MARÍA VILLICAÑA ANGUIANO -MÉXICO-

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PÁGINA 19

Contadora Pública, Licenciada en Administración de Empresas de la UMSNH, nacida en Morelia, Michoacán México. Miembro de la Mesa Directiva de La Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Ilustre y Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística, capítulo Michoacán, tiene a su cargo también la difusión en redes sociales de los eventos de la Academia Michoacana. Ha participado en más de una docena de antologías poéticas nacionales e internacionales, de temas variados como la preservación de las lenguas nativas, feminicidio, nacionalismo, poesía erótica, migración etc. Igualmente ha tenido eventos presenciales y virtuales, así como entrevistas radiales y colaboración con revistas literarias y páginas poéticas en redes sociales.
 

Bienaventurados los locos

Bienaventurados los locos porque de ellos es la razón que intacta permanece dibujando letras en extendidas alas, entintadas palabras osan rechazar las normas establecidas provocando una sensación de plenitud.
Una completud que en acción temeraria nos convoca incluso a dar la vida propia por el extraño que aún sin saber su nombre es hermano y no de sangre sabiéndonos formados en el seno del entendimiento.
Bendita locura que permite al escribiente ondear su ardiente bandera sin explicación alguna pues colgado al frente un letrero indica soy un loco por derecho propio y reclamo el cielo de la libertad donde expresaré mi voluntad a voz en cuello y si de ello me valgo es porque tengo algo que contar.
Una a una cortaré mis plumas que irán del tintero al borde del abismo donde pluviales ideas serán derramadas sobre mentes pensantes difundiendo el vocablo que nos converge a todos en el centro de la verdad.
La locura intrascendente es inexistente cuando nos toca una gota de su recóndita veracidad, qué razón tienen los cuerdos de la cabeza de temerle a la locura de los poetas cuando en comunión sagrada el autor perpetra su entrada en el pliego expectante de conocer los secretos de su amante.
Que reclame su certificado de cordura aquel que no haya amado sin razón alguna, aquel que no haya llorado sosteniendo la mano de un recién nacido, aquel que no haya percibido la sensibilidad tocada en las notas cantadas de una melodía olvidada.
Aquel que reconozca su momento de sin razón que no acuda a recibir el galardón de sensatez, claro es que es un loco con seso y es en eso donde radican las intangibles
 

 

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Mi nombre

Visitarás camas deseadas
Comerás manzanas jugosas
Entrelazarás piernas frondosas
Pero en tu mente me tendrás presente.

Ofrecerás amores fingidos
Te calentarán sábanas blancas
Disfrutarás el sabor de lo prohibido
Pero siempre me llevarás contigo.

Hablarás de amores pasados
Reirás de juegos realizados
Brindarás por los placeres extasiados
Pero mi nombre musitará tus labios.

Tendrás lo que de tu mano esté al alcance
Desecharás lo que ya no te convenga
Perene huella dejarás a tu paso
Pero tú cuerpo deseará mis brazos.

Viviré en tus sueños a pesar de tus desvelos
Pronunciarás mi nombre en la soledad acompañada
Hervirá tu sangre queriéndome en tu cama
Será mi rostro el que vean tus madrugadas.
 

 

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Una tarde cualquiera

(Relato corto)


Me encontré repentinamente preguntándome qué es la felicidad.
No había razón alguna para que esta duda asaltara mi ocupada y en ocasiones distraída vida.

En una sombreada banca colocada bajo un  frondoso árboles que se encuentra en uno de los jardines más antiguos e históricos de la ciudad de Morelia, debo decir que además de su gran amplitud y belleza tiene una vista perfecta de la emblemática Fuente de las Tarascas, uno de los sellos distintivos de la capital del estado de Michoacán, estoy hablando del Jardín de Villalongín antes llamado "jardín de las ánimas "

Los transeúntes pasaban, algunos con prisa por llegar a algún lugar o volver de él, jóvenes quinceañeras siendo colocadas entre las flores de la fuente para ser fotografiadas escoltadas por gallardos chambelanes, niños jugando, familias paseando, una pareja  demostrándose su amor alejados del farol que ilumina el lugar.

¿Qué es la felicidad? volvió a asaltarme la pregunta, sacudí la cabeza alejando esa extraña cuestión que nada tenía que ver con el libro que en ese momento estaba tratando de leer porque la tarde comenzaba a caer y la luz del día se despedía pintando el firmamento de intensos colores, entre azul rojo y naranja, el atardecer lucía como una magnífica pintura digna de una exposición.

Decidí cerrar mi libro y abotonar el abrigo, el fresco se hacía sentir, dando el último sorbo al ya frío café que me acompañaba tomé mi bolso, acomodé el libro entre mis brazos y me dispuse a caminar dando un final vistazo al lugar.

Las luces de la calle ya estaban encendidas haciendo lucir la magnificencia de la zona, mágico lugar desde donde se puede apreciar otro señorial monumento con sus doscientos cincuenta y tres arcos de cantera rosa, el Acueducto de Morelia.
Pero bueno, tampoco es cosa de describir la arquitectura moreliana, que no está de más decir vale la pena sumergirse en ella.

Mientras me dirigía a donde estaba estacionado mi auto la pregunta que rondaba mi cabeza seguía dando vueltas como mosca en el frutero, escuchando mis propios pensamientos y razonamientos podía encontrar un sin fin de definiciones o razones de lo que la felicidad es.
Para algunos puede ser un atardecer en compañía del ser amado, para otros el abrazo del nieto querido, incluso un helado comprado un domingo en el parque, las circunstancias, la edad, el momento son determinantes para conocer un momento de felicidad, la clave está en saberlo distinguir.
Damos por sentado tantas cosas que pasamos la vida mirando, no viendo con detenimiento que esos diarios detalles pueden ser tan significativos.

Maravillosa la mente humana, cuántas cosas puede dilucidar en un par de cuadras buscando el vehículo aparcado.

Todos hemos tenido momentos de infortunio que parecen una eternidad y etapas de felicidad intensa que se escapan como agua entre los dedos, supongo que esa sería una sencilla explicación einsteniana de la relatividad del tiempo.
Ese que pasa sin aviso ni respeto alguno dejando huellas imborrables en el alma, que no es decir lo mismo en rostro y cuerpo, siempre buscamos retener con artilugios la bendita juventud.

El frío arreciaba y con prontitud abordé mi auto, encendí el motor para poner en funcionamiento la calefacción, mis manos estaban heladas, comencé a frotarlas una contra otra tratando de calentarlas un poco y poder agarrar el volante para conducir, en ese instante una vieja melodía de mi ya muy pasada pero aún presente adolescencia comenzó a ser transmitida por la radio, por mis recuerdos pasaron tantos nombres de amigos de esa hermosa época, las angustias de los exámenes por presentar, el muchacho que me hacía voltear la cabeza igual que la actriz de la película del Exorcista, no pude evitar una gran sonrisa mientras canturreaba entusiasmada con un tono de voz digno de ser silenciado, por fortuna las ventanas estaban cerradas y la gente ya escaseaba.

Mientras conducía, los pendientes dejados en casa se hicieron presentes, las compras que no hice, la ropa que no guardé, el técnico que no llamé, fruncí el ceño, quisiera un día llegar y encontrar todo en orden, pero no, generalmente ha sido dejar mi bolso en una silla, cambiarme los zapatos por unos más cómodos y a darle a cada cosa su lugar, en ocasiones llegaba a tomar el camino más larga para llegar a casa.

Repentinamente me asaltó un pensamiento, tengo un lugar a dónde llegar, zapatos para calzar, un libro que leer y un café por calentar.
El ruido de casa rompe el silencio funerario cuando no tienes ni un perro que te ladre.
Pude sentir el frío en mis manos, el calor en mis piernas, disfruté ver el amor que una pareja se prodigaba.
La luz del cielo al apagarse me mostró las estrellas iluminando la bóveda celeste, canté como nunca y como siempre.

Mi frente se relajó y la cuestión resurgió, ¿qué es la felicidad?
Para cualquiera cualquier cosa puede ser ese anhelado momento, para mi, ahora es estar aquí y darme cuenta que no se si la felicidad sea un estado de ánimo como he escuchado que dicen, lo que me queda claro es que es ése algo que nos motiva a seguir buscándola sin entender que nosotros somos felicidad, la damos, la prodigamos y la recibimos, no se presenta envuelta en listones coloridos ni englobada en regalos sorpresivos, viene, está y es, se puede ver, tocar y escuchar, nos hace llorar y nos da tranquilidad.
Pueden pasar tormentas que arrasen el alma, pero ahí seguirá esperando la tomes de la mano y el camino continuar.
 

 

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Tú, mi amante

¿Que tengo un amante?
¡Sí!
Y porque así yo lo he querido, que por si por el fuera, viviría hoy en su casa llevaría su nombre y me llamaría... esposa.
Dormiríamos abrazados sin pensar en el horario que nos llamaría cuentas del día que está por comenzar volviendo a la realidad.
¿Mi amante?
¡Sí!
porque lo prefiero así, sin saber si en un futuro seguiremos entregando nuestros cuerpos desnudos en el cuarto de un hotel sabiendo que hay un mundo que quedó tras de nosotros y una que otra tarde escaparemos de él.
¿Amantes?
¡Sí!
Porque nos amamos con ese amor que muchos dicen es insano, es prohibido y es pecado porque no llevo en la mano un anillo con tu nombre que diga "soy de él" cuando sé que nuestros nombres en ese amor que no es puro, qué es vergüenza y es manchado al calor de nuestros besos se grabó en el corazón. ¿Vivir juntos?
para qué,
Si ya vive en mi alma, si sus brazos son mi casa y su cama nuestro lecho donde hacerlo mío es el hecho que calma mi hambre y mi sed, si sus sueños son los míos si mi boca es la llave que sus labios requisitan a probar el dulce néctar provocado para él.
¿Que le quiero como amante?
¡Sí!
Porque nos amamos así, porque un papel no es necesario para hacerme su mujer, porque cada vez que a mí se entrega dejas marcas, deja huellas, deja frases donde dice él es mío y yo de él y ella...Ella es mi mujer.
 

 

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Los altares de mi tierra

Cempasúchil, flor de 400 pétalos que cada  noviembre te deshojas adornado el camino de nuestros muertos.
Anaranjado es el tapete que indica el lugar por donde los difuntos suelen caminar.
Blancos alhelíes como símbolo de paz,  amarillos en la fidelidad y púrpura en la belleza al recordar.
Aterciopeladas y moradas celosías no pueden faltar por el luto presente que el corazón latiente no deja pasar.
Blanca flor de nube, símbolo palpable de pureza en la tradición de adornar el altar en casa o en el panteón.
El humo del copal encendido esparce su penetrante aroma  limpiando el lugar de todo espíritu del mal.
En cuatro esquinas titilan de los cirios sus flamas con los cardinales indicando la senda programada.
Suave o rasposo tequila según el gusto del difunto, presente en las alegrías vividas habiendo siendo morador del mundo.
Colorado mole con ajonjolí tostado dispuesto en cazuela de barro, tortillas a mano echadas al comal para saborear un buen taco, único del lugar.
En forma de cráneo con canillas cruzadas el temporal pan de muerto con gotas de azahar perfumado, bañado con dulce azúcar, para no olvidar es elaborado.
Cristalina agua que calme al sediento cuando del trabajo llegaba trayendo a casa el sustento.
Indispensable el retrato al centro del ser que ya se fue y cada dos de noviembre con el alma le volvemos a ver.
El primero de noviembre día de todos los santos, en compañía de los niñitos que con el corazón abrazamos.
Estos son los colores, sabores y aromas de mi tierra que desde tiempos precolombinos su tradición nos enseña.
La parca está presente en todo momento y lugar, pero en fecha tan especial La Catrina se engalana, no viene a espantar a nadie pues esa no es su vocación, pero si en el cementerio terminas será por tu distracción.
Soy mexicana de nacimiento y orgullosamente michoacana donde celebramos a la muerte al son de una danza zapateada.
 

 

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La puta de la esquina

Bella entre las bellas luces tu figura, te vistes de estrellas con encajes de luna.
Caminas garbosa en tacones de punta, paseando despacio en tu esquina oculta.
Con ojos de gata observas la noche, en espera del cliente que el dinero derroche.
Una mueca es tu sonrisa, desdén en tu mirada, eliges con certeza al que dé mejor paga.
Vendes tu cuerpo conservando tu alma, para ella no hay precio, no hay venta de almas.
La puta de la esquina escuchas que te llaman, una puta muy fina y más decente que esas damas.
El farol de la esquina donde a diario trabajas, confidente de tus penas enjuga alguna lágrima.
Levantas las estrellas que cayeron al piso, rompieron algunas de ellas más el cielo es preciso.
Mañana de nuevo encontrarás tus luceros y Selene orgullosa te tejerá un sombrero.
 

 

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México de mis amores

México de mis amores donde vi la luz primera, me arropó tu insigne bandera emblema de mi nación.
Con orgullo tu himno evoco saludándote con respeto, recordando a los defensores que me dieron raíz y sustento.
Un soldado en cada hijo tu tienes dispuesto a su vida perder, por uno que caiga en las huestes cien más surgirán tras de él.

Con ropajes extraños llegaron con miras de conquistar, a mi tierra virgen y pura vinieron a contaminar, cortaron tu libre vuelo arrancando el penacho de plumas, volviéndote un ser inmortal de la tierra hasta la luna.
Sangre mexica yo llevo mezclada con española, aprendí el lenguaje extranjero por imposición de la corona, mis tradiciones y costumbres, mis danzas y altares sagrados, hoy son patrimonio del mundo Cuauhtémoc el triunfo ha logrado.

! ¡VIVA MÉXICO SEÑORES!

Es el grito popular donde se conjugan las almas las nuestras y de altamar.
México que al son del mariachi expandes tu orgullo nacional, ondeando banderas al viento en cientos de manos estás.
Tres colores hoy visto orgullosa, los colores de mi nación, el verde de la esperanza, el blanco de la unidad, el rojo de la sangre garbosa que por ti se ha de derramar.

México vibrante y cambiante al paso del jinete vas, con fe al futuro te abrazas sin soltar de las riendas jamás, hoy te vengo a rendir un tributo, memoria de ayer y de hoy, ciñendo tu frente de oliva y a tus plantas me inclino en tu honor.

 


 

María Villicaña Anguiano