FERNANDO CASTAÑO -ARGENTINA-

                   >

<     >

PÁGINA 13

Fernando Castaño es argentino, nació en la ciudad de La Rioja en el año 1976, su provincia está ubicada al noroeste del país y con muchas montañas, nació en el seno de una familia tradicional y católica. Tuvo varios parientes poetas. Heredo poemas de sus abuelos, los lee incansablemente, ellos lo inspiran y lo animan a escribir... Escribe poesías desde los 20 años y lee literatura variada desde muy pequeño. Ha sido seleccionado en 11 certámenes de poesía
 Creo en su casa un club cultural, donde tiene una pequeña "pulpería" en la que juegan al sapo con sus amigos, y ahí se juntan a comer, cantar y hablar del arte, ese rincón cultural de su casa lo llama: "El Club Del Sapo”.
 
 
 

AUTOR PARTICIPANTE EN LA ANTOLOGÍA DE POESÍA DE TRINANDO SÉPTIMO ANIVERSARIO

 

 

DE REGRESO A MI PATIO
                       (I)
 
La flor de los tiempos bifurco los estíos
Se enroscan las hadas del limonero en las danzas de azahares
La verde hiedra trepa en los misterios del sueño
El suelo sucio canta en el polvo del recuerdo
 
Las hojas revuelven las horas muertas
Las brisas de mi patio respiran en los recuerdos
La flor del cardón hace penitencia entre las piedras
Y el alma de mi abuelo me llora detrás del lucero
 
La leche de la higuera flecha al duende de los deseos
La flor del rosal le da suspiros a la chica
que nunca me quiso y de la que nunca olvido
 
Aquí el óxido de los espinos inyecta el tétano de los olvidos
No sé si vuelvo a mi patio o si mi patio me vuelve en los vinos...
 

*    *     *

 
DE REGRESO A MI PATIO
                     (II)
 
Volveré en la sed de mi higuera
Inmóvil en el gotear dormido del rocío
Y colmando la vida de las abejas
Detrás de los pasos minúsculos de las hormigas
que caminan su cautela en la palidez de las macetas...
 
Amaneció el sol tímido entre mis malvones
Regocijado en la vida minúscula de los retoños
El conventillo de gorriones alborota a los geranios,
mientras la mansedumbre de palomas duerme a las siestas amarillas...
 
Esto vale más que un recuerdo y estadía
en el corazón sutil del mediodía
Aquí el patio entre calores y encuentros
recuenta el amor que no es del olvido
 
Ya sin penas ni cosas ínfimas me declaro feliz en la paz de mis huertos...
La Rioja vive su simpleza en el alma de las cosas...
El mate viejo pinta su verde yerba y comparto sentires desde mi silla de cuero.
El incienso rojo del atardecer bendice las oraciones de las viejas...
Ya el crepúsculo rompió todos sus fuegos...
Y no queda nada más que una joya de plata que se pule a la luz de la luna...
Canto en la noche escondido en la morada uva de un jubiloso vino...
 
Si me voy es para andar caminos,
pero prefiero quedarme esta noche casi como adormecido...
 
 

*    *     *

 
A MIS AMIGOS
             (I)
 
Ahora que estamos reunidos y compartimos la misma mesa, quiero hablarles, amigos
míos... Pasó el tiempo como en un teatro... Aprendimos el arte vivir sin ensayos,
viéndonos cara a cara con las pupilas translucidas de nuestras inocencias...
Nos conocimos con el alma abierta y sin apuros. Aprendimos a compartir con
generosidad y libres de hipocresías.
El árbol del tiempo maduró emociones y nos dio los frutos afectuosos de la amistad
sincera... Este árbol nació de semillas inevitables, que el destino regó con las aguas
maestras... Estas aguas no fueron lluvias cualesquiera, sé que las soñó y las junto
algún ángel ancestral del impecable cielo...
Quiero en esta noche agradecerles, amigos míos, y liberar las palabras tardías de los
recuerdos grabados a hierro ardiente. Tengo la vida inscripta en la felicidad de todos
nosotros, los de siempre... Siento el calor entre gestos y risas, veo la entrega en cada
apretón de manos y comienzo a extrañarlos luego de cada abrazo...
Y sin más, mis amigos, como un pintor y artista esboza su paisaje con cada trazo, yo
retrato mi paisaje siguiendo las huellas profundas de ustedes, mis gigantes, en este
largo camino del alma…

 

*    *    *

 
A MIS AMIGOS
         (II)
 
Ya en otra vida o talvez muerto, antes de golpear las puertas del cielo, me sentare y
leeré el libro de nuestros recuerdos... Le pediré al Eterno volver a repasar mi vida
antes de cerrar mis ojos muertos, fotografiar sus rostros cuando estén reunidos y me
mencionen con lágrimas, recordando nuestros encuentros...
No los lloraré allá arriba porque ya serán aromas de mi huerto. Serán el pan sencillo,
la sal sedienta, de una despedida con una promesa abierta.
Quizás desde ahí los salude en una lengua incierta, seguro que mi hogar tendrá las
puertas abiertas. Y no implorare visitas, esperaré que me sorprenda el aire servicial
de un fortuito encuentro, así fue como en la vida tuve a mis amigos, siempre libres, y
así es como los quiero...
Mi Ángel los mantendrá vivos, más vivos que los recuerdos...
 
 

*     *     *

 
MI SANGRE
 
Mi sangre, ese potro muerto
que resume huellas en los cuentos
Canto con mi sangre, esta heredad de mis ancestros
 
Tal vez mi sangre sea ese saco rojo
que olvidó mi abuelo en el ropero
 
Mi sangre no es el líquido rojo de los sepulcros
mi sangre es la tierra que me lleva adentro
 
Mi sangre será el alboroto de octubre
con los jazmines nuevos
 
Esos rojos serán más ciertos cuando los soles estén más lejos
por eso no alumbro ni opaco los senderos en estos desiertos
 
Y cuando mi sangre no cante sus penas
se encenderán los búhos…
 Y el silencio consumirá la sombra del lucero viejo