecida a los retratos medievales de la Lilith. Esa demonia pelirroja de la que fue parte en tantas leyendas míticas.
Todo hubiera salido bien, si el resto de las brujitas no hubieran sido consumidas por un celo irrefrenable. Presas de sus emociones trataron de atacar a la ganadora, pero la mujer pelirroja dotada de los maravillosos e increíbles poderes que le habían sido otorgados por su nuevo novio, les lanzo un potente maleficio envolviéndolas en una profunda locura.
Desnudas como estaban, presas de un tormento insoportable salieron corriendo y gritando de la cabaña, sin tener potestad de sus propios actos, dirigiéndose al cementerio del pueblo que tan cerca estaba de aquel bosque. Corriendo y chillando entraron al recinto, revolcándose entre las tumbas, agarrándose de los pelos, víctimas de los muchos demonios que se les sobrevenían en la penumbra del cementerio, atacándolas, generándoles lastimaduras, mordidas, heridas y toda clase de golpes.
Horas se prolongó ese sufrimiento infernal en el cementerio, horas que habrán sido para ellas como siglos, hasta que los demonios decidieron que había llegado el momento de dejarlas ir. Aunque seguían corriendo, tratando de escapar inútilmente de sus tormentos. Hasta que llegaron cada una a sus respectivos hogares y pueblos, sin saber cómo lo hicieron. Lo único que sintieron, es que fue como si hubieran descendido al mismísimo infierno.
Llegaron a sus casas en esas condiciones, con los pelos enmarañados lleno de tierra, bichos, totalmente desnudas, sucias con la mugre del cementerio por estarse revolcando entre las tumbas, con moretones por todos lados, rasguños, mordidas, tenían hasta golpes en sus bellos rostros, ojos en compota, y una hasta un diente roto.
Habían llegado a sus pueblos y hogares a las cuatro de la mañana, en punto cada una de ellas, cosa que era imposible porque vivan en diferentes pueblos de noruega y cada una estaba a diferente distancia del bosque y cementerio, en donde habían pasado la noche, pero así habían ocurrido las cosas.
Dicen que después de que ellas hayan tenido esas experiencias quedaron realmente muy traumatizadas. No pudieron salir de sus camas, sino hasta después de meses, debido al gran esfuerzo y maltrato fisco que habían sufrido a manos de esos malditos demonios. A partir de entonces todas las noches escuchaban voces de ultratumba, visiones de espíritus, que además las jalaban de las patas, de los brazos, las destapaban por las noches, las rasguñaban, atormentándolas constantemente, durante el día, durante la noche, mientras se bañaban. Muchos fueron los que trataron de exorcizar a esas mujeres, que habían perdido toda belleza, vitalidad, sumidas en un tormento constante, pero lamentablemente todo esfuerzo por ayudarlas era inútil.
 Pocos meses después una de ellas se suicidó debido a la agonía en la que se había convertido su miserable vida, otra fue atacada y asesinada por una pandilla de delincuentes cuando pasaba por un callejón, otra sufrió un accidente automovilístico llevándose con ella también la vida de su familia y la última fue internada en un hospital psiquiátrico luego de haber sido encontrada en la calle desnuda y gritando ser la esposa del diablo
¿Qué fue de la vida de la joven pelirroja elegida en el certamen para ser la novia de Lucifer? No se sabe, nunca más volvió a saberse de ella. Dicen que la última vez que se la vio entre su pueblo, mendigaba en la calle, famélica, tenía una capa negra como su único vestido, aun en invierno, su cabello pelirrojo y brillante había perdido su color característico, su brillo vitalidad, y ahora se mostraba ennegrecido dotado de canas, su rostro al que en otro tiempo fue hermoso y lleno de vida, de piel tersa y sonrojada ahora tenía un color opaco, caracterizado por el sufrimiento y las arrugas que no eran propias de su edad mostrándose bajo la capa cubría su vergüenza, sus ojos en otro tiempo infantiles grandes y redondos de un celeste encandilador ahora estaban oscuros y sobrios, reflejando la mismísimo tormento del infierno.
 Nunca hubieran creído que ella era la joven pelirroja, pues parecía una anciana mendiga golpeada por los sufrimientos de una vida terrible en vez de una joven de no más de dieciocho años, que hasta hacia poco era una de las más bellas, hasta que ella misma dijo quién era y de donde venía y porque le había acontecido un destino tan terrible por su ansia de poder, y por supuesto que nadie pudo creerlo.
Después de esa aparición, no se supo más de la joven pelirroja ni se la vio, ni se encontró nunca su cuerpo, no se sabe si murió, si vivió, o si simplemente fue arrastrada por satanás al mismo infierno para allí continuar con su tortura eternamente
 

CYNTHIA MICAELA MALDONADO  -ARGENTINA-