ANTONIO BLUNDA -ITALIA-
PÁGINA 41
Estoy felizmente casado, padre de Elena, de cuatro años, y pronto padre de un niño, Ruggero.
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A mi hijo Ruggero
Puños apretados, puños apretados.
Pareces un pequeño boxeador,
increíble, con los puños cerrados,
Patear fuerte, tan fuerte
en el universo caliente de la madre.
Puños cerrados, puños cerrados,
soldado y guerrero de mi corazón,
cómo espero, esa hora para verte,
y sostenerte en tu brazo, y llamarte por tu nombre,
y mis dedos, mis dedos,
Apretado, apretado en tus puños cerrados.
* * *
QUÉDATE CONMIGO
Quédate amor, quédate conmigo.
Ya sea que llegue la vida o la muerte al amanecer,
calma, o furiosa, y en el paso del aire
quizás en el cielo una última vanguardia,
soplar café en la mesa
y volverás a ver todo mi corazón
Como una cuchara de nosotros, deslumbrados
en la luz afilada de los ejes.
Ya sea que llegue la vida o la muerte al amanecer,
tranquilo o furioso, y en el paso del aire,
Te quedarás, te quedarás conmigo.
* * *
SERÁ
Será.
La hierba sabe
en la marea fuerte,
y el lienzo en el viento,
y el insecto moribundo.
Un perro sabe
que escucha la fola,
doblado en dos
de ese nudo en la garganta.
El cordero lo sabe.
Cuando llegó el momento,
cuando es su cuchillo.
Cuando se resigna a Dios,
y en despedida,
para su regreso,
Apagado tiene balido.
"Pasará.
Sólo hombres
no saben
que todo el dolor
Sucede
como un acto de amor".
Entonces se dice a sí mismo:
agonizante
todo ser vivo.
* * *
A MI ESPOSA
Te abrazaré,
y estaré con los ojos cerrados.
Y sé lo que vas a hacer:
Lo que no me dirás.
Te abrazaré
en el pensamiento ingenuo
que eres parte de mí,
y yo, en algo de ti.
Entonces seremos
como en el cielo despejado,
como algo diferente,
como la planta y el injerto.
Para que seas amado y desarmado,
y cayó en la nada,
en nuestro "para siempre",
entre manos pequeñas.
Cómo sueña mañana,
Todos los días, todos los días la tierra:
indefenso y acogedor,
en paz y en guerra
a la lluvia ligera,
en los albores de la primavera.
* * *
OJOS EN LOS OJOS
a mi hija Elena
Yo y tú, yo y tú,
a las seis de la mañana.
Baila conmigo, baila conmigo,
ojos en los ojos.
Hace que nos rodee
Un nuevo paradiso cinematográfico.
Baila conmigo, conmigo,
en el silencio de la habitación,
durante dos minutos,
por solo dos minutos.
El sol aún no ha llegado,
Tal vez en una hora
todo el resto del mundo.
Pero el invierno ha desaparecido.
Baila conmigo, baila conmigo,
amor de mi amor,
amor de mis ojos,
de ojos a ojos,
de mis ojos a los tuyos,
por amor a nuestro amor,
para mí y para ti,
Yo y tú, yo y tú,
solo nosotros dos,
a las seis de la mañana.
