MELIZA BARBOSA -MÉXICO-

EN SILENCIO
 
Te besaré en silencio, en el más profundo
En silencio apresaré tu cuerpo entre mis manos y mis labios se deslizarán hasta tu cuello.
En silencio tu garganta ahogará un gemido limpio y real mientras nuestras pieles desnudas bailaran al ritmo de una melodía que solo está en nuestra mente.
En silencio mis manos viajaran por tu piel, tan despacio, tan dulce.
Y en silencio por fin, taparé orgasmos con mis labios sobre los tuyos...
Y no dejaré de besarte... en silencio.
20/Octubre/2019

 

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EL AROMA DE UNA CAMA
 
La cama huele a besos, no los legales, no los permitidos por una sociedad puritana, huele a besos encerrados entre cuatro paredes, a los prohibidos por personas que se atreven a opinar, sin jamás haber sentido esto.
 
La cama huele a sexo, al nuestro, a ese baile de pieles y melodías orgásmicas, ese baile que practicamos a escondidas, a veces, en medio de la noche, y otras, a plena luz del día.
 
La cama huele a deseo... el que surge de nuestras miradas, cómplices de tantos secretos, como ese rose de nuestras manos en la obscuridad.
 
La cama huele a ti, a tu recuerdo, a tu imagen entre mis brazos deslizando mis dedos por tu espalda tan suave.
 
La cama huele a pasión desmedida, a orgasmos ahogados entre tus labios, a besos extasiados, a gritos que quedaron en el aire, siendo sólo el recuerdo de tanto que ocurrió.
 
La cama huele a silencio, ese que guardaremos después de tanta entrega, ese que callarán nuestros ojos y que nuestros labios tienen prohibido mencionar siquiera.
 
La cama huele a te amo...
Ese que guardará nuestra garganta y que solo mencionaremos al volver a vernos.
9/Junio/2020
 

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FUIMOS
 
Fuimos aire que roso nuestras mejillas,
Fuimos aliento que duró, lo que un beso entre tus labios.
Fuimos saliva dulce.
Fuimos cerrar de ojos mientras un eclipse ocurría fuera.
Fuimos manos tibias recorriendo desnudez.
Fuimos un viaje por la marea de nuestros cuerpos.
Fuimos cuatro paredes escondiendo un secreto.
Fuimos placer en un colchón.
Fuimos explosión del universo que culminó en orgasmos.
Fuimos momentos extasiados.
Fuimos caricias recorriendo el mapa de besos que existieron.
Fuimos horas interminables y despedidas que no existieron.
Fuimos todo y fuimos nada.
Fuimos solamente poesía.
 

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El mayordomo no es el asesino
 
Un grito en medio de la noche despertó a toda una familia, quien se levantó rápidamente temiendo que algo grave le pasara a su pequeña hija Jade, Jade Bell Rose. Una niña de tan solo diez años; de cabellos rizados y rubios, muy largos como esa noche, ojos azules y brillantes y la piel tan clara y suave como la seda. Los padres de Jade, los señores Bell Rose, eran personas jóvenes, quienes habían adquirido recientemente una extraña fortuna de procedencia desconocida, aun para ellos. Apenas escucharon los gritos de su hija y abrieron los ojos, se levantaron de la cama tan rápido como pudieron y corrieron por los pasillos de la enorme mansión en la obscuridad. Al llegar a la habitación notaron que el mayordomo de la casa se encontraba frente a la puerta, con la mirada perdida, evitando el paso a toda costa. - ¿Qué ocurre? - ¿Qué le has hecho a nuestra hija? ¡abre la puerta ahora! –grito la joven mujer! Sandra, la madre de Jade, pensó lo peor, mientras que Martin, el mayordomo, soltó un trozo de tela que tenía entre sus manos. Sandra, casi se desmaya, era el vestido de su hija que había usado durante ese día, manchado de sangre. Eduard, el esposo de Sandra, en un impulso se acercó a Martin y lo tomo del cuello de la camisa, luego lo arrojo al piso y abrió la puerta, la escena era aterradora, un brochazo de sangre en la pared y la pequeña niña con unas tijeras entre sus manos, la pijama de la niña, sus manos, su cara, estaban manchadas de sangre y Oliver, su perro, yacía muerto en medio del cuarto. Pero había algo mucho más macabro que la misma escena de un perro muerto en medio de un cuarto con las entrañas de fuera, había una niña muerta, era la hermanita pequeña de Jade, Sharon. La madre grito. Sandra veía a su pequeña en el piso con las ropitas rotas y manchadas de sangre, el rostro desfigurado y el corazón entre as manos de Jade, quien miraba de una manera extraña, con su carita asustada e inocente. Sandra se desvaneció y su esposo la tomo entre sus brazos para evitar que se golpeara. La saco del cuarto aparentando una valentía que no tenía y la dejo sobre el piso, a un costado de Martin, quien aún seguía inconsciente. Corrió a la sala y llamo a la policía, estaba tan asustado que apenas si podía hablar, pero como pudo, menciono a su hija muerta y la dirección de su casa. Corrió nuevamente hacia donde había dejado a su esposa, pero ya no se encontraba allí, ni Martin tampoco. Había huellas de sangre en el piso que daban a un corredor muy obscuro, miro dentro del cuarto, pero no había nadie. Camino lentamente por ese pasillo abriendo más los ojos, ya que se le hacía difícil ver entre las penumbras, de pronto, un grito se escuchó en uno de los cuartos y corrió más rápido, había una ventana al fondo por donde atravesaba la luz de la luna y su claridad daba hacia una puerta, la puerta del sótano, donde su pequeña hija Jade, solía jugar todos los días. Abrió la puerta y miro a Martin con las tijeras sobre sus manos y a su esposa muerta. La niña estaba al fondo frente a un espejo con detalles extraños a su alrededor, decía algo con su pequeña voz infantil, pero no pudo escucharla. La tomo entre sus brazos y salió corriendo, no sin antes dejar encerrado a Martin, creyendo que él era el asesino de su pequeña bebe y de su querida esposa y bajo las escaleras rápidamente, atravesando la sala como alma que lleva el diablo. Giro la perilla y salió de la casa, se alejó solo unos metros y miro hacia atrás. A través de la ventana, se veía el cuarto donde se encontraba hacia unos momentos y miro a Martin, quien lo observaba fijamente desde ese lugar, con una mirada, más que de asesino, de terror. Los minutos se hacían horas y la obscuridad y el silencio comenzó a impacientarlo, abrazo a su pequeña tanto como pudo mientras lloraba amargamente, apenas podía creerlo, acababa de perder a su hija y a su esposa, Jade era todo lo que le quedaba en ese momento. En eso llego la policía y bajaron de la camioneta, los auxiliaron tan pronto como pudieron y Eduard señalando hacia la casa, conto lo que para él había ocurrido, los policías fueron rápidamente por Martin, irrumpiendo en la casa y rompiendo la puerta en pedazos como si se tratara del peor criminal de la historia. Minutos después ya lo llevaban esposado y lo introdujeron a la camioneta, luego las voces de la niña cobraron sentido para Eduard. La niña comenzó a reír tiernamente y el padre se asustó de tenerla entre sus brazos, la alejo de él y la coloco sobre la tierra húmeda. La observo por unos momentos y giro su cabeza a los lados para observar a Martin a través de la ventana de la camioneta, quien ya comenzaba a alejarse… -fue divertido papi- dijo Jade. - ¿Qué fue divertido hija? -pregunto su padre aterrado- -jugar con Sofia, la niña del espejo que está en el sótano me dijo que matara a Sharon y lo hice y a mami también. Grito lo más fuerte que pudo cuando ya la camioneta se había alejado: ¡Alto, deténganse! ¡El mayordomo no es el asesiiiii…! Sintió un cuchillo atravesando su espalda y cayó.
 

Originaria de Monterrey, Nuevo León, México. Comenzó escribiendo poesía a los 13 años, siempre manteniendo un estilo único.
A los 22 años, decidió que esto era lo que quería hacer.
A inicios del año 2017, participó en el certamen literario de Fussión Editorial en la temática romántica-erótica con un relato corto: "Un te amo en la hora más oscura", quedando entre los 40 mejores relatos.
Posteriormente se publicó una antología llamada: "Sin cita previa".
Durante el año 2018 participó en el certamen literario de Fussión Editorial en la temática terror/intriga, quedando entre los 21 mejores relatos de más de 100 participantes, figurando en la antología: "El mayordomo no es el asesino".
Se ha presentado ante el público de Galería Regia y realizado lecturas de homenaje.
Próximamente saldrá el libro "Emociones", siendo su primer libro en ser publicado bajo autor independiente. Sigue a la espera de nuevos proyectos.

 

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